Existe una leyenda mexicana que muchos asocian con la clásica Romeo y Julieta y que le ha dado a un callejón estrecho de la ciudad de Guanajuato una reputación de romántico. ¡Te invitamos a conocer la Leyenda del Callejón del Beso!
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Leyenda del Callejón del Beso
Entre los numerosos callejones y calles de la ciudad mexicana de Guanajuato, existe un callejón muy conocido que destaca entre todos los demás, primeramente, por su increíble estrechez y además la trágica historia de amor que dicen los lugareños, tuvo lugar allí.
El callejón oculto detrás de la Plaza de Los Ángeles, es una delgada brecha entre los edificios y quizás no destaca entre otros callejones estrechos en toda la ciudad, pues su apariencia es muy similar.
No obstante, el Callejón del Beso tiene algo muy particular, es un pasaje inclinado que solo tiene espacio para una o cuando mucho dos personas de pie, que se coloquen hombro con hombro entre los imponentes edificios naranjas a cada lado.
Además, las repisas de las ventanas y las pequeñas macetas de plantas cuelgan, creando un pequeño pasaje urbano bastante encantador. Pero para los lugareños, el verdadero atractivo es la leyenda del callejón del beso.
Según las historias locales, una familia adinerada vivía en uno de los edificios que ayudaron a crear el callejón y su hija, cuya ventana de la habitación daba al callejón, se enamoró de un joven de una posición muy diferente a la de ella.
El joven alquiló la habitación del edificio frente a la de ella, con una ventana que estaba directamente enfrente de la suya también. Luego se encontrarán en secreto y se besarán en el pequeño callejón.
Desafortunadamente, el padre de la jovencita se enteró y en un ataque de ira hizo algo que lamentó por el resto de su vida.
La mayoría de los relatos de la historia terminan allí, pero algunos van un poco más allá, según quien lo cuente y dicen que el joven se arrojó a la muerte en el callejón de abajo. Lo cierto es que su amor juvenil lleno de tragedia cambió para siempre la identidad del callejón.
Hoy en día hay una tienda de curiosidades y obsequios en lo que se dice fue la antigua habitación de la muchacha y mucha gente viene y cuelgan candados y cerraduras de amor en las rejas de los balcones. Sin embargo, la mayoría simplemente pasea por el estrecho callejón, solo con la intención de detenerse y besarse.
Lo cierto es que la magia de la leyenda del Callejón del Beso atrae a innumerables viajeros que anualmente visitan la ciudad, siendo considerado este angosto pasaje uno de los escenarios más románticos de la zona colonial de la ciudad.
Generalmente se dice que las parejas que acuden hasta aquí, deben seguir la tradición de darse un beso en las escaleras de la callejuela para que su amor perdure por siete años más.
El relato popular
En la ciudad de Guanajuato, vivía una joven llamada Carmen, hija de una familia acomodada que a todos lados que iba llevaba con ella un ama de llaves. Solía dar pequeños paseos cerca de su casa, pero generalmente solo podía frecuentar la iglesia, pues su padre era muy estricto.
Un día justo cuando estaba en el templo conoció a Luis, un minero decente y con cierta riqueza, pero que no tenía ningún tipo de título noble o posición de importancia en la sociedad.
Se veían con todas las tardes, pues Carmen iba acompañada de su ama de llaves, quien se encargaba de vigilar que nadie descubriera a la pareja mientras estaban junto y después de un tiempo se enamoraron.
Aun cuando Luis era minero y vivía cómodamente, Carmen era hija de un rico terrateniente, que tenía planeado casarla con algún miembro de la nobleza española que le fuera favorecedor a él.
El amor de los dos jóvenes crecía y se hacía cada vez más profundo, pero para su mala fortuna, un día fueron descubiertos y el padre indignado obligó a Carmen a permanecer encerrada en su casa.
Sus planes eran enviarla a un convento, hasta tener arreglada su boda, por lo que las instrucciones sería que solo podía salir cuando llegara el momento de casarse con un noble, como él lo ordenaba.
Ella lloró y rogó a su padre, prometió no ver a Luis jamás, pero sus palabras no fueron escuchadas, ninguna de sus súplicas causó efecto. Se quedaría en su habitación, hasta que su padre la llevara al convento personalmente.
Sin embargo, la joven no se dio por vencida, logró, con la ayuda de su ama de llaves, enviarle una carta a Luis relatando los planes de su padre.
El joven tratando de poder verla y acortar las distancias, recordó que la habitación de su hermosa amada tenía un balcón que veía a un estrecho callejón, tanto podía tocar la pared de la casa del frente solo estirando la mano. Sin perder tiempo habló con el dueño y él aceptó vender su casa. Pronto estaría muy cerca de su amada.
Carmen lloró durante largo rato, caminando por su habitación. Decidió salir al balcón por un poco de aire fresco y para su sorpresa, estaba Luis esperándola. Extendieron sus manos hasta tocarlas y pudieron volver a sentirse cerca.
Pero solo habían pasado unos minutos cuando, entró el padre gritando con furia dentro del dormitorio, apartando con ira al ama de llaves, que trataba de impedirle el paso.
Cruzó furioso la habitación y sin dudar le clavó una daga en la espalda de su hija, quien aún tocaba la mano de Luis. El joven solo pudo dar un beso en la mano de su amada como despedida, para luego verla morir por esa letal herida.
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