La historia de cuentos y mitos es una de las costumbres que se vive y continúa traspasando de persona a persona aún en todo el territorio de este país centroamericano. Es por ello, que mediante este artículo te invitamos a conocer las Leyendas Cortas de Honduras más populares.
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Leyendas cortas de Honduras
Algunos hondureños consideran, que los cuentos que sus antepasados han narrado a lo largo de los años son ciertos. De hecho, una gran parte de la población hondureña es muy supersticiosa; creen en la brujería, los magos, los hechizos, las maldiciones, los fantasmas y todo tipo de seres del más allá.
Otros sin embargo, creen que estas historias son producto de la imaginación de la gente inventadas para generar miedo.
Las entre las variadas leyendas cortas de Honduras que se corean diariamente, están las de terror que detallan a individuos enigmáticos, criaturas asombrosas o entidades malvadas que atormentan diferentes partes de este país; también hay de eventos rarísimos, lugares encantados, demonios y mucho más. Aquí veremos algunos de esos relatos:
Los enamoramientos del duende de Trujillo
De acuerdo con los relatos de las leyendas corta de Honduras, este elfo según era un carismático ángel al que le gustaba tocar la guitarra y por ser un picaflor fue echado del cielo.
Cuando cayó en la Tierra, se transformó en un espantoso duende: un hombre pequeño con orejas grandes y una barriga bultosa, este siempre cubría su cabeza con un gran sombrero.
De este duende comentan, que robó a mujeres hermosas y jóvenes. En la actualidad, cuando una mujer crea haber visualizado a este duende, debe inmediatamente pronunciar lo siguiente: «recuerda la música del cielo», para que este tenga miedo y abandone el lugar.
El duende intimida a una mujer, arrojando cosas a la ventana de su casa; y cuando este logra su cometido de tomar a las mujeres que desea, nunca a estas se las vuelve a escuchar ni ver.
La Siguanaba
Esta es la historia de una joven hermosa, que suele manifestarse cerca de un río a medianoche a los hombres que engañan a sus esposas o novias. Ella los atrae y los hace enamorarse, pero cuando aceptan las insinuaciones, se convierte en un ogro. Según el mito, solo les parece a los hombres infieles y a los jóvenes casanovas.
El Sisimite
El Sisimite es otra interpretación de seres gigantes que salen y se esfuman de la misma manera. Este monstruo también se llama Itacayo, que deambula por las altas montañas en busca de las cuevas más remotas para habitarlas. De acuerdo a este mito, se dice que estos monstruos secuestran mujeres y las llevan a sus cuevas; de aquí los lugareños tienen la concepción que de la unión de estas criaturas con mujeres, se dio origen a los hombres monos.
Esta historia todavía se usa para asustar a las jovencitas que se van lejos de sus hogares, aunque según relatos de algunos dicen una mujer logró escapar del escondite donde esta criatura la tuvo secuestrada.
El comelenguas
Durante un tiempo, los agricultores hondureños comenzaron a quejarse de la pérdida de ganado. Los cadáveres de las vacas constantemente se conseguían tendidos en el pasto, y habían indicios de que su muerte fue ocasionada por una criatura salvaje; sus lenguas eran cortadas desde la raíz y las mandíbulas de estas estaban abiertas, totalmente dislocadas.
Se realizó un estudio de campo para saber quien era el causante de estos desagradables hecho, de ello se obtuvo un archivo fotográfico de animales muy extraños que casi tienen características prehistóricas; a ellos se les adjudicó de ser los comelenguas.
Sin embargo, no ha sido validado aún la existencia de estas criaturas, aunque se recopilaron datos sobre especímenes similares en Goiás – Brasil en la década de 1940, cuando se produjeron la mayoría de los casos.
El cadejo blanco
Es un perro mítico que se manifiesta solo frente a personas que deambulan a altas horas de la noche, dependiendo de la versión, el perro tiene dos formas: una blanca, que es la buena; y otro negra, que es la mala.
El perro negro está asociado con el mal y dicen que caza gente borracha que andan de parranda,en carnavales o juegos de azar y bares.
Mientras que el perro blanco resguarda a aquellos que no anden por el mal camino, pero que tuvieron que deambular por las calle de noche por una razón diferente.
La Sucia
Esta historia tiene particularidades muy similares a la de La Llorona o La Sayona en el resto de América Latina. Era una joven muy hermosa que tenía un novio el cual consideraba el amor de su vida. Sin embargo, un día al ir a la iglesia para contraer nupcias, el sacerdote se negó a casarlos porque la joven no estaba bautizada. El matrimonio no tuvo lugar y ella se deprimió, razón por la cual el novio la dejó.
Cuando descubrió que su ex prometido se iba a casar con otra, sorprendida por la noticia cayó en la locura y se lanzó desde un acantilado. Es por eso que su espíritu deambula por las orillas de los ríos, haciendo gritos horribles y asustando a cualquiera que se encuentre a su paso.
El Cristo de Santa Lucía
Es una de las leyendas cortas de Honduras, compartida frecuentemente por las ciudades de Cedros y Santa Lucía; los habitantes de estas ciudades se dieron cuenta de que los Cristos de sus principales iglesias fueron intercambiados y decidieron regresar cada uno a su lugar de origen.
Es así, como las dos poblaciones partieron su caminata hacia Tegucigalpa, donde intercambiarán los santos pero los de Santa Lucía no lograron llegar porque su Cristo comenzó a pesar en un lugar llamado La Travesía, y ya no podían transportarlo a su destino final. Por lo tanto, la imagen regresó a la Iglesia de Santa Lucía.
La mula herrada
Esta es una historia aterradora sobre nuevamente una hermosa joven, que murió cuando se enteró de la muerte de su madre causada por los golpes de una mula salvaje, le había dado cuando la dejó sola.
La joven fue enterrada y al tercer día ella revivió saliendo de la tumba transformada en una mula herrada, mitad mujer, mitad mula.
Dicen que esto fue la condena por haber abandonado a su madre. Otros expresan, que la vieron a medianoche transitando cerca de un lugar donde se reúnen personas de mala vida, instándolos a cambiar su actitud.
La lluvia de peces de Yoro
Fue un hecho climático extraño e increíble que ocurrió en la ciudad de Yoro. Es una lluvia de peces que siempre ocurre entre los meses de mayo y julio. Según los residentes de Yoro, este fenómeno sorprendente ha estado sucediendo durante un siglo.
El origen supersticioso de este evento se adjudica a la historia del padre Subirana, un religioso que visitó Honduras en 1856 y 1864.
Al encontrar a bastante personas pobres y necesitadas de alimentos, oró por tres días y tres noches requiriendo la ayuda de un milagro de Dios para ayudar a los pobres a conseguir comida.
El cerro brujo
Es una de las montaña más pequeña ubicada cerca del pueblo de Tegucigalpa. Esta leyenda tiene apenas 40 años hoy.
Según los relatos, la construcción de una residencia se planeó en la cima de la colina, que no se llevó a cabo porque un hombre gigante apareció en el sitio mientras algunas personas trabajaban.
Esta historia podría estar relacionada con el «sisimite», no lo sabemos. Después de eso, el trabajo se paralizó por temor a que el gigante reaparecieron; es por ello que esta área fue llamada como «el cerro brujo».
Los cíclopes
Los nativos de la selva de Misquita, tienen la concepción de que existe en sus cercanías un ser parecido a un cíclope. Según una historia a mediados del siglo XX, un nativo de nombre Julián Velásquez no quería ser bautizado.
Este habitaba cerca de la laguna de Seca, pero fue a la costa atlántica con un hechicero. Allí tuvo un encuentro con una tribu de comedores de hombres, los cuales se caracterizaban por tener un solo ojo. Julián fue secuestrado y encarcelado con tres blancos y mestizos, con el fin de engordarlos. El hombre logró escapar de la famosa tribu; y más nunca se escuchó hablar de tales cíclopes de nuevo.
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