¿Qué son las Hadas? Su significado y concepto

En el mundo en que habitan los seres fantásticos como elfos, gnomos, duendes, sirenas, gigantes y otros seres fantásticos las Hadas ocupan un papel prominente, rondando constantemente en torno a los humanos, para bien o para mal intervienen en su destino y propician encuentros o acontecimientos inesperados.

HADAS

Índice de Contenido

Hadas

Las hadas son gráciles criaturas fantásticas propias de la mitología europea especialmente del folclore celta, inglés, eslavo, alemán y francés. Según estas tradiciones son seres que protegen la naturaleza y están relacionadas con elfos, gnomos, duendes, dioses, sirenas y gigantes.

En la mitología grecorromana se les conoce como hados. Los mitos sobre las hadas tienen variados orígenes basados en creencias populares de diversas fuentes, desde ángeles caídos o demonios de la tradición cristiana pasando por espíritus de los muertos, dioses menores de los paganos hasta antecesores de los humanos.

Origen

Existen varias teorías que tratan de explicar el origen de las hadas. La más ampliamente aceptada por los folcloristas, historiadores, etnólogos, arqueólogos y escritores sostiene que  su origen proviene de la supervivencia de los espíritus y divinidades de las creencias paganas, especialmente de la mitología griega, de la romana y las leyendas celtas que con la llegada del monoteísmo y el cristianismo a Europa  fueron demonizados cambiando sus funciones.

Es por mucho la teoría más aceptada la que dice que las hadas fueron los dioses mayores y menores paganos que con la llegada del cristianismo sufrieron un cambio en sus funciones, sus poderes y sus percepciones y pasaron de la religión a las leyendas populares y a la literatura. Como ejemplificación muchas criaturas fabulosas que se consideraron dioses en la mitología y las leyendas antiguas ahora son presentados como hadas sobre todo en la literatura más reciente.

Sobre todo en la Edad Media se presentaban muchas confusiones entre las diosas y las hadas. Las hadas de las leyendas del Medioevo se parecen demasiado a la diosa antigua Venus y sobre todo a Diana compartiendo muchos de sus atributos sobre todo sus vínculos con la naturaleza los cuales también comparten con ninfas y dríades.

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Las ninfas, las parcas y los druidas fueron los antecesores de las hadas según el erudito francés Alfred Maury. Por su parte Walter Scott, escritor escocés, ve su origen en las criaturas rurales salvajes como sátiros, faunos y silvanos, como sostiene en su obra “Historia de la demonología y la brujería”:

“Estos silvanos, estos sátiros y estos faunos, cuya superstición poblaba los densos bancos y los altos bosques de esta región romántica, se vieron obligados a dar paso a las deidades cuyo carácter se parecía mucho al de ellos, y que probablemente tienen algo de sus atributos de sus predecesores clásicos […] nos referimos a las hadas […]. «

En la mitología griega se encuentran los Hados “destino”, también llamados Fatum o Sino, como un poder inevitable que dirige la vida de los humanos, que, como lo menciona el poeta romano Ovidio podían ser masculinos como Oberón, rey de las hadas o femeninas. La estudiosa española de la cultura y literatura medieval Victoria Cirlot Valenzuela estima que las parcas, personificaciones femeninas del Fatum, son antecedentes de las Hadas, en especial de las hadas madrinas.

Algunos autores como Collin de Plancy y Sherman Loomis sostienen que el mundo de las hadas, feérico, tiene su origen en las mitologías célticas y centro europeas. A partir de la baja edad media, siglos XIV y XV, las hadas, en femenino, es cuando comienzan a tener relevancia. La primera seria La Dama del Lago que describe Chrétien de Troyes en su obra “Lancelot ou le Chevalier de la charrette”. La Dama del Lago fue la encargada de educar y curar de la locura a Lancelot según de Troyes, sin llamarla hada, aunque en obras posteriores se le identifica como Viviana.

En el folclore del norte europeo se las consideraba como duendes, los gnomos y los trasgos, entes de la naturaleza que habitaban los túmulos funerarios. Eran consideradas criaturas del inframundo ideadas para acentuar en la creencia de la vida después de la muerte que le diera sentido a esta.

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Basándose en la mitología irlandesa el dramaturgo irlandés William Butler Yeats dice que cuando los Tuatha Dé Danann (dioses y diosas irlandeses) fueron derrotados se convirtieron en hadas, algunos llegando hasta Tír na nÓg (el otro mundo), otros volviéndose invisibles y los demás escondiéndose debajo de los túmulos.

Según las investigaciones de autores como Claude Lecouteux, Alfred Maury y Laurence Harf Lancner muchas hadas tienen su origen como personificaciones del agua. Las criaturas que se pueden catalogar como hadas del agua están presentes en la mitología de toda Europa occidental y en todos los casos habitan en mansiones parecidas a la de los humanos ubicados en el fondo de las aguas, como en un mundo paralelo.

En los textos de la Edad Media el agua es un elemento común ya sea la mítica fuente de Barenton o el río cercano al lugar donde Laval conoce a las dos hadas que luego lo conducirán a la isla de Avalón.

Es obvio que las hadas alemanas tengan su origen en las criaturas de la mitología germánica como las ondinas y las nixes según el especialista en estudios medievales alemanes Claude Lecouteux, quien también sostiene que la antropomorfización del agua se debe al temor que los humanos siente hacia ese elemento y de allí la gran cantidad de seres sobrenaturales subacuáticos.

Las deidades eran personificación de las fuerzas naturales según la explicación que prevalecía en la época victoriana. Aplicando esta teoría se entiende a las hadas tanto como personificación de la naturaleza que como metáfora de conceptos subjetivos y abstractos como el amor y la victoria los cuales fueron endiosados por las diferentes creencias de las religiones más antiguas del occidente europeo.

Una creencia popular de los pueblos celtas habla de un pueblo de gente pequeña perseguida por los otros hombres y obligadas a esconderse. A esta gente se le consideró espíritus y hadas e incluso otra raza de hombres. Se dice que viven bajo tierra escondidos en colinas y túmulos o al otro lado del mar. Arqueólogos del siglo XIX dicen haber encontrado habitaciones subterráneas en las islas Orcadas parecidas a las de los elfos en el cuento de hadas Childe Rowland.

Según la creencia popular las puntas de flecha hechas de pedernal durante la edad de piedra fueron fabricadas por las hadas. La aversión de las hadas al hierro es interpretada como el miedo que esta gente pequeña sentía a enfrentarse a los hombres con armas de hierro mientras ellos solo tenían armas hechas de piedra por lo que serian fácilmente derrotados.

La ropa verde y las mansiones subterráneas fueron necesarias para escapar de los hombres hostiles y desarrollaron sus poderes mágicos para poder luchar contra un enemigo mejor armado y más fuerte físicamente.

La religión cristiana también sirve de base para algunas teorías del origen de las hadas. Según algunos escritos apócrifos, incluyendo entre ellos a El Libro de Enoc, después que algunos ángeles se le rebelaron en contra de Dios este les cerró las puertas del paraíso. Los que quedaron dentro del paraíso con Dios se convirtieron en ángeles, los que se fueron siguiendo a Satanás hacia el infierno se convirtieron en demonios y los que no supieron elegir entre seguir a Dios o seguir a Satanás se convirtieron en hadas.

Claude Lecouteux, especialista en estudios alemanes medievales, explica que las hadas que llegaron a las aguas se convirtieron en ondinas, las que cayeron dentro de fuentes se transforman en ninfas, y las que llegaron a los bosques se volvieron dianas. Otra versión sostiene que las hadas son ángeles caídos que no eran lo suficiente buenos para entrar en el cielo y no eran lo suficientemente malos para descender a los infiernos. También se dice que las hadas son hijas de los ángeles caídos que mantuvieron relaciones con humanas.

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El juicio de las brujas de hadas sicilianas entre los siglos XVI y XVII demuestra que las relaciones entre el cristianismo y las hadas han tenido sus épocas difíciles. Con la radicalización causada por el puritanismo la idea de igualar a las hadas con demonios se popularizó. Y seres como los duendes que eran catalogados como espíritus de la casa muy amigables fueron demonizados y convertidos en perjudiciales. Tener cualquier trato con las hadas se consideraba hechicería y era fuertemente castigado.

Algunos autores dan explicaciones más poéticas al origen de las hadas, como es el caso como la que da el dramaturgo escocés J.M. Barrie en su novela The Little White Bird sobre Peter Pan donde dice que cuando el primer bebé ríe por vez primera su risa estalla en miles de fragmentos que se dispersan en todas las direcciones dando comienzo a las hadas.

Hadas en diferentes culturas

En los mitos celtas se menciona el reino de los Áes Sídhe, en ingles Fairy Folk, cuya traducción al español más cercana sería Hadas, sin referirse a criaturas diminutas con alas de mariposa, sino a entes semidivinos, habitantes de ambos mundos, relacionados con la naturaleza y los dioses, de aspecto humanos, más bajos que el promedio, de piel muy blanca, ojos claros y cabellera negra.

Durante el Medioevo las hadas, también llamadas “las buenas gentes” se relacionaban con la hechicería y los encantamientos y con conocimientos sobre las hierbas, las palabras y las leyendas que le otorgaban poder para mantenerse siempre jóvenes y bellas y para atesorar grandes riquezas. Se decía que aunque tuvieran comportamientos que parecieran mal intencionados las hadas actuaban inocentemente. Algunos aristócratas pretendían ser descendientes de las hadas y por eso las utilizaban en sus escudos heráldicos.

En la mitología de Cantabria las hadas son conocidas como anjanas, que el autor costumbrista Manuel Llano describe, según lo relatado por los pastores cantábricos, como seres fantásticos de piel muy blanca, de mirada tierna, vestidas con una larga túnica blanca, cabellos recogidos en trenzas, coronadas con flores, se dice que pueden cambiar de forma a voluntad, con riquezas ocultas con las que ayudan al necesitado y castigan al codicioso. Con iguales características se le describen en la isla de Gotland en Suecia.

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En la mitología gallega las llaman mouras y las describen como encantadoras mujeres muy bellas, de cabellos castaños, ojos azules, vestidas lujosamente, con hermosas joyas que se sientan a peinar sus largos cabellos con peines de oro junto a manantiales, fuentes, ríos o monumentos funerarios antiguos llamados mámoas. En Asturias le dan el nombre de xanas, en Cataluña además de fada, las conocen como goja y en Baleares Dames d’aigua.

El concepto de hadas en la mitología griega está influenciado por las características de las ninfas y las dríades descritas por Homero y Ovidio. Pero las tradiciones de escoceses, irlandeses, galeses y otros pueblos europeos se basan principalmente de las leyendas celtas.

Durante la edad media las hadas fueron perdiendo su relación con la parca y en los libros de caballería se les representaba como damas aristocráticas que en ocasiones mantenían romances con humanos con todo el drama que esto pudiera representar.

Se cuenta que Gerberto de Reims durante un paseo por el bosque se encontró con una hermosa mujer que lo llamó por su nombre. Era el hada Meridiana que estaba sentada sobre una alfombra de seda al lado de un montón de dinero y le pidió que tomara el dinero y la hiciese su amante a lo que el filósofo accedió de inmediato. Meridiana le dijo que no moriría hasta que oficiase una misa en Jerusalén.

Cuando Gerberto accedió al pontificado convirtiéndose en Silvestre II no temía nada porque siempre se encontraba en Roma. Un día mientras celebraba la eucaristía vio a Meridiana que revoloteaba a su alrededor con intenciones de llevarlo al inframundo, entonces preguntó en cuál iglesia se encontraba y le respondieron: “Santa Cruz de Jerusalén”.

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Según la idea de las hadas en las culturas francesas y germanas son criaturas femeninas con poderes sobrenaturales que influyen en el destino de los humanos. El especialista en cultura francesa de la edad media Laurence Harf-Lancner da esta definición «mujer sobrenatural, habitante de otro mundo que abandona su lejano reino para interesarse por los asuntos de los mortales y dirigir su destino».

Pierre Dubois especialista en el tema y autor de la obra La Grande Encyclopédie des Fées (Gran Enciclopedia de las Hadas) de 1996 las describe como adivinadoras y hechiceras que representan fuerzas de la naturaleza, diferentes a elfos y duendes que son espíritus masculinos bromistas especialmente este último.

Distingue dos tipos de hadas, las que controlan las fuerzas de la naturaleza provocando, por ejemplo, nevadas, lluvias y tormentas eléctricas o anuncian las estaciones y las hadas caseras que habitan las residencias de los humanos ayudando o causando destrozos

También relaciona las hadas de otros mundos como las hadas nocturnas de las que son representantes las damas blancas , banshees y lavanderas nocturnas, y las hadas de la vegetación, las de las aguas y las del aire vinculadas con los sueños.

En culturas no occidentales se encuentran criaturas que por su naturaleza podrían considerarse como hadas. En la mitología persa “Peri” son criaturas divinas, aladas, de gran belleza e infinita misericordia que bajan a la tierra y se mezclan con los mortales ayudando a los humanos de buen corazón, están asociadas con la naturaleza.

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El “kappa” es una divinidad del folclore japonés y de la mitología sintoísta que habita los lagos y los ríos haciendo apariciones eventuales con funciones similares a las de las hadas europeas. En el budismo japonés las kappas son consideradas ogros hambrientos. Son utilizados por los padres para advertir a los niños sobre los peligros latentes que se encuentran en ríos y lagos.

La Matergabia y la Poludnia son espíritus naturales que se pueden comparar con hadas y elfos propios de las leyendas de los países eslavos especialmente de Polonia y de Rusia. Sus funciones son el cuidado de los campos cuidan que el viento y el granizo no dañen la cosecha, mantiene alejados a los insectos perjudiciales, castiga a los campesinos perezosos que no cumplen con su trabajo.

Los sushis o tales de la mitología de Kalash de Chitral, en Pakistán son seres beneficiosos semejantes a las hadas que ayudan a los humanos de diferentes maneras. Los kalash cuentan que cuando una roca entorpecer los trabajos de desvío de un río los sushis la explotaron. Los sushis viven en lo alto de las montañas y tienen un pacto con los humanos para permitirles que llevan su ganado a pastar allí en verano, pero si lo hacen en invierno serán castigados.

Características

En sus orígenes las hadas eran concebidas como seres de tamaño semejante a los humanos, pero los volátiles y diminutas criaturas descritas en las obras del dramaturgo inglés William Shakespeare influyeron en las posteriores concepciones que se tendrían de ellas sobretodo los poetas ingleses. Una característica común en casi todos los mitos es que pueden ser benéficas o perversas, necesitan en ciertas ocasiones la intervención humana para sus tareas, cuando dan una orden debe obedecerse so pena de terribles castigos.

En el cuento perteneciente a la tradición escocesa “Fairy and Cauldron” se describen a las hadas como mujeres diminutas de rostro afilado, de ojos brillantes y piel oscura como el nogal. Se dice que el tamaño no es permanente y que pueden modificarlo dependiendo de la impresión que deseen causar. Se afirma que las hadas pueden a voluntad tomar la forma de animales.

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El autor del siglo XIV Justiniano Gaux afirma que el poder para transformarse de las hadas es ilimitado, asegura que en cierta ocasión presenció que un hada se convirtió ante sus ojos en dos ejércitos en combate, dejando después de la batalla más de setecientos cadáveres, después de esto el hado tomó su forma original y se marchó.

En el folclore celta generalmente se describe a las hadas como criaturas pequeñas o atrofiadas que al ponerse su sombrero mágico se hacen invisibles. El color más utilizado por las hadas es el verde, no solo en su vestimenta, se han descrito hadas con la piel y el cabello de ese color.

A partir de la época victoriana cuando las hadas comenzaron a ser personajes de los cuentos infantiles es cuando a las hadas se comienza a representar con alas, generalmente de libélulas o mariposas, en las tradiciones anteriores las hadas no necesitaban alas para volar, lo hacían gracias a sus poderes mágicos, flotando en el tallo de una planta (senecio o ambrosía) o sobre la espalda de un ave.

Una de las características más comunes de las hadas es su extraordinaria alegría, también su buena disposición a agradecer los servicios recibidos. Sin embargo las recompensas recibidas no eran siempre de fiar porque el supuesto oro al momento de recibirlo se convertía en hojas de árboles o migas de pan de jengibre. Un rasgo desagradable de las hadas es su tendencia a hacer trucos o bromas. Las hadas pueden enmarañar el cabello de las personas dormidas, desaparecer pequeños objetos, apartar a los viajeros del camino correcto.

También pueden tener comportamientos más peligrosos. Una muerte súbita se consideraba un secuestro de hadas y el cadáver que quedaba se decía que era un maniquí dejado por las hadas en lugar del cuerpo del secuestrado. Se pensaba que las hadas vengativas eran culpables de enfermedades como la tuberculosis y la parálisis del ganado. Existen registros en Inglaterra de la época de los Stuart y los Tudor sobre los tratamientos efectuados por los curanderos del campo para tratar a los niños “poseídos” por hadas.

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Personas con habilidades poco comunes afirmaban que las habían recibido de las hadas. Curanderos de los siglos XVI y XVII decían que las pociones utilizadas por ello eran elaboradas por las hadas. Se creía que las puntas de flecha de piedra de la era neolítica eran “armas de hadas” y que el agua donde se sumergían estas puntas de flecha adquiere la propiedad de curar enfermedades.

Se pensaba que las hadas conocidas como Peg Powler y Jenny’s Green Tooth (hadas de río o pantanos del folclore inglés) podían ahogar a los bañistas por lo que no recomendaban nadar en los sitios donde supuestamente vivían esta hadas. Según las creencias del folclore celta el “golpe de hadas” (fairy stroke) podían causar la pérdida del habla. Se dice que la ira de un hada que se sentía insultada podría acarrear una terrible venganza incendiado casas y destruyendo cultivos.

El escritor británico C. S. Lewis afirma que las hadas pueden ser percibidas como fantasmas, como una especie de demonios independiente de los humanos e incluso ser considerados ángeles. En la literatura de la Francia medieval las hadas son mujeres hermosas perfectamente humanas físicamente, altas, rubias, de gran belleza y solo se diferencia de las humanas por su comportamiento y atribuciones. La varita mágica y las alas son adiciones que aparecieron en la Grecia antigua.

El Diccionario Bouillet del siglo XIX sostiene que se las representa a veces como mujeres jóvenes y hermosas vestidas con bellos ropajes, a veces son viejas cubiertas con harapos, a veces usando una varita mágica como fuente de su poder sobrenatural. Las hadas sin ser inmortales pueden vivir miles de años.

En la mayoría de los casos aparecen correctamente vestidas, sin embargo en los lais del norte de Europa de los siglos XII y XIII se las representa desnudas. En las leyendas inglesas la ropa de las hadas es verde igual que las Damas verdes del Franco condado.

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En las leyendas germánicas las hadas pueden ser monstruosas y feas, cubiertas de escamas y pelos de cerdo o ser de extraordinaria belleza. En la cultura anglosajona, especialmente en Inglaterra, se popularizó la imagen de las hadas pequeñas, jóvenes y aladas gracias a la comedia Sueño de una noche de verano de William Shakespeare. Originalmente eran representadas desde criaturas luminosas con apariencia de ángeles hasta criaturas pequeñas y encogidas parecidas a un troll.

Su estatura varía desde diminutos como los pilly wiggins que miden un centímetro hasta la altura de un niño humano. Su tamaño más que una característica normal es el resultado de sus poderes mágicos. La alas son un elemento poco común en el folclore a pesar de que son muy comunes en las representaciones de la época victoriana y prácticamente imprescindible en la cultura anglosajona.

La escritora sobre cultura inglesa Katharine Mary Briggs ha recopilado creencias populares donde se describe a las hadas como fantasmas. Las banshees (mujeres de los túmulos) del folclore irlandés a veces se dice que son hadas otras que son fantasmas. Un cuento de la época menciona a un hombre que es raptado por las hadas y al fijarse en una de ellas descubre que es el fantasma de un vecino que murió hace algún tiempo. El concepto del hada como un fantasma aparece muy frecuentemente en los países anglosajones.

Otra apreciación de las hadas las concibe como una especie distinta de humanos y de fantasmas, dotados de inteligencia. En los escritos de alquimia de Paracelso aparecen menciones a gnomos y sílfides. Aunque raras en el folclore ha sido muy popular la concepción de las hadas como espíritus del aire. El reverendo escocés Robert Kirk describe a las hadas como elementales en su obra La misteriosa República de los elfos, faunos, hadas y similares de 1691:

“Estos Sith o hadas, se llaman Sleigh Maith o Good People […] serían de naturaleza intermedia entre el hombre y el ángel, como los antiguos pensaban de los demonios; de espíritus inteligentes y curiosos, de cuerpos ligeros y fluidos (como los llamados astrals ), algo de la naturaleza de una nube condensada, y bastante visible al atardecer.

Estos cuerpos son tan flexibles debido a la sutileza de los espíritus que los agitan, que pueden aparecer o desaparecer a voluntad”.

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Clasificación

Existen muchas clasificaciones de las hadas, sin ser las únicas, el dramaturgo irlandés William Butler Yeats y el psicólogo estadounidense James McDougall clasificaron a las hadas en sociables y solitarias. La escritora inglesa Katharine Briggs (Una Enciclopedia de las Hadas) y la especialista francesa Laurence Harf-Lancner (El Mundo de las Hadas en el Oeste Medieval) por su parte identifican dos grandes arquetipos de las hadas, la “fata” o hada madrina y el hada amante, clasificaciones que han identificado basándose en la literatura del folclore celta del siglo XII.

Según Claude Lecouteux en la edad media las hadas podían convertirse en ángeles guardianes, médicos, guías y educadoras, poseían dones mágicos y eran capaces de ayudar a los héroes oportunamente.

Sociables

Llamadas por Yeats “hadas de tropa”, también se les conoce como “familiares”, viven en comunidades y se dedican a actividades colectivas principalmente de ocio como bailes, tocar música y participan en fiestas suntuosas. Para los humanas es fácil escuchar estas fiestas con solo seguir el “camino de hadas” (Fairy Barrow) del folclore celta, las huellas de tales reuniones se pueden adivinar a lo largo de los anillos en la hierba. Según la tradición celta la música de las hadas tiene carácter divino y muchas melodías populares de este folclore provienen de la música de las hadas.

El color preferido de las hadas sociables es el verde, y su tamaño es muy variable, las más pequeñas pueden ser del tamaño de una flor y las de mayor tamaño alcanzan la estatura de un humano promedio. Las hadas sociables viven en países que contienen una gran cantidad de habitantes divididas en comunidades gobernada generalmente por una reina siendo los reyes poco comunes aunque pueden existir comunidades gobernadas por pareja, reina y rey.

Según el Oxford Dictionary of Celtic Mythology, el reino de las hadas recuerda la idea que tienen los humanos sobre los cielos: no existe el tiempo, no hay taras ni enfermedades, ni edad ni muerte. Los humanos que llegan al reino de las hadas pueden pasa novecientos años allí y sentirán que solo transcurrió una noche. Las residencias de las hadas sociables son lujosas y hermosamente decoradas de oro y plata.

Solitarias

Las hadas solitarias evitan las diversiones fastuosas de las hadas sociables y las reuniones y se unen a una persona convirtiéndose en espíritus caseros (brownie o urisk) que moran en las casas y que realizan los quehaceres domésticos mientras nadie se encuentre o habitan en exteriores (boggart) siendo un peligro potencial, aunque no letal, para los transeúntes. Las hadas solitarias utilizan preferentemente en sus vestimentas los colores rojo, marrón o gris. Son irascibles y se molestan fácilmente, en ocasiones se comunican con los mortales en tonos amenazantes.

Mientras que las hadas sociables se les puede catalogar de “aristócratas” pero en esencia bondadosa, a las hadas solitarias se le describe como “trabajadoras”. Los espíritus caseros encienden el fuego, lavan los platos y otras actividades pero son exigentes en que se les respete y se les agradezca sus atenciones ofreciéndoles una taza de leche. Si se irritan pueden causar efectos que recuerdan el poltergeist: lanzar piedras, dañar el trigo, apagar las velas, meter humo dentro de la casa, derribar los utensilios de los estantes.

Hada fata o hada madrina

Según Laurence Harf-Lancner las hadas fata o hadas madrinas son una mezcla entre las parcas de la mitología romana y las tríadas tutelares del folclore celta que se encuentran vinculadas a la fertilidad y a la abundancia cuya presencia todavía se hacía sentir en la Edad Media. Estas hadas protectoras se acercan a las cunas de los recién nacidos ofreciéndole amparo y dones mágicos, son hadas matronas como la del cuento de “La Bella Durmiente” o en el texto antiguo “Roman de Perceforest”, estas hadas maternas cuidan, educan y entregan armas a los héroes.

Hada amante

Las hadas amantes son descritas como bellísimas mujeres jóvenes que de inmediato despiertan el amor de los caballeros y héroes. Las historias de hombres heroicos que tienen amores con criaturas femeninas sobrenaturales de gran belleza están ampliamente distribuidas alrededor del mundo desde la Grecia antigua hasta los inuit y los amerindios, pero las hadas amantes aparecen a partir del siglo XII en la literatura occidental.

Los romances con las hadas no son incondicionales, por ejemplo en los Lais de María de Francia la condición es que mantenga el secreto y en la leyenda francesa de Melusina es que no intente verla los sábados,  si no se respeta la condición la venganza del hada puede ser muy cruel incluso puede causar la muerte del amante.

Hada vieja y hada mala

En los cuentos europeos se ha popularizado el hada vieja o hada Carabosse, una criatura maligna que maldice en su cuna a los recién nacidos, pero ya se encontraban en el folclore francés donde se dicen que son eternamente viejas pero no siempre malvadas. Existen hadas con similares características en otras tradiciones europeas, Pierre Dubois cita a la Befana en el folclore italiano, Tía Arie en el franco condado y Suiza y Trotters Vieilles en Francia traen regalos en navidad. Sin embargo la mayoría de las hadas viejas son malvadas.

Hadas del agua

Las hadas de agua son conocidas en todas partes, incluyen sirenas, nixes, ondinas, morgana, rusalkas, villis, etc. Existen muchas criaturas que con forma humana que se ocultan en las aguas para atrapar a los desprevenidos y devorarlos según Claude Lecouteux. Dentro de las hadas de agua se pueden incluir a las náyades, las nereidas y las sirenas de la mitología griega.

Hadas de las Plantas

Las hadas de las plantas van desde las diminutas pillywiggins del folclore inglés que representan la esencia de las plantas hasta de las Damas verdes del franco condado y son muy numerosas. Desde la antigüedad hasta la cristianización el reino vegetal está considerado un “hada”, los antiguos celtas entraban a los bosques con respeto religioso ya que los consideraban el hogar de las deidades. Las dríadas y las dríades de la mitología griega que eran deidades menores del culto a los árboles y los bosques son consideradas hadas.

Changelings

Los Changelings (Niños cambiados) son hijos de hada, xana, trol, elfo u otra criatura fantástica que, según las creencias populares y leyendas del norte de Europa, son cambiados por niños al nacer. Las razones de este cambio se justifican como el deseo de tener un sirviente humano, amor al niño o simple travesura.

La realidad es que con esta leyenda se trata de justificar el nacimiento de niños deformes o con alguna anormalidad. Se creía que las criaturas fantásticas realizaban el cambio antes que el niño fuera bautizado. En Irlanda, incluso, el nacimiento de un niño zurdo era sospechoso de un cambio.

Otras clasificaciones

En el folclore escocés existen las hadas representantes de Seelie Court (tribunal sagrado) que son hadas buenas a las que se puede recurrir en busca de ayuda y después agradecerle generosamente, por lo contrario las hadas representantes de Unseelie Court siempre causan daños sin ningún motivo, por las noches atacan a los viajeros y los transportan lejos por los aires y lo golpean.

Estas clasificaciones nunca son estrictas, por ejemplo los pixie (duendecillo) del folclore inglés tienen características tanto de las sociables como de las solitarias. A Robin Goodfellow se le considera un hada masculino que lo mismo hace travesuras como es un buen ayudante doméstico.

Hábitos y comportamiento

El comportamiento de las hadas es conocido desde los escritos del Medioevo, entre los siglos V al siglo XV, pasando por la Leyenda del Rey Arturo, los cuentos de hadas hasta las historias folclóricas más recientes. El encuentro casual con las hadas no siempre es agradable o beneficioso. Se dice que uno de sus comportamientos más habituales es jugarle a los humanos bromas o trucos inofensivos, como enredar el cabello del durmiente, desaparecer pequeños objetos, hacer que el viajero tome la dirección equivocada.

Pero también se le atribuyen comportamientos mucho más peligrosos. Se dice que ser secuestrado por las hadas puede producir la muerte súbita. Se cuenta que las hadas obligan a los jóvenes a bailar durante toda la noche hasta que le causan la muerte por agotamiento. En algunas leyendas se les acusa a las hadas de ser las culpables de la aparición de la tuberculosis. Las hadas pueden hacer padecer de enfermedades misteriosas y parálisis en los animales domésticos como vacas, cerdos y patos.

Secuestros

El concepto del universo paralelo está muy asociado con el mundo de las hadas. Se dice que las hadas habitan en suntuosos palacios que se encuentran por lo general en el fondo del agua o en una isla, como la legendaria isla de Avalón de la mitología celta. Según la leyenda estos lugares pueden ser descubiertos por un hombre casualmente durante un viaje o una aventura, pero también puede darse el caso de que las hadas lo secuestren y lo lleven allí.

Cuentan las leyendas que nadie está a salvo de ser secuestrado, y el rapto puede ser por un tiempo o para siempre y ser relativamente peligroso para el secuestrado.

Las historias sobre el destino de los secuestrados difieren mucho. Algunos disfrutan de una vida alegre llenos de felicidad, otros, por lo contrario son atormentados o viven añorando volver a ver a sus familiares y amigos. En la historia de Lady Isabel y el Caballero Elfo, el elfo tiene secuestrada a Isabel y esta tiene que matarlo para salvar su vida. Tam Lin el héroe de la antigua balada escocesa aunque vive una vida feliz entre las hadas y posee sus poderes, es un caballero terrestre y teme que en algún momento las hadas lo obliguen a pagar el diezmo al infierno.

En el poema Sir Orfeo la esposa del protagonista es secuestrada por el Rey de las Hadas y este logra rescatarla utilizando el poder mágico de su harpa. Igualmente en el poema Sir Degaré una mujer debe rescatar a su amante del secuestro de las hadas. Thomas, de la balada Thomas el poeta, logra escapar del secuestro con menos problemas pero debe pasar siete años viviendo con los elfos. Muchas historias hablan sobre la leyenda de los “cambiantes” hijos de hadas que están dejan a cambio de niños recién nacidos que son llevados a sus reinos.

Comida

Después de probar la comida de las hadas es imposible abandonar su reino, según la mayoría de las leyendas, como ejemplifica el mito de Perséfone y Hades. Esta indicación se la hacen a los secuestrados que serán liberados del poder de las hadas por la intervención de alguien que viene en su rescate, si se ha alimentado con la comida de las hadas no podrá obtener la libertad.

En un lai de la época medieval se cuenta la historia del caballero Guingamor que después de pasar tres días disfrutando de la hospitalidad de las hadas desea volverse, le informan que en realidad han pasado tres siglos y le advierten que cuando vuelva a su mundo no coma ni beba nada en su país. Cuando llega a su país tiene hambre y recoge y come tres manzanas enseguida envejece, se debilita y cae del caballo, después tres hadas lo recogen y lo llevan de nuevo a su reino.

Distorsión del tiempo

El tiempo transcurre de manera muy diferente en el mundo de las hadas y este es el aspecto más peligroso para quien permanece en su reino. Según el mito celta Ossian no recibe ningún daño por su estadía en el reino de las hadas, pero al volver y bajar de su caballo los tres siglos que pasó con las divinidades lo alcanzan y enseguida se hace polvo.

Después de visitar a un enano en su cueva el rey Herla regresa con sus hombres a su mundo transcurridos tres siglos. Cuando algunos de los hombres desmontaron se convirtieron en polvo inmediatamente. El rey Herla y el resto de los hombres estaban condenados a no desmontar nunca.

Cambio de apariencia

El poder de modificar su apariencia y de quienes la rodean utilizando la magia es otra característica común de las hadas en todas las culturas. En todas partes se sabe que el hada del oro no es confiable ya que cuando se le hace algún servicio concede lo que se cree que es un montón de oro, pero al tratar de comprobarlo se convierte en hojas secas de árboles, especies, pasteles o cualquier otro objeto sin valor.

Ejemplificación del engaño que provocan las hadas con su apariencia y lo que les rodea se presenta en el cuento del Ungüento de hadas y en sus variantes de toda Europa. Se convoca a una mujer humana para que asista al parto de una rica señora. Se le entrega un ungüento para que lo unja en los ojos del recién nacido.

La partera por error o por curiosidad unge la pomada en uno de sus ojos o en ambos. Enseguida se da cuenta que no está asistiendo el parto de una dama adinerada sino a la de su propia criada que había huido, además no se encuentra en una rica casa sino en una cueva. La mujer se va sin revelar su nueva habilidad. Pero invariablemente las hadas se dan cuenta que la mujer las puede identificar entonces la castigan dejándola ciega del ojo vidente o de ambos si es el caso.

Lugares frecuentados por hadas

Según la mitología las hadas frecuentan muchos sitios en particular pudiendo, incluso, algunos haber sido construidos por ellas mismas. El Círculo de Hadas se ha atribuido al baile que supuestamente estos seres fantásticos realizan allí, siendo en realidad un fenómeno natural producido por crecimiento de ciertos tipos de hongos. Según el folclore el Camino de las Hadas es un sendero que toman las hadas, por lo general recto, que comunica con lugares importantes para ellas como fuentes, montañas, colinas, manantiales, lagos y monumentos de la Edad de Piedra.

La Fuente de las Hadas son los restos de viviendas circulares que datan posiblemente de la edad de hierro en Irlanda. Los habitantes de la isla en esa época construyeron viviendas de forma circular con bancos de tierra o zanjas, estas viviendas no eran duraderas y al abandonarlas quedaban restos en forma circular.

Según el mito las hadas protegen estos restos para que no sean destruidos por granjeros o constructores. Como ejemplo se cuenta que un hombre contrata trabajadores para nivelar una fuente de hadas en Dooneeva, condado de Clare, mediante un movimiento de tierra, inexplicablemente el constructor cayó muerto. Su mujer que, según la historia, era una “bruja blanca” lo devolvió a la vida mágicamente.

La Roche aux fées (La Roca de las Hadas) es una construcción megalítica (dolmen) con forma de pasadizo cubierto ubicado en la comuna de Essé, en el departamento de Ille y Vilaine en Bretaña, Francia supuestamente fue construido por las hadas y es venerado como tal. Muchos dólmenes a lo largo de toda Irlanda se consideran hogar de las hadas.

Protección contra las hadas

Una gran parte del folclore dedicado a las hadas dedica su atención a las diferentes formas de protegerse de sus malicias y de cómo alejarlas.

Recomendaciones generales

La principal recomendación es evitar los lugares donde supuestamente habitan o frecuentan. Uno de los métodos para alejarlas más extendido es el uso de un amuleto hecho de hierro, se dice que el hierro es un veneno para las hadas y por eso le huyen a este metal.

 

Se dice que las personas que utilizan la ropa el revés obstaculizan el poder de las hadas, la hierba de san Juan (Hypericum perforatum), el trébol de cuatro hojas y el sonido de las campanas especialmente si estas son de la iglesia. Existe una contradicción con el árbol de Serbal (Sorbus aucuparia) ya que algunas tradiciones dicen que las ahuyenta y otras dicen que son sagrados para ellas.

También es contradictorio el uso o no de las campanas ya que, aunque algunas leyendas dicen que las ahuyentan otras dicen que la reina de las hadas cuando monta a caballo usa campanas en los arneses.

Los sitios frecuentado por ellas, como las fuentes de hadas, no se deben modificar, incluso el simple corte de matorrales puede causar la muerte que quien lo haga. Los árboles que se consideran sagrados para las hadas como el espino (Crataegus) no se debe talar. En Escocia un árbol de espino ha evitado la ampliación de una carretera por más de setenta años.

El pan y la sal

Una de las protecciones más utilizadas contra las hadas en Terranova es el pan. Este puede ser una rebanada fresca de pan blanco casero hasta pan rancio. Desde la antigüedad se confía en las virtudes del pan por su asociación con la casa y el hogar también asociado a la industria representando la domesticación de la vida silvestre que es despreciada por la mayoría de las hadas.

Esto también representa una contradicción ya que en la mayoría de las leyendas del folclore celta los productos horneados, como los pasteles, son un tributo frecuente para las hadas, igual que la crema y la mantequilla.

La creencia de que un trozo de pan envuelto entre las vestiduras de un niño lo protegía de las brujas y del mal en general estaba muy extendida a finales del siglo XIX en el condado de Wexford, Irlanda.

La escritora británica Katharine Mary Briggs en su obra “Una enciclopedia de hadas. Hobgoblins, brownies, bogies y otras criaturas sobrenaturales” sostiene que el pan es el prototipo de la comida y por lo tanto es símbolo de vida lo que lo convierte en una de las más eficaces protecciones contra las hadas, por ello al salir a visitar un lugar habitado por ellas se acostumbra poner un pedazo de pan seco en el bolsillo.

Por lo general todas las leyendas sostienen que las hadas son inmortales o pueden vivir miles de años, pero la sal puede acabar con esta inmortalidad por sus virtudes para alejar las malas influencias. El escritor y antropólogo francés de origen británico sostiene que cuando una pizca de sal toca los labios de un hada, esta se vuelve mortal pudiendo sufrir enfermedades, envejecer y morir.

A continuación le dejamos algunos enlaces de su interés:

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