La mejor forma de conocer la cultura de un país es adentrarse en sus relatos e historias, por eso hoy le invitamos a conocer los mas fabulosos Mitos y leyendas de México. ¡No se pierda ni un detalle de las coloridas historia mexicanas!
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Mitos y leyendas de México
Mucho antes de que llegaran los españoles con sus historias y cuentos propios, los pueblos nativos de América tenían una forma de abrazar lo inexplicable, de maneras poco comunes para el hombre europeo. Muchas historias que podrían causar espanto, parecían fascinar a las antiguas civilizaciones de Mesoamérica.
Los olmecas, zapotecas, mixtecas, aztecas y muchos otros pueblos antiguos, solían inclinarse hacia lo surrealista y lo misterioso, incorporando con frecuencia aspectos espirituales en diferentes áreas además de la religión, como en el arte y ciencia.
Además, como se puede imaginar, los europeos trajeron consigo muchos cuentos populares y supersticiones al Nuevo Mundo, enriqueciendo enormemente los misterios locales de los nativos.
Esta mezcla hizo de estas tierras y en este caso de México una combinación compleja de antiguo y nuevo, con una abundante colección de historias y cuentos extraños y dando origen a un folklore único y un sin número de supersticiones coloridas.
Es fácil imaginar que México está lleno de folklore y cuentos de magia, espantos, apariciones y brujas. Una visita a cualquier callejón, una gran plaza o un mercado local, le dará una idea de cuánto creen los lugareños en los encantos y maleficios
A continuación le ofrecemos algunos de los mitos y leyendas de México más conocidas, sin embargo es importante destacar que las tierras mexicanas tienen cientos de emocionantes y sorprendentes historias:
Callejón Diamante
En la ciudad capital de Veracruz, Xalapa, existe un callejón entre la calle Enríquez y Juárez que desde la época colonial, hasta hoy lleva el sobrenombre de Callejón Diamante.
El área circundante está llena de buenos restaurantes, cafés y dulcerias, galerías de arte eclécticas y tiendas concurridas, siendo en Xalapa una zona elegante y cosmopolita.
Los mitos y leyendas de México dicen que en la época colonial, un matrimonio joven vivía en una hermosa y lujosa casa cerca del callejón. El joven era un caballero español rico y pertenecía a una familia aristócrata en su país de origen. La joven nació en Nueva España y era conocida en toda la zona por su increíble belleza y su impecable reputación.
Antes de que los dos se casaran, el joven cortejó formal y respetuosamente a su futura esposa. Cuando llegó el momento y frente a su familia, pidió su mano en matrimonio y al proponérselo le dio a su encantadora futura esposa un hermoso anillo.
No es necesario decir que era un anillo muy valioso y costosa, pero ante todo hermoso, el centro de la sortija contenía un raro diamante negro.
Los que oyeron hablar de la joya dijeron que era mágica y el joven un poco en broma, un poco en serio afirmó que el anillo de diamantes no solo tenía el poder de intensificar el amor, sino que también tenía el poder de descubrir la infidelidad.
El día establecido contrajeron nupcias, entre flores y lujos, para luego mudarse a su gran casa señorial. El joven caballero español, muy exitoso en los negocios, tenía un socio comercial a quien amaba como un hermano. Sin embargo este amigo y socio comercial, no podía evitar el interés por la esposa de su amigo.
La hermosa joven, una vez conocida por su impecable virtud, comenzó a ver a este otro hombre a espaldas de su marido y aprovechando que el joven hizo un viaje de negocios a la Ciudad de México, la mujer aprovechó su ausencia como una oportunidad para pasar todo su tiempo libre con su nuevo amante.
Un día, ella olvidó el hermoso anillo de diamantes negros en la casa de su enamorado y para su mala fortuna, ese día su esposo regresó de la Ciudad de México, pero en lugar de ir directamente a su casa, se detuvo en la residencia de su socio comercial.
El socio y amigo estaba dormido cuando el caballero español entró en su casa, le busco en todas las estancias y cuando por último entró en la habitación, vio el anillo de diamantes negros de su esposa en la mesita de noche. Turbado, confundido y sin hacer ruido, tomó el anillo y regresó a casa.
Al llegar, fue a su habitación y su esposa lo saludó con un abrazo. La tristeza que al inicio invadió al hombre se convirtió en ira y lleno de celos, sacó una daga y golpeó a su esposa en el pecho, matándola al instante. Luego la levantó, la llevó a la cama y arrojó el anillo en su pecho, salió de su casa y nadie volvió a verlo en Xalapa.
Poco después del asesinato, los vecinos notaron algo muy curioso: algunas noches afirmaron que vieron la silueta de una mujer corriendo por el callejón. Otros afirman escuchar la voz de una mujer que ruega a su esposo que la perdone y cuando alguien sale a ayudar, la súplica simplemente se detiene y reina el silencio.
Nuestro Señor del Veneno
Esta historia que destaca entre los mitos y leyendas de México, nos relata el origen de la devoción a una imagen que data del siglo XVIII y que es la más querida de la Catedral Primada de México, conocida como el Señor del Veneno:
Don Fermín era un caballero cuya riqueza era considerable y realmente no tenía necesidad de preocuparse o levantarse temprano todos los días. Pero su devoción lo levantaba todas las mañanas antes del amanecer, cuando discretamente vestido con su chaqueta oscura, salía de su casa para ir a misa.
Al final de la ceremonia se detenía ante una gran figura de Cristo que tenía una expresión triste, deposita una moneda de oro en el plato de ofrenda al pie de la imagen, cuyos pies ensangrentados besaba humildemente y luego regresaba a su hogar de nuevo.
Don Fermín nunca se perdió una misa de la mañana, siendo un ejemplo de nobleza y fe, que todos sus vecinos notaban. Además, solía ayudar generosamente cuando lo buscaban por una necesidad apremiante.
En la ciudad, existía otro hombre exitoso y acaudalado llamado Ismael Treviño, sin embargo no era agradable y en muchas oportunidades dejaba ver su malicia y egoísmo. El bien de los demás era un peso para él, especialmente el de Don Fermín Azueta, de quien se sentía profundamente celoso.
Aprovechaba cada oportunidad para hablar mal de él y se amargaba cuando alguien decía algo en alabanza al noble caballero.
Esta envidia sin causa alguna conocida, hizo que Don Ismael interfiriera en todos los negocios de Don Fermín. Pero generalmente los resultados siempre eran contraproducentes para él, pues Don Fermín superaba todos los obstáculos y el éxito acompañaba siempre sus negocios.
Esto solo acrecentó la envidia y el odio por Fermín Azueta, el desprecio embargaba el corazón de Don Ismael y llegó el día en que solo ansiaba verlo muerto.
Esclavo de este malvado sentimiento, comenzó a planear cómo podría asesinar a su enemigo sin despertar sospechas. Después de pensarlo mucho, llegó a la conclusión de que la mejor manera de deshacerse de Don Fermín era envenenarlo.
Encontró a un hombre que preparaba el veneno más letal y perfecto que podía adquirirse, un líquido de color azul que no mataba inmediatamente, sino que, después de ingerirlo, se extendería por todo el cuerpo y después de unos días causaba el efecto deseado. Era indoloro y no dejaba ningún rastro.
Don Ismael envió un delicioso pastel elaborado con el líquido mortal a Don Fermín en nombre de un buen amigo que era concejal del Ayuntamiento. Nuestro caballero estaba muy complacido y lejos de imaginar el peligro en el que se encontraba, inmediatamente disfrutó un pedazo de pastel con su taza de cacao bien caliente.
Ansioso por conocer los resultados de su crimen, Don Ismael siguió cada paso que daba su víctima, caminó silencioso detrás de Don Fermín hasta la iglesia y desde lejos observó cada uno de sus movimientos.
Don Fermín entró al templo con su acostumbrada elegancia, un saludo afectuoso a todos los presentes como lo hacía todos los días y escuchó con mucha atención al sacerdote en la misa.
Cuando terminó la misa, fue a la adorada figura de Cristo a rezar y luego se arrodilló para besar sus pies. Apenas los había tocado con los labios, una mancha negra como la noche misma se propagó por la figura del Salvador, quien cambió su tono pálido por uno increíblemente oscuro .
Una mirada de miedo y asombro cruzó el rostro de Don Fermín y el de todos los que estaban cerca de la figura. Pero el más afectado fue Don Ismael que observaba a lo lejos. Una mezcla de pánico y arrepentimiento se apodera del hombre, quien de inmediato se puso de rodillas ante Don Fermín y confesó en voz alta su desprecio y el plan para eliminarlo.
Dicen los mitos y relatos de México que fue todo un milagro, la gran figura del Cristo, para salvar a Don Fermín, aspiró todo el brebaje, lo que causó su cambio de color.
Don Fermín haciendo gala de su nobleza observó detenidamente Ismael y sintió lástima y misericordia, le ofreció sinceramente su perdón y le ayudó a ponerse de pie para luego abrazarlo con sincero afecto.
La comunidad que estaba presente quería entregar a Don Ismael a las autoridades para que le castigaran como era debido, pero Don Fermín lo evitó y les dijo que para el todo estaba olvidado y no sentía molestia alguna, por el contrario les pidió que dirigieran una plegaria de agradecimiento a Jesucristo por protegerlo y salvarle la vida.
Don Ismael se marchó del templo muy apenado y afligido, empacó sus pertenencias y se marchó para no regresar nunca más.
Como era de esperarse la historia del Cristo milagroso se extendió rápidamente y muchos creyentes acudían cada día al templo para presentar sus respetos, rezar sus plegarias, hacer peticiones y encender velas a esta imagen del salvador.
Se dice que en algún momento las velas originaron un incendio y la imagen de Jesús también se quemó, por lo que tuvo que ser sustituida por otra igualmente oscura como estaba la original.
Hoy se aprecia en el altar de la Catedral Metropolitana en el Centro Histórico de la Ciudad de México, se le conoce como el Señor del Veneno, siendo aun frecuentado por muchos creyentes y uno de los mitos y leyendas de México más conocidos.
La leyenda de la flor de cempasúchil
Entre los mitos y leyendas de México está el relato de amor de Xóchitl y Huitzilin, un romance del que nació la flor de Cempasúchil, la flor favorita de los mexicanos en la fiesta de los fieles difuntos.
Esta maravillosa historia de amor comenzó cuando eran dos niños muy pequeños, que solían pasar todo su tiempo libre jugando y disfrutando, descubriendo la ciudad y sus alrededores.
Xóchitl era una niña grácil y bella,sin embargo amaba unirse a las aventuras de su vecino Huitzilin y con el tiempo, su amor floreció.
Disfrutaban caminar hasta la cima de una montaña cercana, donde ofrecerían flores a Tonatiuh la divinidad del sol, quien parecía sentirse agradado con sus presentes y enviaba desde el cielo sus dorados y cálidos rayos.
Un día hermoso, quizás un poco más de lo habitual, en la cima de ese mismo monte, juraron que su amor sería para siempre.
Pasado el tiempo un grave conflicto estalló, hubo guerra y los jóvenes tuvieron que separarse, pues Huitzilin tenía que alistarse con los demás guerreros y proteger su tierra natal. Pronto la terrible y dolorosa noticia de la muerte de Huitzilin llegó al pueblo, Xóchitl sintió que su mundo se había terminado y su corazón se rompió en muchos pedazos.
Subió una vez más a la cima del monte y pedir al dios del sol Tonatiuh, que le permitiera unirse de alguna manera con Huitzilin. El sol se conmovió con sus ruegos y arrojó un rayo que rozó su cara con sutileza y la transformó en una flor de colores radiantes y hermosos.
Sorpresivamente, un colibrí tocó con cariño el centro de la flor con su pico, era Huitzilin que regresó a este mundo en forma de un hermoso colibrí. La maravillosa flor abrió sus pétalos e impregnó el ambiente con un delicioso aroma.
Ambas almas están unidas mientras florezca el cempasúchil y los colibríes vuelan libres por la tierra. Dicen los mitos y leyendas de México que por esta razón, la flor de cempasúchil se convirtió en la Flor del Día de los Muertos.
La leyenda de Xunaan y el joven guerrero
Bolonchen de Rejón es un hermoso pueblo en el estado de Campeche en México y en el pasado fue una importante comunidad Maya. Bolonchen significa nueve cenotes o pozos, lo que para los nativos eran hoyos con agua o estanques naturales.
Los mitos y leyendas de México dicen que guiados por un hombre sabio y conocedor de la naturaleza, los primeros habitantes de Bolonchén llegaron al lugar donde encontraron nueve estanques muy profundos, que fueron creados por los dioses para recolectar agua de lluvia.
Era una zona bastante complicada y para estos primeros habitantes poder habitar en esos parajes implicó luchas constantes y muchas batallas. No fue fácil, pero su líder, un joven guerrero valeroso e intrépido los guiaba y así pudieron hacerse cargo de ese lugar.
En esa comunidad vivía una joven llamada Xunaan, su hermosura era famosa, pero mucho más su dulzura y su carácter amable, ganándose el amor de todos los habitantes.
Su dulce voz, su carácter afable y su belleza cautivaron al joven guerrero, quien definitivamente fue derrotado por el encanto de Xunaan. Pero su amor era correspondido, ya que ella de igual manera se sentía enamorada de él.
Sin embargo aunque ellos se amaban, la madre de Xunaan no aceptaba la relación. Su gran temor era que Xunaan se casara y se marchara, entonces decidió ocultarla en una cueva en Akumal.
El joven al percatarse de la desaparición de Xunaan, comenzó a buscarla con desesperación y su mente no prestaba atención a otra cosa que no fuera encontrarla, por lo que dejó de lado sus labores, descuidó a su comunidad y la gente empezó a notar como el bienestar y la felicidad de la aldea desaparecen.
Ante semejante situación el pueblo se organizó y emprendieron la búsqueda de la muchacha, un día tras otro, semanas tras otras y así pasaron meses, sin poder dar con su paradero.
Xunaan había desaparecido, sin embargo el guerrero no se resignaba, Luego de varios meses, un día soleado a orillas del pozo un grupo de mujeres lavaban la ropa, cuando una hermosa ave se les acercó, jamás había visto un pájaro así.
De pronto el ave con su hermoso plumaje, levantó agua y salpicó a todas las mujeres, que escucharon a lo lejos la voz de Xunaan, parecía provenir del fondo del pozo.
Sin perder tiempo avisaron al joven guerrero quien siguiendo al ave mensajera dió con la cueva donde estaba atrapada la joven. Las paredes del lugar eran estrechas y el descenso por esas paredes de roca era sumamente complicado, pero su amor y la alegría de haberla encontrado le dieron fuerza y valor.
Después de meses de llanto, dolor y angustia los enamorados pudieron estar juntos nuevamente y el amor, la felicidad y la prosperidad retornaron a las personas y la comunidad de Bolonchén.
Dicen que aun después de tantos años, la voz de Xunaan aún se escucha en esa cueva, cantándole a su amado y actualmente muchas personas visitan este mítico lugar llamado Xunaan, en Akumal, esperando poder oirla.
La leyenda del cacao
Esta historia relata el origen de la planta del cacao, un fruto del nuevo mundo que conquistó al viejo mundo, pues difícilmente alguien no se rinde a un buen chocolate.
El dios mítico Quetzalcóatl, quería ver a su gente sana, fuerte e inteligente, convertidos en artistas, científicos y conocedores de todas las áreas.
Pensó que estar bien alimentado era imprescindible para eso y por eso procuro que tuvieran el alimento necesario para eso. Así como entregó a los primeros hombres los granos de maíz, hoy le contaremos la historia de cómo Quetzalcóatl les dio a los toltecas los preciados granos de cacao.
Se dice que Quetzalcóatl tomó del hogar de los dioses, al que se conoce como paraíso, un árbol de cacao muy pequeño y lo plantó en Tula, México.
Pero no bastaba solo con plantarlo, pues el pequeño árbol, necesitaba agua, entonces le pidió a Tláloc, el dios del agua, que enviara lluvia a ese lugar para que la planta pudiera prosperar y crecer.
Luego visitó Xochiquetzal, la deidad del amor y la belleza y le pidió que le diera al árbol vistosas flores. El pequeño árbol se fortaleció y creció, era frondoso y florido, con el paso del tiempo dio frutas y el pueblo disfrutó de los beneficios del cacao.
Nuestra Señora de la Soledad
La leyenda dice que en 1620 el dueño de unas mulas que trabajaba llevando cargas, iba por el camino guiando a sus mulas por las calles de Oaxaca en su camino hacia Guatemala y de repente descubrió que tenía un animal extra, con una gran caja en la espalda, que por supuesto no era de él.
Muy próximos a la entrada de la ermita de San Sebastián, la mula se derrumbó pues la carga era excesivamente pesada y aun cuando el hombre intentó levantarla no pudo. Decidió notificar a las autoridades, para evitar ser acusado de robo y estas levantaron la caja.
El animal murió y nadie sabía quién era el dueño de este y de la carga que llevaba a cuestas, por lo que decidieron abrirla para saber qué contenía.
Cuando los funcionarios abrieron la caja, encontraron dentro de la imagen de la Santísima Virgen de la Soledad con un Cristo, junto con un cartel donde se leía: La Virgen de la Cruz.
Fue un evento atípico y sorprendente, que dio origen a muchos comentarios y el obispo Bartolomé Bojórquez, ordenó un santuario construido en honor a esta divinidad.
Nuestra Señora de la Soledad fue nombrada la patrona de Oaxaca y su fiesta es cada 18 de diciembre. Todos los oaxaqueños rinden este día honores a su divina reina por todas las calles de la ciudad.
Los Nahuales
Los relatos sobre Nahuales entre los mitos y leyendas de México suelen ser muy frecuentes, siendo de los más populares. El nahual es un ser sobrenatural, posiblemente un poderoso hechicero que solo aparece de noche, según algunos relatos.
Este puede tomar la forma de un animal o elemento de la naturaleza, con el fin de hacer algún daño. Sin embargo ese estigma de malvados que tiene a través de la historia, no es del todo cierta.
Se dice que algunos nahuales hacen las veces de animales guardianes, pues son seres protectores que son asignados al ser humano cuando nace, como una especie de ángel guardián.
Tlaltecuhtli
Esta figura es una deidad descrita de diferentes formas, que dio origen al mundo que hoy conocemos. Una historia la considera un gran monstruo, con muchos ojos y bocas, feroz, violenta y salvaje. Se dice que generaba tal caos que los dioses Quetzalcóatl y Tezcatlipoca, tomando forma de grandes víboras, que atacando al mítico ser, lo partieron a la mitad.
Una parte del cuerpo dio forma al firmamento, el cielo sobre la tierra y la otra parte del cuerpo dio vida a la tierra, al reino vegetal y animal, a los cuerpos de agua y a todas las formas y relieves de nuestro planeta.
El conejo de la luna
El conejo de la luna es uno de los mitos y leyendas de México que sigue siendo muy popular y que es agradable a personas de todas las edades, donde nuevamente interviene la figura de la Serpiente Emplumada. Se dice que la blanca luna tiene unas manchas que se parecen mucho a la forma de un conejo y esto no es casualidad.
En una oportunidad el dios Quetzalcóatl decidió tomar forma humana y pasar un día en la Tierra, para ver, pasear, curiosear y disfrutar. Como suele pasar cuando te estás divirtiendo, el tiempo pasó muy rápido y sin darse cuenta cayó la noche. Estaba demasiado cansado y hambriento para regresar a su morada.
Tenía demasiada hambre, tanta que le dolía el estómago. Un conejo que estaba cerca le observó y para ayudarle le ofreció la zanahoria que comía, pero el dios se negó, no consideraba correcto quitar la comida a otro ser.
Entonces el conejo le dijo, que, si en algún momento sentía que no soportaba el hambre, se lo podía comer a él, para que sobreviviera.
Esta bondadosa intención conmovió al dios, quien pudo reconocer enseguida la bondad del animal. Lo tomó entre sus manos y lo elevó tan alto que llegó hasta la luna, donde quedó dibujada la silueta para ser recordado eternamente.
Es por eso que las manchas de la luna parecen un conejo, para que jamás el mundo olvide la bondad de este ser vivo, como lo prometió Quetzalcoatl.
Los chaneques
También conocidos como aluxes, son seres mágicos o entidades que los antiguos nativos relacionaban con el inframundo. Depende de quien lo cuente o donde se cuente estos seres pueden tener diferentes apariencias o aspectos, generalmente se dice que son similares a las personas, pero diminutos.
Los mitos y leyendas de México dicen que se dedican a proteger la vegetación y fauna silvestres, por lo tanto, suelen hacer vida en las junglas, los bosques, las sabanas, etc. Suelen cuidar las fuentes de agua como los manantiales y los cenotes, además de árboles y todos los animales silvestres.
Los antiguos creían que eran capaces de espantar a las personas, haciéndoles perder su tonalli, un espíritu que da al ser vigor y energía para el crecimiento y el desarrollo y que le es otorgado el día de su nacimiento.
Esta situación debía ser corregida mediante una ceremonia, que ayudaba a encontrar nuevamente el tonalli extraviado, pues podía causar el deceso de la persona.
En la actualidad, estos seres son vistos como espíritus traviesos que parecen niños y en las tierras del sureste mexicano, se dice que son bromistas. Les encanta desaparecer y esconder cosas, además le gusta hacer perder el camino a los viajeros.
Los chaneques se consideran en las zonas del sur, por ejemplo, Yucatán, Chiapas y Veracruz, como minúsculos duendes, que ayudan a cuidar sembradíos de cualquier plaga, animal o ladrón. Además, les agrada burlarse de las personas, hacer ruido, arrojar piedras, entrar a las viviendas y esconder objetos.
Las creencias populares indican que para evitar ser molestado por alguno debe colocarse la ropa al revés cuando ande solo por los caminos, sobre todo si están rodeados de vegetación. Si desea que le devuelvan algo, debe colocar comida y agua en el mismo lugar, diariamente.
Popocatépetl e Iztaccíhuatl
Esta historia famosa entre los mitos y leyendas de México, relata el origen del Popocatépetl e Iztaccíhuatl, dos volcanes que se localizan entre los límites de la Ciudad de México y Puebla.
Se dice que hace miles de años, estando el imperio Azteca en su mejor etapa, dominaban y sometían a los pueblos vecinos. El fuerte cacique de los Tlaxcaltecas, quienes eran sus rivales, decidió enfrentarlos para conservar la libertad de su gente y acabar con la opresión.
El mejor guerrero Tlaxcalteca era el joven Popocatépetl, quien además de liderar las tropas, amaba profundamente a la hija del cacique, llamada Iztaccíhuatl que también lo amaba con todo su corazón.
El cacique veía con buenos ojos esa unión y le prometió al guerrero que a su regreso de la batalla celebrarían el matrimonio si así era su deseo.
Antes de partir a la batalla el joven propuso matrimonio a la princesa y se hicieron la promesa de casarse al regreso del guerrero y guardar el amor en sus corazones hasta entonces. Sin embargo, la envidia siempre presente entristeció el corazón de Iztaccíhuatl, un rival oculto de Popocatépetl, furioso y celoso del amor de ambos, le anunció a la princesa que su prometido había muerto en batalla.
Iztaccíhuatl entró en una profunda princesa, su llanto amargo no cesaba, no comía ni bebía y pronto se sumió en un profundo sueño, del que nadie pudo hacerla regresar.
Pasado un tiempo los guerreros encabezados por Popocatépetl regresaron vencedores, el líder solo esperaba ver a su joven amada y poder celebrar su boda, pero solo encontró la terrible noticia a su llegada. La princesa Iztaccíhuatl, había fallecido a causa de tristeza.
Para él fue devastador, por días vago solitario y entristecido, entonces decidió que honraría el amor y el recuerdo de su único amor, para que este perdurará eternamente en la memoria de su gente.
Ordenó construir diez colinas amontonando tierra y plantas, formando una montaña de increíbles dimensiones que haría las veces de una tumba ante el sol. Subió a la cima con Iztaccíhuatl entre sus brazos, lo coloco suavemente en lo más alto y la besó.
El joven guerrero tomó una antorcha encendida y frente a ella se puso de rodillas para protegerla por siempre. Nunca más se separó del cuerpo de la princesa y con el tiempo la nieve los cubrió transformándolos a ambos en las dos grandes montañas que permanecerán juntas para siempre.
Cada cierto tiempo el guerrero parece recordar a su princesa amada, el corazón que aún conserva ese eterno amor vivo ruge y tiembla y la antorcha se enciende nuevamente, dejando ver una gran humareda. Entonces las personas del mundo temen por el despertar del volcán Popocatépetl.
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