Descubre los mitos Mayas más famosos

Las culturas antiguas mostraban su visión sobre el mundo que les rodeaba a través de narraciones, en Mesoamérica los Mitos Mayas son un ejemplo de esto. ¡Conoce un poco de este maravilloso legado en este interesante y fascinante artículo! No te lo pierdas!!

Índice de Contenido

MITOS MAYAS

Los mitos Mayas

Los mayas son una civilización muy antigua, que habitó hace casi tres milenios en la región de Mesoamérica, actualmente la zona que comprende México y América Central.

Cuando los españoles invadieron los territorios del nuevo mundo, la mayoría de sus textos fueron destruidos en hogueras. Sin embargo, algunas de estas leyendas y mitos Mayas lograron sobrevivir.

Los mitos Mayas relatan y exponen la relación entre la humanidad y su entorno, es posible encontrar explicaciones sobre el origen del sol, la luna y la vía Láctea, también sobre la lluvia, los rayos y truenos, las plagas y enfermedades, etc.

Sin embargo, es importante acotar que existen numerosos mitos mayas y en algunos casos estas historias, tienen más de una versión. A continuación le presentaremos algunos de las leyendas y mitos mayas más populares.

La creencia de la tierra plana y los jaguares

Los antiguos mitos mayas creían que el planeta era plano, poseía cuatro esquinas que se asociaban con una dirección o punto cardinal.

Sus historias decían que cada punto representaba un color: rojo era el este, negro el oeste, blanco el norte y amarillo, el sur. En cada una de las esquinas había un jaguar distinto al que llamaban bacabs, teniendo como responsabilidad sostener el cielo.

En los mitos Mayas, estos consideraban que existía un cielo, una tierra y un infierno, ocupando cada uno un lugar en la ceiba madre sagrada. El cielo ocupaba sus ramas, la tierra el tronco y el inframundo bajo sus raíces.

MITOS MAYAS

Alux

Los Aluxes eran descritos en los mitos Mayas como pequeños seres elaborados con arcilla y que cobran vida cuando se le ofrecen ciertas plegarias y ofrendas.

Estas criaturas se mantenían ocultas para poder proteger a su dueño de esa manera, suelen ser ágiles y ligeros como el viento, por lo tanto, apenas se ven.

Los aluxes son fieles a sus dueños, pero traviesos y bromistas con los extraños, sobre todo cuando las propiedades de sus dueños son adquiridas por otros. En estos casos es muy frecuente que aparezcan para espantar a los niños.

Generalmente para apaciguarlos, los nuevos propietarios les deben dar alimentos, miel, maíz y cigarrillos.  Incluso en la actualidad, se tiene la idea de que los aluxes protegen las ciudades mayas.

En la antigüedad se afirmaba que estos pequeños seres traen luz al mundo y solían ser muy respetados pues protegían a las personas y sus pertenencias.

La creación de la vida en la tierra

Sobre la creación de la vida en el planeta existen  muchos mitos Mayas que la relatan, como este que les presento a continuación.

Una vez que los dioses Tepeu y Gucumatz el Espíritu Emplumado dioses del cielo poderosos y sabios, hicieron la Tierra, también crearon seres para que se encargaran de cuidar sus creaciones y alabarlas.

Los dioses se decepcionaron increíblemente y decidieron crear otros seres, algunos que pudieran adorarle como ellos deseaban.

Los primeros seres humanos fueron hechos con barro y les otorgaron la vida, se movían muy poco y al intentar hablar se deshicieron. Posteriormente se creó otra raza de personas elaboradas en trozos de madera.

Esta raza fue mucho más fuerte, caminaban, hablaban y se multiplicaban, pero carecían de sentimientos y pensamiento, sus corazones eran vacíos y su cerebro no guardaba recuerdos.

Hablaban con poca lógica y sentido, por lo que tampoco podían alabar a los dioses, así que las deidades creadoras Tepeu y Gucumatz no estaban conformes y mandaron una inundación para acabar con ellos, ordenando a los animales que exterminaron a los sobrevivientes.

Pocos de ellos lograron escapar, se fueron al bosque y se transformaron en monos, los dioses los vieron y les dejaron habitar allí para que sirvieran de ejemplo a las demás razas de humanos.

Los dioses meditaban la creación de otra raza de hombres, pero aún no encontraban el material ideal para eso. Pero un día los animales les presentaron una pila de maíz y las deidades creadoras decidieron molerlo y hacer una pasta, que alcanzó para cuatro hombres.

Estos lucían muy bien, acuerpados, con la capacidad de formar pensamientos y además podían sentir, eran casi perfectos. Después de ser creados, su primera reacción fue dar las gracias a sus creadores, Tepeu y Gucumatz por ese privilegio y así complacieron a los dioses.

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Estos hombres de maíz veían, sentían, pensaban, por lo tanto, podrían habitar para siempre en la tierra y ver los árboles, las montañas y hasta los confines del mundo.

Sin embargo, los dioses decidieron que sabían demasiado y les quitaron algo de su visión, ya no podrían tener una visión tan aguda y amplia, solo podían ver cosas cercanas a ellos y por lo tanto su comprensión del mundo se debilitó.

A pesar de esto, los hombres todavía alaban a los dioses y por ser tan agradecidos, estos hicieron cuatro mujeres para que les acompañarán. Fueron entonces ocho seres humanos, que se convirtieron en los ancestros de todos los hombres quiché hasta nuestros días.

La leyenda del enano en Uxmal

Relata uno de los mitos Mayas, que hace mucho tiempo, vivía una mujer muy vieja en la antigua ciudad de los mayas, era el oráculo de ese lugar.

En su momento nunca pudo tener hijos, aunque los deseó. Por esa razón le pidió a Chic Chan que le ayudará a tener uno. Las deidades le indicaron cómo realizaría esta magia tan especial, requería de un huevo de tortuga que hechizado con plegarias, sacrificios y pócimas otorgadas por ellos le darían el descendiente esperado.

La mujer siguió todas las instrucciones y luego conservó oculto y en absoluto secreto el huevo por nueve meses, como le fue indicado. Llegado el tiempo el huevo comenzó a romperse, para sorpresa de la mujer se asomó una diminuta mano color verde que trataba de abrirse paso entre la cáscara.

Cuando el cascarón por fin se quebró, una pequeña persona salió, era totalmente verde y con mucho parecido a una tortuga, pero con cabello rojo.

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Un día, el enano decidió hacer una gran calabaza que funcionaba como un sonajero, sin saber que existía una profecía que decía que las personas que tocaban un instrumento similar se convertirían en el nuevo rey.

Como es de suponerse esto enfureció al rey que gobernaba en ese momento y capturando al enano lo desafió a un duelo.

El famoso duelo era muy poco usual, este rey hizo que el enano se enfrentará a tres pruebas: para la primera prueba, el rey le preguntó al enano la cantidad de árboles en su palacio y el enano logró acertar la cantidad y ganar esta prueba.

Para la segunda prueba, se le dijo al enano que trajera un pavo macho que pudiera poner huevos. Al día siguiente, presentó a un hombre que parecía estar embarazado y demostró que no se podía hacer algo semejante con un pavo y así obtuvo puntos de los jueces.

Para la tercera y última prueba, el rey le pidió que se colocara un nogal común en la cabeza y luego lo rompiera con una punta de lanza. El enano también pasó esta prueba y desafió al rey a hacer lo mismo. El rey, desafortunadamente, murió y el enano fue declarado rey.

Como rey, mandó construir un templo para el  y también una casa a su madre, edificaciones que se dicen aun están entre las ruinas de la ciudad de Uxmal.

El cielo, la tierra y el inframundo

La organización del cosmos según los mayas gira en torno a la ceiba sagrada, donde se ubican los tres planos que le conforman, estos son:

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El cielo, en las ramas de la ceiba, es el lugar donde residen todas las deidades y está conformado por trece capas o niveles. Los cuatro hermanos conocidos como Bacabs levantaron los cielos y lo mantienen en su lugar.

El mundo humano que se encuentra en el medio o tronco, representada por un reptil flotando en el océano. Debajo de la Tierra está el reino llamado Xibalbá o el inframundo, que tiene nueve estratos con muchos habitantes y sus nueve señores.

Los tres reinos como ya mencionamos están unidos por un árbol gigante, cuyas ramas alcanzan los cielos y las raíces llegan al inframundo. Los dioses y las almas de los muertos viajan a través de los mundos a lo largo de este árbol gigante.

La creación de la tierra

Hay varias historias y relatos sobre cómo se hizo la Tierra, se dice que una versión de la historia maya dice que, en el inicio de todo, solo había dos dioses, Tepeu el Hacedor y Gucumatz el Espíritu Emplumado.

Ambos brillaban rodeados de vacío y oscuridad, por lo que se unieron para crear el mundo, pues tenían el poder de que cualquier cosa que pensaran se hiciera realidad. Cuando pensaron en el planeta, se formaron las montañas, los picos, los valles, el cielo y el agua. Todo esto fue apareciendo y así se formó la tierra.

La leyenda de Xtabay

La leyenda cuenta la historia de dos hermosas hermanas. Una, Xtabay era conocida como pecadora, porque era amante de muchos hombres por su dinero, sin embargo, era amada por los enfermos y los débiles, pues tenía un buen corazón que no dudaba en ayudar a quien le necesitaba. Era capaz de su dinero, alimentos o ropa si alguien necesitado lo requería.

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La segunda mujer Utz-Colel, era apreciada en la ciudad, considerada una dama intachable, educada y respetable, pero en su interior era rígida, egoísta e incapaz de amar a quienes la rodeaban.

Tras la muerte de Xtabay, la gente humilde procedió a enterrarla y recibió visitas de todas partes, su tumba estaba rodeada de hermosas y coloridas flores y desde ese lugar emanaba un olor dulce que llenaba el aire. De su tumba retoñaron muchas flores blancas de rico aroma.

Al poco tiempo Utz-Colel también murió y sin haber transcurrido mucho de su fallecimiento su cuerpo comenzó a emitir un olor desagradable, todas las flores alrededor de su tumba murieron y la gente que acudió al sepelio se fue rápidamente.

En la tumba de Xtabay crece una flor conocida como Xtabentun, mientras que en la tumba de Utz-Colel, encontrará un cactus al que se le reconoce como tzacam.

Para Utz-Colel esto fue duro y dicen que regresó de la eternidad para vengarse e imitar la vida de su hermana, ofreciendo su amor a hombres extraños que atrae hacia ella para luego matarlos. Se dice que suele esperarlo cerca de los árboles mientras se peina con un cepillo hecho de tzacam.

El Xtabentún es el ingrediente principal de una bebida de Yucatán  de igual nombre, que también lleva miel y anís dulce. Se dice que con un solo trago es capaz de embriagar y que solo se compara a los encantos de la hermosa Xtabay.

La leyenda de Sac-Nicte y Canek

Sac-Nicte significa flor blanca, fue una doncella que nació en Mayapán: la poderosa alianza que vivió en paz formada por Mayab, Uxmal y Chichén Itzá.

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Canek significa serpiente negra, era un príncipe arrojado, con un corazón muy generoso y afable, que cuando cumplió 21 años, fue elegido rey de Chichén Itzá.

Ese mismo día conoció a la princesa Sac-Nicté, ella solo tenía 15 años de edad y ambos se enamoraron rápidamente. Sin embargo, Sac-Nicte estaba destinado a casarse con el joven Ulil, el príncipe y próximo monarca de Uxmal.

Los mitos Mayas dicen que un joven consejero de la princesa le dijo a Canek que la princesa estaría aguardando entre flores verdes y que debería luchar por ella.

El día de la boda de la princesa, Canek tomó a los sesenta mejores guerreros y subió al altar gritando como en una batalla: ¡Itzalan! ¡Itzalan!. Todos los invitados danzaban, el incienso ardía y el sin demora tomó a Sac-Nacte y se la robó.

No hay que decir que Ulil iracundo ante semejante afrenta, declaró la guerra. Mayapán había desaparecido, las alianzas terminaron, Uxmal y Mayab se enfrentarían a Itzá.

Sin embargo, ya los itzaes habían abandonado la ciudad, los hogares y templos en Chichén Itzá, estaban vacíos y la ciudad ya estaba muerta.

El Rey Canek junto a Sac-Nicte, llevaron muy lejos al pueblo de Chichén Itzá, por eso cuando los ejércitos de Uxmal y Mayab llegaron a la ciudad, no encontraron a quien asesinar, pues todo fue abandonado por sus ciudadanos.

La codorniz

Este es uno de los mitos Mayas que nos cuenta las vivencias de los primeros seres creados y los dioses. En los primeros días cuando los dioses tenían muy poco tiempo de haber creado los animales, sintieron simpatía por la codorniz a la que llamaban Bech, esta pequeña ave se volvió la favorita de las deidades.

Era muy pequeña, pero sus plumas eran hermosas y su copete le daba un aire de elegancia y altivez. Realizó sus nidos en las ramas más altas de los árboles, así no sería víctima de los depredadores. Su vida tranquila y segura le permitió tener una familia grande, muy numerosa y vistosa.

Ante esas condiciones bastante privilegiadas que muchos otros animales no tenían, era fácil suponer que la codorniz estaría agradecida, pero no fue así.

El ave se hizo cada vez más exigente y egoísta, generalmente no estaba satisfecha y llegó el momento en que deseó un mundo entero para ella y sus descendientes.

Un día el Espíritu creador de todas las cosas decidió visitar el mundo y ver como marchaba su obra. Deseaba contemplar todo lo que había ayudado a crear y decidió invitar Yaa-Kin, el príncipe del Sol, al paseo.

Ambos tomaron forma humana y descendieron a la tierra, esto no agradó a Box-Buc, el señor de las Tinieblas quien sufría de una terrible envidia. Decidió hacer del viaje de ambas divinidades un total fracaso.

Mandó muchos espías para saber cada paso de los viajeros, pero su trabajo no sería fácil. Los espíritus de los montes se percataron de la presencia de los mismos y decidieron proteger a los huéspedes.

Siendo su señor intolerante al fracaso, los espías decidieron buscar otras opciones para saber más sobre los viajeros. Comenzaron por interrogar a las aves, pero aun cuando fingían voces dulces y agradables, no les era posible engañarlas y los pájaros no contaban información alguna.

Sin embargo, aun cuando todos los pajaritos, se rehusaron a revelar alguna historia, Bech, ambiciosa y egoísta, se dejó seducir con la promesa de un mundo para ella.

La codorniz indicó a su parvada que al divisar a los dos visitantes levantaran el vuelo lo más estruendoso posible y así les permitiría a los espías ubicarlos.

El Gran Espíritu creador se sintió muy triste, era muy decepcionante ver como el ave que él tanto había amado le había traicionado y entonces le dijo: “Traicionera Bech, de hoy en adelante, tú y todos los tuyos quedarán a merced de las fieras y cazadores, pues cerca de la tierra vivirán para siempre”.

Zamna y el Henequén

Zamna, era un sacerdote de la ciudad de Izamal, muy apreciado por ser sabio y benévolo,  era tan confiable que el monarca un día solicitó su presencia para confesarle que los astrónomos le informaron acerca de la desaparición de su tierra en la próxima luna.

Para prevenir la desaparición de su cultura, le encomendó la tarea de viajar a otra región con algunas familias de ese reino y tres Chamanes o hechiceros de gran sabiduría. Debían llevarse todas las escrituras que recogieran la historia y cultura de ese pueblo.

Les indico un lugar y en él deberían construir una ciudad y edificar un templo donde guardarán los escritos que tenían en su poder para conservarlos de cualquier peligro.

“En nueve canoas, saldrás con los escogidos hacia el poniente. Después de nueve días, hallarás una tierra sin ríos ni montañas y entrarás en ella. Cuando encuentres agua, fundarás la ciudad que te he ordenado”.

El sacerdote encontró el sitio señalado por la monarca, pero no encontraban el lugar con agua que ella había señalado.

De pronto inició una lluvia que no cesaba y las personas celebraban el agua del cielo, Zamná comenzó a buscar algún lugar donde guardar el agua de lluvia, en ese trajín se acercó a una planta espinosa, que lastimó su muslo, ocasionándole una punzada de dolor.

El sacerdote sangraba y los acompañantes para reprender a la planta le cortaron algunas hojas y golpearon con ellas algunas piedras planas, entonces se percataron de que al azotar las hojas se obtenía una fibra que sería útil para la gente, esta fibra hoy en día se conoce como henequén o sisal.

El aguacero se mantenía y el agua se deslizaba rápidamente hacia algún lugar como si era atraída por algo, entonces Zamná decidió seguir y ver a donde le llevaba el curso del agua.

Entonces encontró un gran hueco donde se estaba acumulando toda el agua de lluvia y entendió que era el lugar que su reina le había señalado. Entonces rodeado de agua, de plantas de henequén y de su gente, decidió que ahí se fundaría la gran ciudad de Izamal.

La princesa y el Maquech

La princesa Cuzán era una mujer de gran belleza, conocida en toda la región por ser también respetuosa de sus costumbres y responsable con sus labores.

Cuzán no puso objeción en contraer matrimonio con el hombre escogido por su padre el príncipe Ek Chapat, pues era la costumbre.

Sin embargo, un día el Rey llegó al reino con un joven quien le ayudaba a llevar los presentes y el botín de la guerra al castillo, su nombre era Chalpol.

Cuando el joven y la princesa se vieron quedaron profundamente enamorados, aun cuando quisieron mantenerlo en secreto el Rey los descubrió y se enfureció, considerando esto una traición a su confianza.

El monarca decidió asesinar a Chalpol, pero Cuzán afligida promete dejar de verlo a cambio de que conserve su vida. El padre toma otra decisión, perdona la vida al joven, pero, por le pide a un hechicero que lo convierta en un maquech, es decir un escarabajo.

Entonces Cuzán tomando el escarabajo le adorna el caparazón con las piedras y los  metales más hermosos y colocándolo en una cadena lo lleva siempre en su corazón como la riqueza más preciada para ella.

El «Huay Chivo»

Esta narración es muy popular entre todos los mitos Mayas, cuenta la historia de un curandero de nombre Porfírio y su esposa Balbina. Resulta que un buen día en el pueblo donde vivían llevaron a cabo una repartición de tierras, se entregaron a diferentes personas, pero a Porfírio no le fue entregado ninguno.

Se molestó mucho y sintió rencor hacia todos los afortunados del pueblo, sentimiento que fue arraigándose y transformándose en una terrible envidia. Sin embargo, nadie se percató de eso.

El curandero que en secreto también sabía de magia negra y maldad, decidió vengarse. Cada noche se convertía en un chivo de gran tamaño y salía a destruir cultivos, corrales y viviendas.

Cada anochecer le daba a su esposa una pócima que la hacía dormir profundamente toda la noche, entonces el hacia un ritual que le permitía quitarse la cabeza y transformarse en el animal. Durante muchos días hizo lo mismo y regresaba a su casa al amanecer muy tranquilo.

Pero la gente del pueblo estaba muy molesta, las pérdidas eran cuantiosas, había mucha escasez y querían solucionarlo rápidamente. Fueron al pueblo vecino y consultaron con el curandero del lugar, quien les indico había un envidioso entre ellos, que estaba cometiendo tales fechorías.

Con estas palabras las sospechas que recaen sobre Don Porfírio se incrementaron, él estaba molesto por la repartición de tierras, así que era motivo suficiente para cometer esos delitos.

Fueron por él pero no lo encontraron, así que arremetieron en contra de Balbina, hasta ahora inocente de todo. Le reclamaron por las fechorías de Don Porfirio y el por qué ella permitía que las llevara a cabo.

La mujer negándose a creer en esas calumnias, decidió verificar por si misma si el era el causante de los desastres. Esa noche disimuladamente no bebió el brebaje y se hizo la dormida, entonces vio disimuladamente a su marido hacer el ritual y transformarse en animal.

La mujer se asustó terriblemente y no pudo dormir. Muy temprano fue a buscar consejo en el cura del pueblo y le contó lo ocurrido. El sacerdote le indicó que debía detenerlo y le dio unas instrucciones.

Esa noche puso agua a hervir y mientras su marido estaba en el pueblo transformado en chivo, ella coloco sala la cabeza y la metió en el agua caliente.

Cuando el Huay Chivo regresó a la casa el dolor era terrible pues solo estar cerca de su cabeza el dolor se intensificó. Debido a la sal en la cabeza el curandero no podría tomar su forma humana y quedó transformado en animal por el resto de sus días.

Doña Balbina se marchó muy lejos y los lugareños dicen que aún se escucha balar el chivo en los montes, muy disgustado con su mujer.

El Chom 

Los mitos Mayas tienen la particularidad de explicar el por qué de algunas características de los animales, como es el caso del cuento del Chom.

En Uxmal una importante ciudad maya, se realizó un festín para celebrar todas las bondades recibidas de Hunab Ku en ese año. El rey a quien le encantaban los festejos organizó un banquete exquisito, con los mejores platillos y licores para deleitar al dios y a todos los importantes asistentes.

El día de la celebración, la mesa estaba servida y el rey fue a recibir a sus invitados para hacerles pasar a la terraza, pero en ese momento en que la mesa quedó sin custodia los chom, que actualmente conocemos como zopilotes o zamuros descendieron y comieron alegremente todos los platillos.

Eran aves muy hermosas, de plumaje colorido y muy atrevidas. El rey disgustado ordenó que arrojaran flechas a las aves, pero estas alzaron el vuelo y ninguna fue lastimada, pero el rey quería castigarlas.

Entonces los sacerdotes tomaron algunas plumas dejadas por las aves y las quemaron hasta hacerlas polvo, con esa ceniza negra prepararon una poción y ordenaron poner comida para que los chom bajarán nuevamente.

Cuando las aves llegaron a comer, les mojaron con el líquido y les maldijeron: Desde ese día perderían su color y comerían animales muertos y desperdicios.

Las aves volaron hasta el sol con la intención de secar y eliminar la maldición, pero se acercaron tanto que se quemaron la cabeza y solo consiguieron quedar peor. Es por eso que los zamuros vuelan muy alto, para que nadie vea su cabeza desplumada y su oscuro plumaje.

El tunkuluchú

El tunkuluchú era considerada una de las aves más sabias de entre todos los pájaros, era respetado y buen consejero, sensato e inteligente, siempre obraba con sensatez y seriedad.

Los mitos Mayas nos relatan que un día el tunkuluchú recibió una invitación a una fiesta en el palacio del reino de las aves y aunque no le agradaban estas actividades decidió que era importante hacer acto de presencia, pues podía ser considerado descortés.

Se vistió elegantemente y el día señalado llegó al palacio, causando mucha conmoción porque generalmente no era un ave de fiestas y celebraciones.

Comió los mejores platillos y fue obsequiado con un rico licor dulce maya llamado balché, pero aun cuando solo bebió dos tragos, debido a la falta de costumbre se embriagó.

Todas las aves estaban igual de borrachas y la fiesta era una algarabía de silbidos, cantos y risas. Todas se divertían haciendo tonterías, queriendo ser más graciosas que las demás. Gracias al alboroto un hombre que pasaba cerca decidió entrar a beber y a molestar a los pájaros.

Al poco rato el maya estaba muy ebrio y comenzó a burlarse de las aves, pero al tunkuluchú comenzó a perseguirlo, para arrancar sus plumas. El hombre no lo alcanzaba y entonces le clavó una espina en la pata, el ave desesperada quería escapar y las demás borrachas como estaban, solo se reían pensando que estaba bailando.

Nadie le ayudó y el tunkuluchú dolorido y humillado por tal crueldad y la burla de las demás aves, decidió vengarse de los hombres, pues todos pagarían por esta ofensa.

Decidió desarrollar bien su olfato y cada noche iba al cementerio para aprender a reconocer el olor de la muerte, hasta que lo distinguió muy bien.

Fue cuando el tunkuluchú decidió anunciarles a los mayas su hora final, se posaba en los lugares donde percibía el olor a muerte y cantaba sin parar. Desde entonces los mayas tiene mucho miedo al canto del pájaro, pues dice que cuando el tunkuluchú canta, una persona muere.

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