Leyendas de la India, fábulas, cuentos y más

Tener conocimiento de las leyendas, mitos y cuentos de un pueblo sirven para recordar su pasado, identificarse con el presente y el mensaje que representan. En el presente artículo, conocerás de las Leyendas de la India y de las enseñanzas que regala al lector cada una de ellas.

LEYENDAS DE LA INDIA

Índice de Contenido

Leyendas y Cuentos de la India

Los mitos, cuentos y  leyendas hacen parte de las costumbres de un pueblo, donde a su vez estos mezclan sus creencias espirituales con la realidad, dando como resultado cuentos que perduran en el tiempo.

En la cultura Hindú, muchas han sido las historias que se han ido transmitiendo desde hace más de 2000 años y que han sido influenciadas con el budismo. Entre estas leyendas de la India, más conocidos por esta cultura y el mundo tenemos las siguientes:

Leyenda de los cuatro encuentros

El padre de Siddharta “rey Suddhodana”, fue aconsejado que si quería impedir que su hijo lo dejará, este debía tomar la medida de confinar y vedarle para que este no viera el sufrimiento del mundo. Pero por ser su heredero al trono, el rey obvió la recomendación e insistió en la formación y educación de Siddharta.

Durante un trayecto de unas cuatro caminatas que realizaba Sidharta en compañía de su escudero, se encontró primeramente a un anciano encorvado que se apoyaba de su bastón. Sidharta en seguida preguntó en voz alta a su acompañante: ¿Qué es eso?, y su servidor respondió “Esta es la vida, mi señor”.

Luego, cuando se encontraron en el camino con un velatorio y un hombre enfermo repleto de heridas, Sidharta realizó la misma pregunta una vez más; aquí fue donde Sidharta tuvo noción del significado del dolor, la muerte y el tiempo que todo lo termina.

LEYENDAS DE LA INDIADurante la cuarta caminata, se topó con un hombre excesivamente delgado y desnudo, que solo tenía un cuenco de dádivas y que sin embargo tenía una mirada tranquila de victoria. Era un monje ascético, un hombre que había superado el dolor, la muerte y la ansiedad mediante la búsqueda del yo (Atman), que lo puso en contacto con el mar inmortal del ser que fluye de los comportamientos ilusorios.

Posteriormente, para festejar la llegada de su hijo se realizó una gran celebración en el palacio. A la mañana siguiente, Sidharta besó a su esposa e hijo dormidos y huyó, acompañado por su escudero.

En el trayecto se mudó de ropa luciendo con un indigente, se afeitó el cabello utilizando una espada y descalzo seguidamente inició su recorrido hacia los ermitaños; cortó los lazos con las ilusiones, ahora estaba buscando la seguridad y lo absoluto que haría que la vida tuviera sentido.

Como el hijo del Rajá consiguió a la princesa Labam

En un reino muy lejano existía un Rajá, él y su esposa Rani tenían un joven hijo. El Rajá junto con su hijo, salían diariamente de cacería en zonas aledañas al reino; sin embargo, un día la madre le advirtió a su hijo que en el momento que se fuera de cacería podía ir a los lugares ubicados hacia el norte, oeste y este, pero que por nada del mundo se fuera hacia el sur.

Un día mientras el joven se encontraba en sus actividades de caza, obvio las palabras de su madre y se adentró hacia la zona de la selva que lo llevaba hacia el sur. Allí intenta matar a un loro llamado Ahriman, al momento que este se acerca al espécimen; el loro le dice a sus pares que no lo abandonen y que si estos lo hacían él se lo diría a la princesa Labam.

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Inmediatamente esto le causa mucho asombro al joven, ¿cómo podían estas aves hablar?. Es así, que el joven le pregunta al loro acerca de la existencia de esa princesa que no conocía y de su lugar de procedencia; a lo que el loro le contesta que jamás sabrá de la princesa, ni de donde se encuentra ella.

El joven intrigado, regresa a su reino y comienza a contarle a sus padres lo sucedido, a demás les cuestiona del por qué jamás le habían mencionado algo dicha princesa. Los padres por miedo a que este los abandonaran, no hicieron más que decirle la verdad y  hacer mención del lugar donde dicha princesa se encontraba.

En los días posteriores, el joven se despide de sus padres y decide viajar para conocer a la princesa Labam. Durante su trayecto se hizo amigo de unas hormigas y una pareja de tigres, a los que él pudo ayudar y que estos como agradecimiento le ofrecieron una mano amiga para cuando se encontrará en apuros.

Luego se encuentra con 4 ascetas, que discutían por cuatro objetos mágicos que les había dejado su maestro fallecido. El joven decide ayudarlos, sin embargo se aprovecha de la lucha entre estos 4 y toma los objetos: una cama que podía llevarlo a cualquier lugar que quisiera, un cuenco con piedras que le daba agua siempre, un saco que daba todo lo que le pidiera; y un cayado y una soga que podía tumbar y sujetar a cualquiera que le declarase la guerra.

Este llego al tan apreciado destino, se alojó en la casa de una anciana a la que hizo de él una amiga. En su primera noche, vio como la princesa salía a iluminar todo el reino con su belleza.

Con la ayuda de sus objetos mágicos, le empieza llevar obsequios a la princesa mientras dormía. Hasta que un día es descubierto cuando la princesa despierta asustada ante la presencia del joven en su habitación. Él procede a explicarle su historia, y enseguida esta le dice que no sería acusado ante su padre; y que más bien estaba dispuesta a casarse con él, a lo que el joven hijo del Rajá se emocionó.LEYENDAS DE LA INDIA

Al día siguiente, es mandado a buscar por el rey que inmediatamente teniéndolo de frente, le informó que solo podría casarse con su hija siempre y cuando pasara todas las pruebas que este le indicará, de no superarlas sería asesinado. La primera prueba fue obtener el aceite de unas ochenta libras de semilla de mostaza para la mañana siguiente, en esta tarea lo ayudaron sus amigas las hormigas.

La segunda prueba era la de enfrentarse con unas criaturas monstruosas que el rey tenía bajo su poder, la pareja de tigres apareció en ayuda del joven; tuvieron una ardua batalla en la que finalmente estos dos poderosos felinos acabaron con las criaturas.

El rey seguido le pone otra tercera prueba, era la de tocar un timbal que se encontraba en las alturas del cielo. El joven se fue a la casa de la anciana donde tenía sus pertenencias, se sentó en su cama y pidió que lo llevará en donde estaba ese timbal; una vez allí hizo sonar el instrumento donde el rey estando en su reino lo escuchó.

Motivado a que el rey no quería entregar a su hija, le propone otra prueba más al joven; que era la de cortar en dos un inmenso árbol voluminoso con un hacha de cera. Allí el joven solicita la ayuda de su amada, que a través de una fibra de su cabello que sería colocada en el borde del hacha, y unas palabras dedicadas al árbol de parte de la princesa, lograría finalmente el cumplimiento de esta prueba.

Es así, como finalmente el joven príncipe y la princesa de Labán contraen nupcias en una majestuosa boda. Al terminar esta, ambos parten de viaje al reino del joven donde permanecieron felices para siempre. Como detalle final, el joven hijo del Rajá mantuvo guardado los objetos mágicos; y uno de ellos jamás fue utilizado que fue el cayado con la soga, ya que jamás tuvo enemigo alguno.

La tortuga parlanchina

Cuando Brahmadatta gobernaba Benarés, el futuro Buda llegó al mundo a una familia ministerial, cuando este se convirtió en adulto se convirtió en consejero espiritual del rey. El rey era muy parlanchín, y prohibía a todos que hablasen cuando él se encontraba extasiado en su oratoria. El futuro Buda estaba en búsqueda del origen de este problema que engloba al rey, por lo tanto decidió buscar la manera de ayudarle a sanar este poder del habla.

Al mismo tiempo, una tortuga vivía en una laguna en el Himalaya. Dos patos salvajes, que se acercaron a la laguna para beber, se hicieron amigos cercanos de la tortuga. Y un día, a medida que crecía su amistad, los patos les comentaron que vivían en una gruta dorada en una hermosa colina cercana al Himalaya, lugar paradisíaco. Le hacían hincapié de si esta algún día, iría con ellos a ese lugar.

La tortuga le preguntaba a los patos, que ¿cómo podía llegar a ese lugar?, los patos le dijeron que ellos podían llevarla con la condición de que guardará el secreto y no hablara de ello con nadie; la tortuga hizo su juramento, mordió una vara los patos tomaron cada extremo de la misma, y ascendieron a las alturas cargando a la tortuga con destino al lugar prometido.

Los residentes de la zona observaron como dos patos se llevaban a una tortuga por los cielos, pero cuando estos sobrevolaban sobre el palacio del rey de Benarés, la tortuga aflojó su mordida y en consecuencia cayó dividiéndose en dos, dentro de los patios del palacio. Ella no paraba de lamentarse por el dolor, en ese momento se acercan a ella su majestad, su séquito y el futuro Buda, donde pregunta al Bodhisattva de ¿cómo era posible que la tortuga llegará a ese lugar?.

El Bodhisattva, decidió utilizar esto para darle una lección al rey. «Seguramente esta tortuga se ha hecho amiga de los patos salvajes; y ellos le han debido traer hasta aquí con una vara. Pero seguro que la tortuga no pudo sujetarse bien porque habló algo, y es por eso que se cayó y se mató».

Entonces le dijo, “Verdaderamente, ¡Oh Majestad! Aquellos que son llamados parlanchines que hablan constantemente, alcanzan pena y dolor como esta”, y pronunció los siguientes versos: “Ciertamente; la tortuga se mató mientras utilizaba su voz; si bien se sujetaba fuerte de una vara, fue su voz fue quien le perdió. Contemple, ¡Oh Majestad! el decir palabras sabias, a su tiempo. Vea cómo por hablar demasiado, la tortuga cayó en tan desdichada situación”.

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El rey inmediatamente se dio cuenta de que las palabras sabias de Buda se referían a él, sin embargo Buda para no señalar directamente; le dice que este consejo se lo daba a él y a cualquier otra persona que se encontrará en un revés como este. Es así como el rey se volvió un hombre de pocas palabras, absteniéndose de volver a ser tan parlanchín.

El anillo mágico

Un mercader le dio a su hijo unas 300 rupias, para que este logre establecer un negocio en una aldea lejana con la finalidad de expandir su negocio y probar suerte en ello. Sin embargo, cuando su hijo caminaba a su destino vio cómo unos hombres intentaron asesinar a un perro, este en su ayuda le ofreció a este grupo de hombres 100 rupias por la vida del perro, estos aceptaron y el joven continuó su viaje en compañía del perro.

En su camino, lo mismo sucedió con un gato y una serpiente; el joven salvó la vida de estos animales a cambio de las 200 rupias que le quedaban. Este al percatarse que se había quedado sin el dinero que su padre le había dado para su inversión, decide volver a su casa en donde su padre enardecido reclamó al muchacho por la ingenuidad de este; entonces mandó a su hijo a dormir al establo con los animales a los que le había salvado la vida.

Los animales se habían encariñado con el joven y viceversa, eran totalmente inseparables; una noche cuando estaban dormidos uno en cercanía del otro, la serpiente le dice al joven que él era el príncipe hijo del Rajá Indrasha, y que gracias a su ayuda él se encontraba con vida.

Además le mencionó al joven, que si este lo llevase a donde su padre; su padre gratamente lo recompensará con todo lo que quisiera. Podía pedirle el anillo que el Rajá tenía en su mano derecha, este concede al que lo tuviese todo lo que le pidiera; y además la tetera y la cuchara para obtener siempre las más maravillosas comidas.

El joven partió al día siguiente con sus amigos al reino del Rajá Indraya, al llegar a la fuente sagrada que se encontraba al pie de una montaña el joven se despide del perro y gato; se introduce con la serpiente al fondo de la fuente para poder ingresar a este reino. Al llegar el joven es recibido con grandes afectos de agradecimiento donde el Rajá le concede el anillo, la tetera y la cuchara; luego este emprende su viaje de regreso donde se encuentra nuevamente con sus amigos el perro y gato, ambos lo esperaban en las orillas de la fuente.

Al llegar a su tierra el joven pidió al anillo una mansión y una hermosa doncella con una gran cabellera dorada, que convertiría en su esposa, seguidamente pidió a la tetera y la cuchara abundante comida deliciosa para degustar con su esposa. Ellos vivieron felices por muchos años

Un día mientras la princesa de cabellos dorados cepillaba su cabello, colocó en un cuenco hebras de sus cabellos dorados que arrojó a la corriente del rió. Un joven príncipe encontró el cuenco y quedó enamorado solo con ver el resplandeciente cabello.

Este al llegar a su palacio, no durmió ni comió durante días por no encontrar a la doncella de cabellos dorados que le había robado el corazón. Es así, que el rey solicita el servicio de una vieja bruja representada por un ogro que procede a la búsqueda de esta joven.

Una vez que la encuentra, la bruja se disfraza de anciana engañando a la joven diciendo que ella era una tía lejana, durante días estuvo compartiendo con la joven, y a su vez escuchando todo sobre ella y su esposo. Allí la bruja se entera del anillo, por lo que la bruja le pide a la joven que ella guarde el anillo de su esposo mientras este se iba de cacería.

La joven al tener en su poder el anillo, se lo muestra a la bruja que inmediatamente le arranca de sus manos la misma huye para entregárselo al príncipe moribundo para que este pida todo lo que desee, especialmente el amor de su doncella.

Es así cuando el príncipe solicita que le traiga a la joven de la que se enamoró, inmediatamente este le pide matrimonio y ella por miedo acepta; sin embargo esta le dice que la única condición que pide es que esperase una semana más, con la intención de que su esposo la salvará.

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El joven esposo al llegar a su casa se da cuenta de la ausencia de su amada esposa, por lo que decide no continuar con su vida; sin embargo, en ese momento aparece el perro y el gato donde le cuestionan la decisión al joven. Por lo tanto, le piden una semana para ver si podían encontrar y salvar a la princesa, llevándola nuevamente a casa; el joven acepta la proposición.

Así el gato y el perro encuentran a la joven, la cual les hace hincapié de que el anillo lo tenía la bruja ogro. Los animales inmediatamente generan un plan donde finalmente recuperan el anillo, vuelven a la casa de su dueño y se lo entregan. Inmediatamente, el joven pide por el regreso de su esposa y está a su lado regresa; todo volvió a la normalidad y la pareja junto a su perro y gato, vivieron felices por siempre.

Como los hijos malvados fueron engañados

Érase una vez un anciano muy rico que sintió la proximidad de su muerte, hizo llamar a sus hijos donde compartió parte de sus riquezas entre ellos. La cuestión, es que este viejo no murió sino hasta unos años más tarde, estos años antes de su partida fueron muy miserables para él. Además de la fatiga debido a la edad avanzada, este anciano tuvo que soportar el abuso y la crueldad de sus hijos. ¡Miserable y egoísta!

En el pasado, sus hijos competían e intentaban complacer a su padre de alguna manera y, por supuesto, esperaban obtener dinero de él. Pero ya cuando obtuvieron su herencia, no les importó si su padre los dejaba o no e incluso prefirieron que cuanto antes los dejara mejor, porque el viejo les estaba dando mucho más problemas caros e innecesarios. Le hicieron saber todo esto a su padre, sin importarle cómo se sintiera.

Un día, el viejo se encontró con un amigo y le contó todo lo que le había sucedido. El amigo simpatizaba mucho con el viejo y le prometió que lo meditaría sobre sus problemas. Unos días después, él lo visitó y le dijo lo que podían hacer; y así lo hacen. Tal como lo habían planeado, el hombre visitó al anciano unos días después y puso cuatro bolsas llenas de piedras y grava frente a él.

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«Mira aquí amigo», dijo. “Tus hijos sabrán que vine aquí hoy y te preguntarán sobre mí. Debes fingir que he venido para liberarme de una vieja deuda que tenía contigo, y que ahora eres mucho más rico que antes y que tienes miles de rupias. Siempre mantenga esta bolsa en sus manos y no informe lo que hay a sus hijos mientras esté vivo, verá cómo cambiará su comportamiento hacia usted; volveré pronto para ver cómo va todo. «

Cuando sus hijos se enteraron de la mayor riqueza de su padre, comenzaron a prestarle más atención y a ser amables con él, mucho más de lo que habían sido antes. Este comportamiento duró hasta que el viejo desapareció, que fue cuando abrieron la bolsa con avidez y encontraron solo piedras y grava.

Actitud de Renuncia

Esta es la historia de dos ascetas. Uno de ellos había sido extremadamente rico, e incluso después de haber roto sus lazos familiares y sociales, renunciar a sus negocios, su familia lo cuidaba y tenía varios sirvientes que lo atendían. El otro asceta era muy pobre, vivía de la caridad general, poseía solo un cuenco y una piel de antílope que utilizaba para meditar.

A menudo, el pobre asceta vociferaba de su pobreza, reprochaba y ridiculiza al rico asceta. Constantemente solía hacer el siguiente comentario: «Ves que era demasiado viejo para continuar con los negocios de la familia y luego se dio por vencido, pero sin renunciar a todo su lujo».

El pobre asceta no desperdició ninguna oportunidad de atormentar al rico asceta y burlarse de él. Se le acercó y le dijo: «Mi retiro es realmente valioso y no el tuyo, lo que en realidad no representa ningún tipo de retiro, ya que continúas viviendo una vida cómoda y fácil». Un día, de repente, el rico asceta, cuando el pobre asceta le habló así, silenciosamente dijo: «Ahora mismo, tú y yo vamos en peregrinación a las fuentes del Ganges, como dos ascetas errantes».

El pobre asceta se sorprendió, pero para mantener su imagen tuvo que aceptar hacer una peregrinación que realmente quería muy poco. Ambos ascetas comenzaron la prueba; unos momentos después, de repente, el pobre asceta se detuvo y se asustó, estallando: ¡Oh Dios mío! Tengo que regresar rápidamente. La ansiedad se reflejó en la cara. ¿Por qué? preguntó el rico asceta. Porque olvidé llevar mi tazón y mi piel de antílope.

Y entonces el rico asceta le dijo: Te has estado burlando de mis bienes materiales durante mucho tiempo y ahora resulta que eres mucho más dependiente de tu cuenco y tu piel que yo de todas mis pertenencias.

Soy Tú

Fue un alumno sincero. El pedido de perfección moraba en su corazón. Una tarde, cuando las cigarras rompieron el silencio por la tarde, fue a la sencilla casa de un yogui y llamó a la puerta. ¿Quién es? preguntó el yogui. Soy yo, respetado guía; he venido aquí para recibir instrucción espiritual. «No eres lo suficientemente maduro», respondió el yogui sin abrir la puerta. Retírese por un año a una cueva y medita, medita sin descanso; luego regresa y te daré instrucciones.

Al comienzo, el alumno se entristeció, pero era un auténtico explorador, uno de los que no ceden a sus esfuerzos y busca la autenticidad incluso a peligro de su vida. Entonces cumplió con la recomendación del yogui; rastreo una cueva al pie de la montaña y durante un año se sumergió en una profunda meditación, aprendió a estar consigo mismo; ejercido en el yo.

Las lluvias monzónicas siguieron, de ellos el alumno sabía que había pasado un año desde que llegó a la cueva; la abandonó y se dirigió hacia la casa del maestro. El tocó la puerta, ¿Quién es? preguntó el yogui, «Eres tú», respondió el alumno, «Si es así», dijo el yogui, «entra»; no había sitio en esta casa para dos.

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Ni tu ni yo somos los mismos

Buda fue el humano más hábil de su tiempo. Nadie como él entendió el dolor humano y perfecciono la generosidad y compasión. Entre sus primos estaba el malvado Devadatta, siempre celoso del mentor, decidido a desprestigiarlo siempre e incluso planificar su muerte.

Un día, cuando el Buda se encontraba tranquilo, Devadatta le lanzó una piedra voluminosa desde la punta de una montaña con la malicia de culminar con su vida. No obstante, la piedra terminó justo al lado de Buda y Devadatta no pudo alcanzar su propósito. Buda percibió el hecho, pero conservó la calma sin dejar de sonreír.

Días después, Buda se encontró con su primo y al que saludó calurosamente, muy asombrado Devadatta exclamó: «¿No está enojado, señor?» Obviamente no. Sin dejar su sorpresa, le cuestionó nuevamente: ¿Por qué?  y Buda respondió: ya tú no eres el que lanzó la piedra, yo tampoco soy el que estaba allí cuando me la lanzaron.

Lo esencial y lo trivial

Un hombre que se extravió en el desierto, estaba a punto de morir de sed cuando se presentaron un grupo de féminas. El hombre, al margen del abismo de la muerte les exclamó angustiado pidiendo socorro. Cuando las mujeres se acercaron a él, este inmediatamente les imploró por algo de beber; luego las mujeres comenzaron a cuestionar cómo quisiera él que le sirvieran el agua, ¿En una taza o un vaso de vidrio? ¿En una vasija de oro o plata? o ¿Tal vez en un frasco?.

Estas conversaron por un largo período de tiempo mostrando solo interés por el objeto, mientras que el hombre pereció por la falta de agua.

El cooli de Calcuta

Un explorador occidental arribó a Calcuta. En el occidente, había recibido información de un gran guía místico llamado Baba Gitananda. Después de una cansada travesía ferroviaria desde Delhi a Calcuta, tan pronto como salió de la turbada estación de la ciudad, fue a un cooli para preguntar sobre Baba Gitananda. El Cooli jamás había escuchado de este hombre. Por ello, el explorador exclamó a otros coolies, pero tampoco tenían noción de quien era ese hombre.

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De manera oportuna, luego de tanto preguntar coincidió con un cooli que respondió a sus preguntas afirmativamente acerca del conocimiento de este guía espiritual. La Apariencia de este hombre era la de un anciano mendigo. Desconfiadamente, el occidental le pregunta nuevamente al anciano acerca de si conocía realmente al guía espiritual, al que el anciano le contesta que sí y muy bien; el explorador inmediatamente le dice que lo lleve hacia él.

Durante un largo y desconfiado viaje, el occidental llega en compañía del cooli a una casa en un mugre callejón, donde el anciano le dice que de un vistazo en el interior de esta. En ese instante, el viajero creía que había sido engañado y que este anciano solo quería estafar o peor aún, matarlo para despojarlo de sus posesiones.

A todas estas, el explorador se cuestionaba, como un guía espiritual como Baba Gitananda podría vivir en un lugar así; en sus pensamientos incluso imaginó en escapar, sin embargo decidió quedarse en el lugar. Se adentra a un pasillo de la casa el cual lo llevó hacia una habitación que se encontraba impregnada a olor de incienso de sándalo, en el fondo de esta vio la sombra de un hombre en estado de meditación, sentado en posición de loto sobre una piel de antílope.

Para la sorpresa del occidental, el hombre que anualmente estaba sentado en un estado de meditación no era más que el cooli anciano que lo llevó hacía el guía místico, el nombre de este anciano era Baba Gitananda.

Cómo el padre se casó con la hija y cómo el hijo se casó con la madre

En un reino vivía un rey llamado Dharma; lamentablemente este contaba con una numerosa y avariciosa familia. Este estaba casado con una hermosa mujer llamada Candravati, que venía de una familia pudiente del Malaya. Estos tuvieron a una hermosa hija que llamaron Lavanya Vati.

Cuando la hija de este rey alcanzó la mayoría de edad, sus familiares armaron una revuelta para destronar al rey; cumpliendo con su objetivo. Ante todo este bullicio, el rey huyó con su esposa e hija hacia las tierras de la familia de su esposa, cargando con parte de su tesoro.

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Mientras más se adentraba a la selva, visualizaron a la aldea de los billas; estos eran unos bárbaros que despojaron de sus pertenecías a cualquiera que se acercarse y finalmente los asesinaban. Cuando estos se percatan de la llegada del rey y sus acompañantes, deciden atacarlos.

El rey le pide a su esposa, que se esconda en el interior en la selva con su hija; ella cumple y se va, aunque desde lejos se mantiene viendo a su esposo. En ese momento, llegaron los bárbaros que sin mediar palabra se enfrentaron con el rey quien se encontraba solo; el rey logró dar de baja a unos cuantos, sin embargo estos le superan en número, donde terminan con la vida del rey.

Desde la distancia la reina ve como dan muerte a su esposo, es allí donde afligida se adentra aún más a la selva con su hija llegando a una laguna donde deciden descansar bajo la sombra de un gran árbol.

En otro lugar cercano, se encontraban de cacería el noble Candasimha y su hijo Simhaparakrama; estos visualizaron unas huellas humanas en la arena, las cuales prosiguen a seguir el rastro. Ante la búsqueda de estas, ellos conversan acerca de lo que iban a conseguir, ya suponiendo que fueran las huellas de dos féminas.

El joven le hace hincapié a su padre de que se casaría con la mujer que tenía los pies más pequeño, ya que suponía que por ser pequeño esta sería la más joven. Mientras que el padre no hacía mención alguna, ya que su esposa había fallecido hace no mucho; sin embargo su hijo le insiste en que considere tomar a una de esas mujeres como su esposa ya que, una mujer era indispensable para la compañía de un hombre y un hogar; éste acepta finalmente las palabras de su hijo. Es así como ambos concuerdan en la idea de una esposa para cada uno.

Desde la distancia visualizan a las dos doncellas, donde se acercan y le preguntan acerca de su procedencia e historia; las mujeres repletas de miedo hacen su relato, y seguidamente se van con los dos caballeros ya que sintieron confianza en ellos. Estos las llevaron a su villa, donde tiempo después cada uno contrajo nupcias con ellas.

Simhaparakrama se casó con la reina Candravati ya que esta era la que tenía los pies más pequeños, y Candasimha con la princesa Lavanyavati; es así como el padre se casó con la hija y el hijo con la madre.

Ansia

Un padre de familia, se había mantenido en estable condiciones de vida a pesar de que este había enviudado después de que sus hijos mayores tomaran responsabilidad de su vida propia. Este había añorado la idea de adentrarse al mundo de la búsqueda espiritual donde fuera capaz de sentir la unión con la conciencia universal. Ya que se encontraba libre de responsabilidades familiares, decidió visitar a un yogui para solicitar ayuda y consejo espiritual ante sus preocupaciones.

El maestro se había ido a vivir a las orillas de un río, de vestimenta usaba un trozo de tela solo para tapar su área genital, se alimentaba de lo que sus seguidores le llevaban; y este vivía en armonía con él y su entorno. Al llegar el padre de familia, con una sonrisa serena le preguntó en qué podía ayudarlo.

El hombre le preguntó al maestro, de cómo era posible apreciar la sabiduría universal y volverse uno con ella. El maestro enseguida le pidió que lo acompañara al río, donde lo tomó por su cabeza y lo sumergió en las aguas hasta casi desmayarse.

Finalmente, el maestro lo libera y enseguida le pregunta de ¿Cuál fue su sensación? A lo que el hombre contestó que sintió una sorprendente necesidad y ansias de aire. El yogui inmediatamente le dijo, que cuando se tiene deseo por la sabiduría universal sientes lo mismo; aprendiendo a entenderla y convirtiéndote en uno con ella.

El barquero inculto

Un joven culto, altanero y vanidoso; tomó un bote para cruzar al otro lado del río. Conducido por un remero, este en actitud tranquila y apacible comenzó a remar con rapidez. Durante el trayecto, transita por los cielos un grupo de aves, en ese instante el joven culto le pregunta al remero si alguna vez ha investigado la vida de las aves; a lo que el señor respondió que no, y el joven altaneramente le contesta que ha desperdiciado una cuarta parte de su vida al no saber de la vida de las aves.

Minutos después, el bote pasa por las cercanías de un lugar donde se podían apreciar flotando en el agua unas cuantas plantas exóticas. El joven le vuelve a preguntar al remero si tenía conocimiento de ellas, a lo que el remero le contestó que no sabía de plantas; el joven engreído le contesta que este ha perdido la mitad del tiempo en su vida.

Tranquilamente el remero continuó el trayecto; cuando al mediodía el sol reflejaba en el agua su brillo, donde el joven exclama al remero si sabía de la naturaleza del agua; ya que esta era parte de su día a día, el remero enseguida contestó que no sabía nada del origen y naturaleza del agua; entonces el joven le increpó diciéndole que ha perdido tres cuartas partes de su vida.

Finalmente, el bote comenzó a hundirse; el remero le pregunta al joven si sabía nadar, a lo que el joven contestó que no; el remero enseguida le contesta al joven, que este ya había perdido toda su vida por no poder saber de ello.

El eremita astuto

Un anciano ermitaño de edad avanzada, de cabellos blancos y de rostro cubierto por las arrugas profundas del gran tiempo vivido, de mente aún lúcida y de trato cordial; con un cuerpo aún flexible como un lirio. Habiendo pasado por todo tipo de disciplinas y austeridades, había adquirido un sorprendente dominio sobre sus facultades y desarrollado poderosos poderes psíquicos. Pero a pesar de esto, no había logrado debilitar su ego arrogante.

La muerte no absuelve a nadie, y un día Yama el señor de la muerte, envió a uno de sus mensajeros para capturar al ermitaño y llevarlo a su reino.

El ermitaño, con su elaborado poder clarividente, intuyó la intención del mensajero y a través del arte de la ubicuidad, proyectó treinta y nueve formas idénticas a las suyas. Cuando llegó el mensajero, miró atónito a cuarenta cuerpos iguales y le resultó imposible detectar el cuerpo real, no podía agarrar al astuto ermitaño y llevarlo con él. Fracasada la misión, el mensajero regresa al inframundo y le cuenta lo ocurrido al señor de la muerte.

Yama, el poderoso Señor de la Muerte, se puso analizar por un momento. Acercó los labios al oído del mensajero y le dio algunas instrucciones precisas. Una sonrisa apareció en la cara generalmente cautelosa del mensajero, quien luego fue a donde vivía el ermitaño.

De nuevo, el ermitaño, con su tercer ojo altamente desarrollado y perceptivo, sintió que el mensajero se acercaba. En un instante, repitió el truco que había usado previamente y recreó treinta y nueve formas idénticas a las suyas.

El mensajero de la muerte encontró nuevamente cuarenta formas iguales. Siguiendo las instrucciones de Yama, exclamó ¡Qué truco tan fantástico!, y tras un silencio breve agregó “pero no hay duda de un pequeño error”; inmediatamente exaltado de orgullo el ermitaño le contestó ¿Cómo?, así el mensajero logró capturar al verdadero ermitaño llevándolo a la muerte sin demora alguna.

 El pez y la tortuga

Al amanecer, cuando los iniciales resplandores de luz del astro rey se reflejaban en las cristalinas aguas del mar Árabe. Una tortuga despertaba de un sueño profundo estirándose en la playa, abriendo sus ojos de repente observó a un pez sacando la cabeza del agua. Cuando el pez se percató de la presencia de la tortuga, este le preguntó ¿Qué es el agua?, te hago esta pregunta porque siento que llevas sabiduría en tu corazón.

Inmediatamente, la tortuga no captaba en si aún estaba sumida del sueño, y no tenía seguro que esta pregunta fuera una ilusión o era la realidad del momento; entonces cuando cae en cuenta que no era un sueño, le contesta al pez “estimado, naciste del agua, en el agua hábitats y en el agua mueres. Alrededor de ti hay agua y dentro de ti también; te alimentas de lo que encuentras en el agua y en ella te reproduces. ¡y tu soso pez, me preguntarías que es el agua!”.

La elocuencia del silencio

Un papá anhelaba para sus dos hijos la más espléndida formación mística posible. Por tal motivo, mandó a sus hijos a formarse religiosamente con un afamado guía experto de la filosofía vedanta.

Luego de un año, sus hijos regresaron a casa, donde inmediatamente el papá les interpela sobre el Brahmán, uno de sus hijos se extiende hablando acerca de esta divinidad haciendo énfasis a las escrituras, argumentos filosóficos y conocimientos metafísicos.

Después, le hace la misma pregunta al otro hijo, donde este prefiere guardar silencio como respuesta; es allí donde el papá le dice a este último, que él sí sabía realmente lo que es el Brahmán.

El hijo de las siete reinas

Érase una vez un rey que tenía como esposas a 7 hermosas mujeres; sin embargo, este se encontraba muy triste ya que ninguna de ellas les había dado un hijo, constantemente él pensaba que no tendría a un heredero para cuando este no estuviera en el plano terrenal. Un día un profeta que llegó al reino le dijo, que sus súplicas habían sido escuchadas; pronto tendría al hijo tan anhelado.

Días después, el rey decide salir de cacería. Sus 7 hermosas esposas le pidieron al rey que no fuera hacia al lado norte de la selva, ya que todas habían soñado de un peligro inminente acechándolo. El rey toma en consideración las palabras de sus esposas, y parte de cacería hacia el sur; en estos lados de la selva no tuvo suerte en su caza.

Luego, ante la infructífera cacería decide embarcarse hacia el norte, mientras evaluaban la zona bajo la luz de la luna, visualizaron una cierva blanca con cuernos y pezuñas doradas; inmediatamente el rey ordena su cacería.

Sin embargo, el rey no se da por vencido y procede ir tras la cierva, dejando atrás a toda su caballería. Luego visualiza una choza descuidada, donde al acercarse es recibido por una anciana espeluznante que le ofrece un vaso de agua, la anciana llama a su hija una joven de piel extremadamente blanca y cabellos dorados. Inmediatamente, el rey se da cuenta que era la cierva que el tanto buscaba, allí procede a pedirle que se casara con él.

Esta ante la insistencia del rey, le exige que la única manera de aceptar su oferta fuera cuando este arrancará los ojos de sus 7 esposas y se los entregará. Así fue, el rey arrancó los ojos a sus esposas y las encerró en un calabozo para que padecieran en el olvido. Luego procedió a llevarle los ojos a la hermosa hechicera, entregó los ojos a su madre la anciana que posteriormente los usaría como collar; la hechicera se convirtió en la esposa del rey.

Mientras en los calabozos, la reina más joven de las 7 se encontraba en estado; meses después dio a luz a un niño. Con el tiempo, el niño a través de las paredes comenzó a excavar esto le permitía buscar alimento a sus madres las 7 reinas la cual adoraba; y a su vez disfrutaba del paseo en los alrededores del reino.

Cuando este se hizo un joven, durante una caminata decide matar a una paloma que se encontraba en la ventana de un palacio; este palacio era de la hechicera. Ella se percata de la presencia del joven y con su magia se da cuenta de su procedencia; es allí donde lo engaña y le dice que a cambio de la paloma le diría donde encontrar los ojos de sus 7 madres, este acepta; a su vez le da una vasija que debía entregar a la anciana con un escrito.

Durante el camino a la choza, el joven llega a un pueblo donde conoce a una princesa de la cual se enamora; esta le dice a su padre el rey, que anhelaba que el joven fuera su esposo. Y es así como le hacen la preposición al joven, éste aceptó pero pidió tiempo ya que debía resolver el asunto de recuperar la visión de sus 7 madres.

Antes de ir a la choza, ante una conversación que tenía con la princesa donde le informaba de sus planes esta se da cuenta del escrito de la vasija, donde la hechicera le pedía a su madre que acabara con la vida del joven. Ella procede a cambiar la vasija, colocando el mensaje de la entrega de los 7 pares de ojos.

Así el joven va hacia donde la anciana, y está a regañadientes le entrega 13 ojos de los 14 ya que hace unos días había perdido uno de ellos. El joven rápidamente se los lleva a sus madres.

Posteriormente este vuelve a aparecer nuevamente por el palacio de la hechicera, y está molesta y sorprendida de su aparición le propone otro trato de ir a donde su madre, que le diría donde estaba la vaca jogi que era capaz de producir abundante e interminable leche, además le entregó un escrito que debía ser entregado a la anciana.

Antes de pasar a donde la anciana, esté visita a su futura esposa la princesa le comenta sus planes. Está lee el escrito donde la hechicera solicitaba a su madre el asesinato del joven, y lo intercambia por una nota donde le solicitaba que le dijera dónde podía ubicar a la vaca jogi. El joven va hacia la choza nuevamente y le entrega la nota a la anciana, está molesta le dice al joven donde encontrar a la vaca y le hace la advertencia de que esta estaba vigilada por varios demonios.

El joven valientemente se enfrentó a los demonios y obtuvo la vaca, que inmediatamente llevó a sus 7 madres; ella con la producción de la leche de la vaca comenzaron a generar ingresos a través de la venta de los derivados de la leche que el joven vendía en el reino y las aldeas cercanas.

Nuevamente la hechicera blanca llena de cólera ve al joven, nuevamente lo manda a donde su madre diciéndole a este que ella sabía dónde este podía encontrar un millón de semillas de arroz. Y el joven vuelve a donde la anciana, la anciana le dice dónde ubicar a estas semillas y le da la advertencia que estas eran custodiadas por poderosos demonios.

El joven valientemente se lanza a la travesía, ubica las semillas pero al tomar el camino de regreso este escucha unas voces que lo convierten en cenizas. La anciana ante la tardanza del joven, sale en su búsqueda y se da cuenta que fue convertido en cenizas. Allí ella moldea con la ceniza la figura de un hombre lanza un hechizo y regresa a la vida el joven.

Este con semillas en manos, se las lleva a sus madres. Estas al poco tiempo habían generado muchas riquezas entre la vaca y las semillas, se liberan de los calabozos del reino donde a la distancia construyen un palacio similar al que vivían antes de su desdicha producto de la hechicera.

Proceden a celebrar la boda de su hijo con su adorada princesa, en donde invitan a los nobles y reinos cercanos; entre ellos estaba el rey padre del joven. Durante la boda el rey cae en cuenta de que allí estaban sus esposas y que el joven era su primogénito, ellos le hacen mención de la historia y engaño al que fue sumergido durante tanto tiempo por culpa de la hechicera. Este furioso se dirigió a donde la hechicera a la que asesina. Finalmente, este se reconcilió con sus siete esposas, y todos regocijados vivieron felices por siempre.

La llave de la felicidad

Él omnipotente necesitaba sentirse en compañía ya que se apreciaba en soledad. Por lo tanto, decide crear unos seres para compensar esta necesidad de compañía. Un día estos seres hallaron la llave de la felicidad, buscaron el camino hacia el omnipotente y se unieron a él.

El Dios todopoderoso, nuevamente se quedó sin compañía esto le ocasionó mucha tristeza, que finalmente lo hizo reflexionar. Era tiempo de concebir al ser humano, sin embargo éste temía que estos pudieran encontrar la llave de la felicidad, encontrar el camino hacia él y nuevamente quedarse solo.

Meditó durante un buen tiempo, analizando donde podría ocultar la llave para que el hombre no la encontrará; por supuesto, debía esconderla en un lugar secreto donde esté no lograra ubicarla. Al principio, estaba pensando en esconderla en lo profundo del mar; luego en una cueva en el Himalaya; luego, en un rincón muy remoto del espacio exterior. Pero no estaba contento ni seguro de estos lugares.

Estuvo toda la noche despierto, cuestionándose donde sería el lugar más idóneo e indemne para dejar la llave. Creía que el hombre tarde o temprano llegaría a los lugares que había imaginado anteriormente. Cuando llegó el alba y se comenzó a disipar la niebla mañera, a Dios le llego la respuesta a su tan insistente pregunta, la llave debía ser colocada en el hombre mismo ya que este no la buscaría en él. Así fue, como Dios creo al hombre y en su interior colocó la llave de la felicidad.

Pureza de corazón

La historia trata de dos eremitas, donde cada uno estaba viviendo en una isla. El más joven, se había hecho muy famoso y tenía una gran popularidad, mientras que el viejo era un total extraño. Un día, el anciano tomó un bote y viajó a la isla del eremita joven; lo honró y pidió educación espiritual. El joven le dio un mantra y le dio los conocimientos necesarios para su repetición. Con gratitud, el anciano volvió a tomar el bote para ir a su isla, mientras que su compañero de búsqueda estaba muy orgulloso de haber hecho un reclamo espiritual.

El viejo estaba muy satisfecho con el mantra, él era una persona sencilla y de corazón noble. Durante toda su vida, no había hecho nada más que ser un hombre con buenos sentimientos y ahora, ya en su vejez, quería hacer algún ejercicio metódico.

Cuando el joven eremita, se encontraba leyendo algunos textos, el anciano regresó unas horas después de haber partido; estaba muy triste, y dijo al joven que había olvidado las palabras del mantra. He sido un inculto, podrás repetirlo nuevamente.

El joven miró al anciano con lastima, y le reafirmo el mantra. Colmado de engreimiento, el joven expresa “Poco podrá este pobre hombre, seguir el camino de la realidad si ni siquiera puede mantener un mantra». Para sorpresa de esté, es cuando ve que el anciano caminaba hacia su isla por encima de las aguas.

Un preso singular

Un hombre que había sido encarcelado, a través de una ventana que se encontraba en su celda, le gustaba mirar a través de ella el exterior. Todos los días miraba por la pequeña ventana, y cada vez que veía a alguien pasar al otro lado de los barrotes, soltaba  carcajadas incontrolables.

El custodio estaba realmente sorprendido; hasta que un día no pudo evitar y le preguntó al prisionero, del ¿Por qué esas carcajadas incontrolables? A lo que él prisionero contestó, ¿de qué me estoy riendo?, no te das cuenta que los que están del otro lado de los barrotes de la ventana están prisioneros.

La naturaleza de la mente

Un hombre que había estado viajando de pie, fatigado y sudoroso bajo el inclemente sol Hindú. Agotado e incapaz de dar otro paso, se recuesta bajo un tupido árbol; imaginando lo agradable que sería tener una cama en ese momento. Sin imaginarlo, de repente aparece una cama, esto producto de que el árbol era mágico y concede deseos quien lo pidiese.

El hombre se recostó en la cama, e imaginó la agradable sensación de un masaje en sus exhaustas piernas a mano de una joven; instantáneamente apareció una hermosa joven la cual le da un maravilloso masaje. Luego imaginó todo un delicioso banquete con todo tipo de comida, este inmediatamente disfruto de ello.

Momento después, vino a su mente un pensamiento negativo. Imaginó si un tigre lo atacará en ese lugar y momento; y así fue un tigre apareció y el hombre fue devorado por este.

El incrédulo

A pesar del poder que tiene la palabra sobre la mente humana, muchos dudan del efecto de los misteriosos mantras o fonema espiritual para canalizar la energía mental y  crear motivación espiritualmente. Tal es el caso de un personaje desconfiado que escuchó a un yogui cuando explicaba, que los mantras tenían la capacidad y poder de guía para conducirnos hacia nuestro verdadero ser.

El desconfiado inmediatamente le increpó, diciendo al yogui que este alegato no tenía fundamento alguno, si fuera así al repetir tantos mantras todas las cosas inmediatamente llegarían a nuestras manos.

Seguidamente, el yogui con autoridad le dice al hombre desconfiado que se siente, por desfachatado; el hombre desconfiado estalla en ira y le dice al maestro de cómo se atrevía a hablarle de esa manera. A lo que el yogui muy apaciblemente, le pregunta del cómo se siente a lo que el desconfiado le dice que muy molesto y avergonzado.

Finalmente, el yogui le dice al hombre desconfiado que si con una sola palabra se le había tambaleado su paz y mundo. Imagínate, el efecto poderoso que ha ejercido en ti, entonces admira como la palabra tiene el poder de transfórmate.

El contrabandista

Un contrabandista era muy conocido y famoso por su trabajo, jamás se le había podido demostrar sus actos malhechores. A menudo viajaba de India a Pakistán, utilizando un burro y los guardias que sospechaban que estaba contrabandeando, no pudieron encontrar ninguna evidencia de esto.

Pasaron los años y el contrabandista, ahora viejo, se retiró para vivir pacíficamente en una ciudad de la India. Un día, uno de los guardias estaba transitando por el mismo lugar del contrabandista, y como ambos ya no ejercían. Este le pregunta al contrabandista, sobre qué era lo que el contrabandeaba; a lo que él le contestó que contrabandeaba burros.

Un yogui al borde del camino

Un yogui andante que había tenido un inmenso desarrollo interno, se sentó al borde de un camino donde su cuerpo entró en éxtasis. Tenía una conciencia tan exaltada que estaba alejado de todo lo que lo rodeaba. Al rato, transitó a su cercanía un ladrón y cuando lo vio se dijo a sí mismo: «No tengo dudas de que este hombre, debe ser un ladrón; que después de pasar toda la noche robando, se ha quedado dormido». Y apresuró el paso a toda velocidad para que un policía no lo arrestara a él, huyendo así del lugar.

Tiempo después, se acercó un borracho, tropezaba constantemente y no podía mantener el equilibrio, observó al hombre sentado y pensó “este hombre ha de haber bebido tanto que ni puede moverse”; acto seguido se marchó del lugar. Finalmente, pasó otro yogui contempló pausadamente al hombre, se sentó a su lado donde se agachó y dio un beso a sus pies.

El liberado-viviente y el buscador

Un día, un aspirante espiritual se embarcó en un viaje a la India para conocer y conversar a un jivanmukta un iluminado, recorrió de punta a punta el país desde los Himalayas hasta Bengala, recopiló abundante información y finalmente de acuerdo con todos los argumentos, encontró a un verdadero hombre iluminado; donde finalmente, pudo concretar con tan esperada reunión.

En una tarde tranquila y de cielo dorado, el iluminado estaba bajo una exuberante azalea, sumergido en un estado de meditación; el visitante se acerca y lo saluda amablemente, se sienta a su lado y le pregunta si “antes de encontrar su yo, este llegó a conocer la depresión”.

Jivanmukta afirmativamente le contestó que “sí”, el visitante nuevamente le pregunta “¿después de haber llegado a la iluminación, se ha deprimido alguna vez?”, con una sutil sonrisa el iluminado contesto “si, pero  ya no me importa, no le tengo sentido alguno”.

Una broma del maestro

En una ciudad de la India había un hombre de gran misticismo, descrito por los pobladores como un hombre extraordinario y extravagante, que generaba atención y al mismo tiempo causaba intriga. Este siempre estuvo disponible para todos y además a petición de los pobladores, este les ofrecía su don de la palabra; sin embargo, el día de la predicación tuvo la intuición de que las actitudes de los asistentes no eran sinceras y que se les debía dar una lección.

A la hora de la congregación, cuando todos los pobladores estaban preparados para escuchar al hombre con la seguridad de que les iría bien a su costa. El maestro apareció ante ellos y después de una breve pausa, pregunto “¿saben de qué iba a hablarles?”, los asistentes no contestaron; allí el guía les dice “realmente no perderé mi tiempo con la ignorancia de ustedes, por lo tanto hasta que ustedes no me digan de que voy hablarles, me mantendré en silencio”.

Los pobladores, desorientados, se fueron a casa; y regresaron al día siguiente y decidieron pedir la palabra del maestro nuevamente, el hombre no dudó en ir a ellos y les preguntó “¿saben de qué quiero hablarles?, si contestaron todos. Inmediatamente, el maestro les dijo como ya saben lo que iba a decirles, eso es todo pueden retirarse.

A todas estas los aldeanos se sintieron burlados y molestos ante esta actitud; sin embargo, insistieron en la búsqueda de la palabra del maestro. El hombre los miró en silencio y calma, y les volvió hacer nuevamente la misma pregunta, pero, los pobladores contestaron queriendo ser audaces que algunos sabían que iba hablar, y otros no. Es así, como el maestro les recomienda a los que saben que le transmitan su conocimiento a los que no; seguidamente este se fue internándose nuevamente en la selva.

El gurú falaz

Un día bajo un torrencial de agua en la India, un discípulo corría para llegar a su casa y refugiarse de esta. Sin embargo, en el camino se encontró a su maestro que le sermoneo por huir de las bendiciones de Dios mandadas del cielo en forma de lluvia, está un hermoso regalo para todos en el mundo. El joven avergonzado paró de correr, y comenzó a caminar lentamente a su casa. Al día siguiente había agarrado un gran resfriado por haberse mojado bastante.

Días después, mientras en discípulo leía en el balcón de su casa; observó cómo su maestro corría velozmente bajo la lluvia. Entonces, procede a preguntarle del por qué huía de las bendiciones del cielo y del agua sagrada. A lo que el gurú le refutó al joven tajantemente, que él lo que no quería era profanar el agua divina con los pies.

La verdad… ¿es la verdad?

En un lugar lejano había un rey que constantemente se cuestionó del porqué los seres humanos no eran superiores, y del cómo podía hacer él para mejorar al hombre. Ante tanta inquietud, decide llamar a eremita sabio y humilde que vivía a lo profundo de las montañas.

El eremita acude al llamado del rey, este comienza a alabar su tan hablada sabiduría a la que el eremita no le dio importancia alguna. Inmediatamente, este comienza a comentarle sus constantes interrogantes acerca de la perfección del ser humano, y de cómo podía este lograr que todos fueran mejores.

Enseguida el sabio le responde, que las leyes no bastan en absoluto para mejorar a las personas. Que el mismo ser humano tenía que ser capaz de sembrar en ellos actitudes y a su vez practicar ciertas técnicas para alcanzar la clara comprensión y la verdad de orden superior; haciendo hincapié de que la verdad de orden superior era muy diferente a la verdad ordinaria.

El rey ante las palabras del eremita se quedó pensando, y luego le dijo a este, que él por lo menos tenía la capacidad de hacer que las personas le dijeran la verdad o que por lo menos fueran veraces con él. A lo que eremita guardo un profundo silencio y se fue de regreso a sus montañas.

Días después, el rey decidió colocar en las entradas de su reino un plataforma con una horca y dio orden a sus soldados que todo el que ingresara a la ciudad debía ser interrogado, si este decía la verdad inmediatamente tenía ingreso a la misma, sino sería enviado a la horca.

Al día siguiente, el eremita decide dejar las montañas y dirigirse a la ciudad del rey, donde es detenido por un soldado al que lo comienza a interrogar. Le pregunta que a ¿dónde se dirigía este?, a lo que el eremita le contestó “que iba camino a la horca, para que puedan ahorcarlo”. El capitán enseguida le refutó que no creía en sus palabras, donde el eremita le aseguraba que esa era su verdad, y que si era mentira entonces igualmente iban ahorcarlo.

El soldado le explica que si lo ahorcan por haber mentido, transformarán en irrefutable la verdad del eremita y, en ese caso no te habremos ahorcado por mentir sino por decir la verdad. A lo que el eremita le afirmó “usted sabe ahora lo que es la verdad… su verdad”.

Pleito a la luz

Verán, un día la oscuridad se dio cuenta de que la luz le estaba robando más espacio y decidió entablar una demanda contra ella. Más tarde, llegó el día del juicio, la luz entró en la sala antes que la oscuridad. Llegaron los respectivos abogados y el juez. El tiempo pasó, pero la oscuridad no apareció, todos esperaron pacientemente, pero la oscuridad no aparecía. Finalmente, cansado del juez y al descubrir que el demandante no asistió, falló a favor de la luz.

¿Qué ha pasado? ¿Cómo podría la oscuridad haber provocado una acción y no presentarse?, nadie salió de su sorpresa. Aunque la explicación fue simple: la oscuridad estaba fuera de la sala, pero no se atrevió a entrar porque sabía que la luz la dispersar rápidamente.

Hasta cuando dormido

Un pueblo de la India, que se había hecho famoso por el estado de uno de sus habitantes, que se encontraba sumergido en un profundo sueño por alrededor de unos 25 años. Ante la intriga y preocupación del estado de este, la autoridad del pueblo decide dirigirse hacia un sabio maestro que vivía en las cercanías para que los ayudasen en esta situación.

El maestro amablemente va a donde el hombre durmiente, sienta a su lado y enseguida entra en un estado de meditación, donde conecta su conciencia a la del hombre y a su vez llega también a lo más profundo de su corazón.

Luego de haber pasado un tiempo, el maestro regresa en sí y les informa a los presentes que ha hallado la cauda del hombre durmiente, el mismo sueña que se encuentra despierto, por lo tanto mi recomendación es no despertarlo.

El hombre ecuánime

Esta es la historia de un hombre que era muy estimado por todos en su aldea, hace no mucho había enviudado y tenía un joven hijo que siempre lo acompañaba, además de su caballo.

Un día su caballo desapareció su establo, y al regarse la noticia muchas personas del pueblo se acercaron para decirles ¡qué mala suerte has tenido, tenías a un caballo y este se marchó!. Días después siente unos ruidos en la puerta de su casa, al asomarse ve que había regresado su caballo en compañía de otro. Los del pueblo se enteraron, y enseguida fueron a decirles ¡qué buena suerte tienes, tu caballo ha regresado y además tienes otro caballo más!.

En los posteriores días el hombre junto con su hijo, se encontraban cabalgando por los campos cada uno en un caballo, momento después el hijo sufre una caída en la que se lastima y fractura la pierna. Los del pueblo se acercan nuevamente y le dicen ¡qué mala suerte tienes, tu hijo se ha lastimado!.

Finalmente, un día el país entra en una guerra y este solicita el alistamiento militar de todos los jóvenes de todos los pueblos y aldea, fueron a buscar a los jóvenes en la aldea del hombre a excepción de su hijo que se encontraba lastimado. Los del pueblo se percataron del hecho e inmediatamente fueron donde el hombre para decirle ¡qué buena suerte tienes, tu hijo se ha librado de la guerra! A lo que el hombre ecuánime muy serenamente contestó con un sí, así es.

El falso maestro

Era un maestro muy conocido. Uno de los maestros que buscan la fama y le gusta el tener muchos seguidores. En una gran tienda reunió a cientos de seguidores. Se puso de pie sobre sí mismo, forzó su voz y dijo: Mis amados, escuchen al que sabe; inmediatamente se escuchó un gran silencio.

Nunca debes relacionarte con la esposa de otro; como también nunca beban alcohol ni consuma carne. Uno de los seguidores se atrevió a preguntar: hace unos días, ¿no abrazaste a la esposa de Jay?, «Sí, lo hice», respondió el maestro. Entonces otro oyente preguntó: «¿No eras tú el que estaba bebiendo en la bar la otra noche?» «Si era yo», respondió. Un tercer hombre le preguntó al maestro: ¿No comiste carne el otro día en el mercado? «Sí», dijo el maestro.

En ese momento, todos los seguidores estaban molestos y comenzaron a discutir. «Entonces, ¿pides a cada uno que no realicemos lo que haces?» a lo que el falso maestro respondió: Porque yo enseño, más no practico.

Sé cómo un muerto

Un maestro muy respetado, de mirada tranquila y serena. Que tenía solo un solo discípulo, a quien gradualmente transmitió la misteriosa enseñanza. Un día cuando el cielo estaba pintado con un hermoso tono naranja-dorado, el maestro se dirigió al discípulo y le ordenó: estimado, ir al cementerio y a todo pulmón comienzas a gritar todo tipo de cumplidos a los muertos.

El discípulo fue a un cementerio cercano. El silencio fue abrumador, en el ambiente tranquilo del lugar estalló y gritó todo tipo de elogios a los muertos. Luego regresó a su maestro. El maestro preguntó ¿Qué respondieron los muertos?, a lo que el discípulo le contestó que “nada”.

En ese caso estimado, vuelve al camposanto y lanza todo tipo de agravios a los muertos. El discípulo regresó al tranquilo lugar, y con todo el ímpetu de sus pulmones, comenzó a liberar todo tipo de agravios a los muertos. Después de unos minutos regresó con el maestro que le preguntó directamente: ¿Qué te contestaron los muertos?, este contesto «Otra vez no dijeron nada»; y el maestro concluyó la maestra concluyó “Así deberías ser: indiferente, como una persona muerta, ante los halagos e insultos de los demás”.

El perro aterrado y la percepción errónea

A un perro callejero le complacía pasar por cada esquina e ir de un lugar a otro. Fue siempre un errante que gozaba de su vida. Pero en un momento ingresó en un palacio cuyos muros eran de espejos. El canino corrió hacia una de sus habitaciones llena de espejos e inmediatamente vio innumerables perros corriendo hacia él en la dirección opuesta a la suya. Asustado, giró a la derecha para intentar escapar, pero luego vio que también había una gran cantidad de perros en esa dirección.

Giró a su izquierda y comenzó a ladrar de horror. Muchos caninos a su izquierda, le gruñían y ladraban. Apreció que era cercado de furiosos perros y que no podía huir. Observó en hacia su alrededor y  vio a los perros rivales que seguían ladrando. En ese momento, el miedo detuvo su corazón y sucumbió de ansiedad.

El viajero sediento

Mansamente, el sol se había opuesto y la noche había caído por completo. Un tren se deslizó por la enorme llanura de la India como una enorme serpiente salvaje.Varios hombres compartieron un una cabina y, como había muchas horas para llegar al destino, decidieron apagar la luz y dormir. El tren continuó su marcha, ya habían viajado muchas horas y estaban muy cansados. De repente, una voz se comenzó a escuchar: ¡Oh, qué sed tengo! ¡Oh, qué sed tengo!.

Y así, una y otra vez, persistentemente. Fue uno de los viajeros que siguió quejándose de su sed y evitó que el resto de sus compañeros durmieran. Su queja ya era tan molesta y repetitiva que uno de los viajeros se levantó, salió de su cabina, fue al baño y le trajo un vaso de agua. El hombre sediento tiene hambre de agua. Todos volvieron a conciliar el sueño. Y al pasar unos minutos, la misma voz desde el principio comenzó a decir: «¡Oh, qué sed tenía, pero qué sed tenía!».

La paloma y el cuervo

Había una vez, un Bodhisattva convertido en paloma que vivía en un nido que colgaba del techo de la cocina de un próspero cocinero. Un día mientras esta esperaba pacientemente la comida, desde la distancia es observada por un cuervo. Inmediatamente, este la sigue y le pregunta si puede compartir con él su suculento plato, y ella cordialmente acepta compartirlo.

Muy a pesar de que ambos se alimentaban de diferentes maneras, el cuervo no desaprovecho la oportunidad de los manjares que recibía la paloma. El cocinero al ver que la paloma había traído a un acompañante, coloca para él un nido en su cocina.

Días después, en la cocina de aquel cocinero había unas cuantas rodajas de pescado, a la cual el cuervo deseaba con ansias, tanto que permaneció toda la noche hasta el amanecer observándolo. En esa mañana, llega la paloma la cual le propone comerlo, a lo que este insinúa que no porque estaba sufriendo de un malestar estomacal, la paloma se marcha.

Al rato el cocinero, se pone a preparar esmeradamente una suculenta comida que deja a la vista del cuervo, al rato esta ve como el cuervo había picoteado el plato que con tanto esmero había preparado. Es así, que por castigo despluma al cuervo, lo untó con mantequilla y luego lo espolvoreó con comino y jengibre; para posteriormente arrojarlo a su nido.

Acto seguido, llega la paloma la cual confunde a su amigo el cuervo con una grulla, y le pide que se marché ya que estaba ocupando el lugar del cuervo. Increpándola el cuervo le dice que no era una grulla sino que era él, y que por codicioso le había pasado todo esto. A lo que su amiga la paloma le replicó que por su naturaleza, el viviría de fracaso en fracaso. Luego se marchó alejándose de este lugar y el cuervo murió sollozando en profundo dolor.

El conductor borracho

En una carretera escabrosa y a gran rapidez, conducía un automóvil un hombre borracho. De inmediato, no mantuvo el control del automóvil, apartándose del camino cayendo en un pantano maloliente. Cuando vieron el accidente, varias personas corrieron a la escena y ayudaron al conductor a levantarse. No podía ocultar su embriaguez y luego uno de los que le prestó ayuda, le dijo usted ¿no ha leído la famosa disertación de Narain Gupta sobre los efectos nocivos del alcohol? y el conductor ebrio, todavía con hipo, tartamudeó: Yo soy, Naraín Gupta.

El atolladero

En una pollera un hombre ingresa, y ve un pollo guindando, y dirigiéndose al encargado le dice: Estimado, tengo hoy una cena de compañeros y necesito un pollo ¿Cuánto pesa este? El encargado respondió: 2 kilos, señor. El cliente sacudió la cabeza un poco dudoso y dijo: No vale la pena entonces, necesito uno más grande.

Este pollo era el único había en la tienda. Sin embargo, el encargado no iba a perder la oportunidad de perder a este cliente. Tomó el pollo y fue a la parte trasera de la tienda, explicando en voz alta al cliente: No se preocupe, señor, le traeré un pollo más grande de inmediato.

Permaneció un rato en la parte de atrás, y regresó con el mismo pollo y dijo: este es un poco más grande, espero lo disfrute. ¿Cuánto pesa este? Preguntó el cliente, 3 kilos contesto el vendedor. El cliente dijo: Bueno, me quedaré con los dos.

LEYENDAS DE LA INDIA

El Brahmin astuto

En el norte de la India, donde las altas colinas parecen tocar las nubes, hay un pequeño pueblo que se pierde en la grandeza del Himalaya. Se encontraron en este, un ermitaño,  un peregrino y un brahmín; conversaban de cómo consagraban a Dios con cada dádiva que recibían de los fieles. El ermitaño les comentó que el tendía a dibujar un círculo en el piso, tiraba el dinero al aire y el que caía dentro del círculo era invertido en él, si caía afuera se lo ofrendaba al Todopoderoso.

El peregrino explicó que hacía lo mismo que el ermitaño pero de forma contraria, si caían dentro se les ofrendaba al Divino y las de afuera las dedicaba para él. Mientras que el brahmín, les dice que él hacía lo mismo con lo del dibujo, utilizaba para él las monedas que caían al piso y señala que las que no caían eran para Dios.

La imperturbabilidad del Buda

Buda durante muchos años recorrió ciudades y poblados para compartiendo sus enseñanzas, siendo altruista. Pero como todo, a veces coincidía con algunas personas vivarachas y astutas, que buscaban la manera de insultar al maestro.

Ante todo esto, Buda nunca perdía su imperturbable paz interior, su sutil sonrisa y la expresión tranquila de su rostro. Un día, sus seguidores sorprendidos le preguntaron: Maestro, ¿Cómo puede estar tan tranquilo ante los ofensas y humillaciones? y el Buda respondió: ellos me ofenden obviamente, yo en cambio no tomó sus ofensas.

Una caña de bambú para el más tonto

En un reino de abundantes riquezas de la India, un viejo rey manda a llamar al yogui quien vivía en un bosque. Este al llegar, el rey le propone una tarea que consistía en entregar un palo de bambú al más tonto que encontrase, durante un largo viaje que haría en todo el territorio de la India.

Inmediatamente, el yogui inicio su viaje. Recorrió muchos lugares y conoció un montón de personas; pero ninguna de ellas poseía la característica de ser el más tonto, es allí cuando el yogui después de un tiempo decide regresar al reino.

Cuando regresa encuentra que el rey estaba en un estado deplorable de salud, este lo visita en su lecho de muerte. En ese momento el rey le dice al yogui ¡soy un desafortunado, tantas riquezas acumuladas y no sé qué hacer con ellas, no puedo llevarlas conmigo!, allí el yogui le entrega el palo al rey por considerarlo el ser más tonto de todos.

Una insensata búsqueda

Una mujer estaba escudriñando insistentemente algo en una lámpara. Una persona que se acerca a ella, la observa detenidamente y le pregunta: ¿Se te ha perdido algo?, ¿Qué buscas?

La mujer mientras tanto, no paraba de lamentarse y con la voz quebrada contesta: busco una aguja que se me perdió en mi hogar, pero como no tengo luz la he venido a buscar aquí al lado de la lámpara.

La Grulla Burlada

En un bosque nació hace mucho tiempo un bodhisattva, este era el genio de un árbol varana que vivía en las cercanías de una laguna de lotos. Un día, en una laguna había una grulla que a causa de las sequías de la época estaba vigilante de los pequeños pozos que había dejado la laguna , los cuales estaban repletos de peces y otras especies.

Al rato la grulla ideo un plan con la finalidad de alimentarse fácilmente, esta conversó con los peces de uno de los pozos y les prometió que los llevaría a la laguna más grande donde iban a poder seguir viviendo durante la época de sequía que los aquejaba. Como prueba estos envía primeramente al más astuto de los peces, que introduciéndose en la boca de la grulla esta lo pasea hasta mostrarle el que sería su nuevo hoga

Al regresar éste le confirma a sus compañeros de su existencia, por lo que inmediatamente la grulla introduce para llevarlos uno a uno en su boca a cada uno de los peces, sin embargo esta en las cercanías de la laguna se posa en un árbol varana y los asesina hasta devorarlos uno a uno.

En el pequeño pozo quedaba un cangrejo, la grulla le ofreció el mismo trato que hizo con los peces, pero este siendo astuto le dijo que sí iría pero con la condición de sujetarse fuertemente en tu cuello, con la excusa de que así no se caería (audazmente, este era un plan que si ante el ataque de la grulla él le cortaría el cuello con sus tenazas).

Partieron el viaje, hasta que la grulla se desvió al árbol varada y le dijo al cangrejo lo que había hecho con sus amigos peces dictándole el destino a este. Inmediatamente el cangrejo con sus tenazas lo sujeto fuertemente, esto hizo sollozar a la grulla. El cangrejo pidió a esta que lo llevara a la laguna, y así fue; mientras este lo dejaba en las orillas el cangrejo término desollándola y luego se fue sumergiéndose en el agua.

Desde la distancia, el bodhisattva observaba tocó su timbal y pronunció en tenue voz: “El perverso, y fabulosamente audaz, triunfara no por sus travesuras. Puede triunfar sutilmente desairando, a los que como la grulla también separarías”.

Los Brahmanes y el león

En una aldea vivían 4 brahmanes que eran compañeros desde su infancia. 3 de estos maestros dominaban el don de la sabiduría y el otro quería el saber, pero poseía algo que el resto no sentido común. Un día decidieron embarcarse en una travesía, donde a través de sus dones obtendrían reconocimiento y fortuna. Dos de los maestros no querían que él cuarto, los acompañaran ya que creían que este no poseía nada relevante para obtener futuras ganancias. Pero el tercero, les recordó el nexo de amistad que tenían en el tiempo.

Durante su recorrido dieron con el armazón de un animal (un león), y como praxis de sus erudiciones estos dispusieron reanimar al animal. El primero ordenó el armazón, el segundo puso la piel, sangre y carne; y el tercero iba a darle la vida, hasta que el cuarto lo interrumpió, diciéndoles que era un león y que éste los iba a matar si le daban vida. A lo que los otros minimizaron su comentario, objetando que él no poseía sabiduría.

Antes esto el cuarto decide subirse a un árbol, mientras los otros continuaban con la reanimación del león. Instante después, el león resucitado ante el hambre que tenía a cabo con la vida de los 3 que le dieron la vida. El que sólo tenía sentido común esperó que el león se fuera, bajó del árbol y volvió a su casa.

La rueda del tiempo

Un día un anciano y un joven paseaban por los campos bajo un abrasante calor y sol. El anciano decide descansar bajo un árbol, y le pide al joven que le busque un algo de agua en un manantial que se encontraba al otro lado del arrozal.

El joven inmediatamente fue al manantial, donde conoció a una simpática joven. Este decidió ayudar a la joven cargando sus vasijas de agua hasta su casa, conoció a su familia, le propuso matrimonio, contrajeron nupcias, trabajo en el campo y tuvieron hijos. Al tiempo uno de sus hijos murió, luego sus suegros y seguidamente lloró la partida de su esposa. De repente un día cayó un gran diluvio, que provocó una gran inundación la cual se llevó a sus amigos y a su hijo menor al cual tuvo que ver como moría ahogado.

En ese instante recordó a su amigo el anciano que había dejado en la espera del agua. En ese momento tomó una jarra y se fue al manantial agarro agua, cruzo el arrozal y vio cómo su amigo permanecía allí como si el tiempo jamás hubiera transcurrido (misterio de Vishnú). El anciano enseguida se  reincorporó y le dijo que había tardado mucho que ya estaba que lo iba a buscar.

 El mantra secreto

El creyente se hincó de rodillas para iniciarse en la doctrina, y el gurú susurró el venerable mantra en su oído y le advirtió que no se lo revelara a nadie. El creyente le pregunta ¿Y qué pasará si lo hago?, el gurú contestó: “A quien le reveles el mantra, estará libre de sumisión, ignorancia y dolor». Pero serás excluido de la doctrina y te sancionarás a ti mismo.

Al escuchar estas palabras, el creyente corrió hacia la plaza, reunió una gran gentío a su alrededor y repitió el mantra venerable en voz alta para que todos lo oyeran. Los creyentes compañeros luego le dijeron al gurú y le pidieron que expulsara al individuo de la abadía por desobediencia. El gurú se alegró y dijo: «No necesitas nada que yo pueda enseñarte», con su acción ha demostrado ser un gurú con todas las de la ley.

Las Doce Hermanas

Fundamentada en una historia de Jataka y muy sonado en el sudeste asiático. La historia de las doce hermanas se basa de la vida anterior de Buda donde Rathasena, el hijo de una de las doce mujeres, es bodhisattva.

Es una extensa historia sobre la vida de doce hermanas desatendidas por sus progenitores y adoptadas por una mujer ogro disfrazada de bella dama. La culminación de la leyenda, es la triste cuento de amor del único hijo sobreviviente de las doce hermanas, Rathasena con Manora, la hija adoptiva de la mujer ogro Sundara. Finalmente, los dos fallecen juntos en la orilla solitaria y larga de un lago para renacer y volver a estar juntos.

Un puñado de rupias por un consejo

Un joven brahmán tenía que salir a pedir limosnas para poder ayudar a su padre ciego y su madre, esto lo hizo por mucho tiempo. Hasta que un día se despidió de su esposa, a la cual dejó bajo se responsabilidad a sus padres; este le pidió que mientras éste estuviera ausente, ella trabajara arduamente para costear los gastos de sus ancianos progenitores.

El hombre cruzó fronteras a otro país, y mientras este mendigaba un comerciante se le acercó preguntándole acerca de su procedencia y la finalidad de su estadía. Seguidamente, le dijo al hombre que el rey de ese país, era muy bondadoso que se acercara a él para pedirle de su ayuda.

Así es como el brahmán se presenta ante el rey, y este al verlo le ofrece un trabajo relacionado al cuidado de uno de sus palacios, lo cual acepta. El tiempo paso, y la esposa decide emprender un viaje para buscar a su marido; casualmente esta llega al mismo país, y se  reencuentra con él.

El insistentemente le implora que regrese a su casa, pero ella no quiere partir ya que no quiere llegar a la desdicha de siempre. Es allí, que su esposo decide entregarle una nota y le plantea que le entregue esto al rey, que el muy generosamente la iba a ayudar. El contenido del papel eran tres consejos que decían lo siguiente:

  1. Si una persona esta viajando o conociendo un nuevo lugar, no dormir durante la noche y no cerrar los ojos, debe ser precavido.
  2. Un hombre que tenga una hermana casada y este la visite, esta lo recibirá muy amablemente con la intención de buscar beneficios de él; si en cambio el hombre llega con las manos vacías, su hermana lo recibirá de forma tajante y lo despreciaría.
  3. El hombre al realizar alguna actividad, debe hacerlo el mismo con fuerza y sin miedo.

La mujer se va a su casa y le dije a un familiar que entregue el contenido al rey, este al recibir la lista de consejos se enfurece y manda azotar, y a expulsar a este hombre de su país. A los días, la mujer sin saber lo anterior vuelve al camino a llevar la copia del escrito; en su trayecto se consigue con un joven príncipe que le pregunta el contenido de la nota, ella le comenta y acto seguido el príncipe compra la lista de consejos por una bolsa de rupias.

El príncipe lleva a su padre la lista de consejo que adquirió, y este al leerla vuelve a enfurecerse y da orden de desheredar a su hijo y expulsarlo de su reino. A los días previos de este hecho, el príncipe sin nada de riquezas y vagando por diferentes lugares, comienza a tomar en cuenta todos los consejos; los cuales salvaron su vida.

Finalmente, su ultimo y el primer consejo; lo llevo a casarse con una hermosa princesa. Este adquirió miles de riquezas y volvió hacia el reino de su padre, el cual había perdido la vista de tanto llorar su partida. Le contó la grandiosa travesía que vivió y de cómo los consejos lo ayudaron a salvar su vida una en varias oportunidades.

El pobre y el rey de oro

Un humilde hombre que vivía en la pobreza, rezando de casa en casa, vio un transporte dorado entrando a la ciudad con un rey resplandeciente. El pobre hombre se dijo de inmediato: «Mi miseria y dolor ha terminado. Este rey vino esta presente por mi presencia. Me cubrirá con las migajas de su riqueza y viviré en paz».

Como si hubiera conocido al pobre hombre, el rey hizo que el carro se detuviera a su lado. El mendigo, que se había arrojado al suelo, se levantó y miró al rey, convencido de que su felicidad había llegado. Entonces el rey se acercó al pobre hombre y le dijo: ¿Qué me tienes que dar? ¡El pobre hombre, muy decepcionado y sorprendido, no sabía qué decir. «¿El rey me propone un juego? ¿Me estás tomando el pelo? ¿Es un nuevo arrepentimiento?».

Cuando vio la sonrisa persistente del rey, sus ojos brillantes y su mano extendida, el pobre hombre puso su mano en la bolsa que contenía un puñado de arroz. Tomó un grano de arroz y se lo dio al rey, quien le agradeció y se fue velozmente con sus caballos. Al final del día, y vaciando su alforja, el pobre hombre encontró un grano de oro. Él comenzó a llorar y diciendo: ¡Por qué no te he dado todo el arroz!

La paloma y la rosa

El amanecer del día comenzó reducir la niebla del ocaso cálido y hermoso, una paloma volando entró en un pequeño santuario aislado en la India. Las paredes de este estaban adornadas con espejos y en ellas se reflejaba la imagen de una rosa colocada como ofrenda en el centro del altar.

La paloma tomó los retratos de la rosa, se arrojó sobre ella y se estrelló frenéticamente en repetidas ocasiones contra las paredes acristaladas del santuario, hasta que su frágil cuerpo final estalló y encontró la muerte; entonces el cuerpo aún cálido de la paloma cayó sobre la rosa.

Lealtad

Un insurgente fue sentenciado a muerte en la horca, el hombre tenía a su madre que vivía en una ciudad remota y no quería dejar de decirle adiós por este motivo. Le pidió al rey que lo dejara unos días para visitar a su madre, el monarca sólo hizo una condición para que un rehén tomara su lugar mientras estaba ausente y que en caso de que no regresara, sería ejecutado por él. El rebelde se volvió hacia su mejor amigo y le pidió que tomara su lugar, el rey dio siete días para que el rehén fuera ejecutado si el condenado no regresaba en ese momento

Al sexto día, se anunció al rehén su ejecución a la mañana siguiente; el rey preguntó a los custodios sobre su estado mental, y ellos respondieron: ¡Oh, majestad! esta muy tranquilo, no dudó por un momento que su amigo regresaría; El rey sonrió escéptico.

Llegó la noche del sexto día, el rehén estaba tranquilo. Al amanecer, el monarca pidió al rehén y el jefe de la prisión dijo: Ha comido suculentamente, ha cantado y está extremadamente tranquilo; no duda que su amigo regrese. ¡Miserable! exclamó su majestad. El tiempo programado para la ejecución ha llegado, el rehén fue llevado al estrado, relajado y sonriente.

Su majestad se sorprendió al ver la hostilidad del rehén; el verdugo le colocó la soga al cuello, pero seguía sonriendo y tranquilo. Justo cuando el rey estaba a punto de ordenar la ejecución, se escucharon los cascos de los caballos; el rebelde había regresado justo a tiempo. El rey, emocionado, otorgó la libertad a ambos hombres.

Cuento de las dos vasijas

Un hombre que como medio de trabajo, utilizaba dos vasijas para trasladar agua soportadas por una vara por encima de su espalda. Una de las vasijas tenía fisuras por lo cual la parte del agua que el hombre deposita esta la botada en el recorrido, y la otra estaba en buenas condiciones.

La vasija sin fisuras estaba orgullosa de no derramar ni una sola gota de agua, mientras que la que tenía fisura se sentía sumamente apenada y deprimida, ya que no se desempeñaba bien a la que fue elaborada. Al pasar los día, esta le pide perdón a su dueño por derramar parte del agua que él le depositaba diariamente; a lo que el dueño le responde que no tenía por qué avergonzarse, que mirará el camino de flores en el recorrido que hacían diariamente.

La vasija observó las hermosas flores se encontraban en todo el camino, pero esto igual no le daba motivación. Al llegar a casa, su dueño le comenta que esas flores están allí gracias a ella. El aprovechó durante esos dos años de trabajo, sembrar unas semillas de hermosas flores y la vasija completo su trabajo regándolas diariamente. En parte, todos somos vasijas con grietas y si estamos conscientes de ellas, podemos aprovechar las grietas para crear oportunidades y obtener buenos resultados.

El loro que pide libertad

Esta historia narra la vivencia de un loro que se encontraba en una jaula, este le pertenecía y hacia compañía a un anciano. Un día el anciano invitó a tomar té a un amigo. Al llegar el invitado el ave comenzó a gritar insistentemente ¡Libertad, Libertad, Libertad!, ante esto el invitado se sintió apenado con el dueño y se fue a su casa.

Días después, el invitado espero que el dueño del ave saliera de su casa, donde posteriormente ingreso a la vivienda se fue a la jaula del loro con la intención de liberarlo; pero este muerto de susto se fue hacia un rincón de la jaula gritando desesperadamente ¡Libertad, Libertad, Libertad.

De instante en instante

Narra la historia de un yogui muy anciano con una conciencia traslúcida como una piedra preciosa ya pulida. Un día se encontraba haciendo su purificación con el agua de un río, antes de comenzar sus oraciones. A él, se le acercaron un grupo de aspirantes religiosos, y le cuestionaron sobre qué debían hacer para adoctrinar en la verdad.

Con una mirada de simpatía infinita, les dijo: yo empleo lo siguiente “cuando debo comer, como; cuando debo dormir, duermo; cuando hago mi purificación, la hago; y cuando me toque morir, moriré”. Al terminar sus palabras el anciano murió solo a un costado del río.

Cada hombre una doctrina

Un estudiante decente y bondadoso, al que su mente le hacía juego complicándole tener una razón amplia y mediadora de una mente sin obstáculos. Debido a que su motivación era sincera, estudió continuamente y comparó diferentes estudios religiosos. Estaba realmente perplejo cuando vio la difusión de tantas enseñanzas y formas espirituales.

Por lo tanto, cuando tuvo la oportunidad de conocer a su instructor espiritual, dijo: Estoy desorientado. ¿No hay demasiadas religiones, demasiados caminos misteriosos, demasiadas enseñanzas si la verdad es una?, a lo que el guía le contestó con temple: ¡Pero qué dices, tonto! Todo hombre es una doctrina, una enseñanza.

Doce años después

Un joven alumno tenía una inquietud, él quería saber que debía hacer para poder hallar la verdad y alcanzar la sublime sabiduría. Por consiguiente, se fue a donde su maestro y le pregunto acerca de aquello que tanto pensaba. El maestro simplemente le contestó, que “todo es el ser, la conciencia más pura. El ser puede adoptar cualquier forma del cosmos, no hay nada más que ello. Tú eres el ser. Si te reconoces tú, ya habrás alcanzado la verdad, la sublime sabiduría.

Insatisfecho, el joven fue a consultar a otro maestro. Este le dijo que si  laboraba para él durante doce años, le daría la respuesta que tanto buscaba, por lo tanto debía trabajar en el centro espiritual del maestro limpiando el estiércol de los búfalos.

Arduamente laboró durante doce años, y un día cuando ya no era tan joven se acercó al maestro para que le diera la respuesta a su pregunta. A lo que el maestro le dice: “la clave es el ser, este se manifiesta en todas las formas del cosmos. Tú eres el ser.

Desconcertado ante la respuesta, el hombre le hace mención al maestro que hace doce años otro le había dado la misma respuesta, ¿Por qué habrá sido?. El maestro simplemente le expone que la verdad siempre se ha mantenido, pero el que ha cambiado ha sido él (joven).

Si dañas, me dañas

Parvati la diosa del amor del hinduismo, esposa de Shiva, es caracterizada por ser sumamente compasiva y misericordiosa. Un día, su hijo llamado Kartikeya causó daño a una gata regañandola. Luego de llegar a su casa, este busca a su madre la diosa para darle amorosamente un beso en la mejilla, pero este se percata que su madre tenía en la cara un rasguño; este inmediatamente le pregunta que le había pasado.

A lo que la diosa le comenta sutilmente que el rasguño que él le provocó a la gata en horas tempranas, fue reflejado en ella; ya que ella era la creación del todo.

Sólo se necesita miedo

Un rey de corazón sincero y apasionado por la indagación espiritual, era visitado frecuentemente por maestros y yoguis, que le suministraban consejos y técnicas para su desarrollo personal. Un día escuchó de un dudoso yogui, por lo que procedió a buscarlo y ponerlo a prueba. Una vez frente al rey, este le dice al yogui que demuestre su verdadera devoción o moriría ahorcado. Inmediatamente el yogui le manifestó: “mi rey, le juró y garantizo que poseo visiones extrañas. En este mismo momento, veo a un ave dorada en el cielo y demonios debajo de la tierra”.

¿Avisarías a los personajes de tus sueños?

Un alumno y su maestro, se encuentra debatiendo por un buen tiempo acerca de algunas particularidades de la liberación. Entonces el alumno le pregunta al maestro: ¿Cómo aquellas personas que han encontrado la capacidad de ser libres, puede estar tan tranquilo ante las tormentosas desdichas de otros?

El maestro a través de un ejemplo le responde: imagina que te encuentras dormido y estás soñando que vas en un barco con un grupo grande de personas. El barco tropieza con una roca que provoca poco a poco el hundimiento de este; inmediatamente despiertas afligido y asustado. La pregunta que te hago es: ¿vuelves tú a dormirte fugazmente, para avisar a las personas que se encontraban en tu sueño?

Un santuario muy especial

Había santuario muy concurrido y célebre en la India, en el que asistían religiosos y feligreses de todas partes para rendir devoción; este era custodiado por el padre de Nasrudín. Un día Nasrudín decide emprender un viaje para conocer y ver a través de sus propios ojos las verdades espirituales de las que tanto había escuchado de los que visitan el  templo que su padre cuida.

El día de su partida, su padre le regala un burro para que lo acompañe. Unos días después, durante su recorrido el burro se desploma muriendo al instante; el joven comienza a llorar al animal y las personas que pasaban a su alrededor se compadecen ante la pérdida del joven, muchos se quedaban haciéndole compañía un buen rato.

Nasrudín duró mucho tiempo en este estado sollozando a su burro; de repente, se congregaron más y más personas hacerle compañía al joven, y a su vez le daban ofrendas en especias y dinero. Era tanta la concurrencia de personas, que Nasrudín terminó construyendo con el diezmo que le daban un santuario.

El santuario se hizo muy famoso, y las noticias de este llegaron a los oídos del padre de Nasrudín, que inmediatamente se alista para visitarlo. Al reencuentro después de tanto tiempo, el padre le pregunta a Nasrudín que ¿Quién era el iluminado que tanto veneraban en su santuario?

A lo que el hijo le hizo mención a su padre del burro que este le había regalado, pues ese burro era el que tanto veneraban. El padre sorprendido le comenta que lo mismo le sucedió a él, con el burro que se encuentra en el famoso templo que él custodia.

El asceta y la prostituta 

En una aldea un las viviendas de un asceta y una prostituta quedaban frente a frente. Un día, el asceta le recrimina la vida indecorosa y de bajo mundo, que la prostituta tenía al llevar a constantes hombres a su casa. La prostituta no quería llevar esa vida, solo trabajaba de ello por la necesidad y las difíciles condiciones de vida que podía mantener; ella a diario le imploraba a Dios para que cambiara su forma de vida.

Mientras tanto el asceta se dedicó a coleccionar piedras por cada hombre que entraba a la casa de la mujer prostituta. Un tiempo después, este llamó a la mujer y le mostró la cantidad de piedras que había reunido, recomendándole su indecoro. Ante esto la mujer avergonzada, volvió a suplicar por la ayuda de Dios, hasta que un día esta murió. Ese mismo día por cosas del destino, el asceta también murió.

Las almas de estos fueron llevadas a lugares diferentes, la prostituta ascendió a los cielos y la del asceta al inframundo. Cuando el asceta pregunta del porque ese acto de injusticia contra él, un mensajero celestial le explica: mira a la tierra, tu cuerpo ha sido honrado con un funeral, mientras que el de la mujer ha sido abandonado y comido por los buitres. Sin embargo, ella ascendió a los cielos por tener presente todos los días de su vida a Dios, mientras que tú preferiste corromper tu alma con odio de tanto mirar el pecado. ¿ahora entiendes el por qué estás acá?

Las dos ranas

Esta es la historia de dos ranas, una de ellas había vivido toda su vida en una laguna, y la otra en el mar. Un día la del mar cayó accidentalmente en la laguna. Al instante, la rana que vivía en la laguna le preguntó: ¿qué tan gigantesco era el mar? A lo que la rana de mar le responde: que era colosalmente grande.

La rana de la laguna se quedó en silencio toda reflexiva, y preguntó: ¿es más grande que mi laguna, la otra le contesta: “es imposible que compares la inmensidad del mar con esta laguna”. La rana de la laguna furiosa, le refutó: eso es falso, no hay nada más grande que mi estanque, eres una insidiosa y por ello te quiero fuera de mi laguna.

Hilo de Plata, Hilo de Araña

Las leyendas de la India como esta, cuenta que un día Buda andaba de paseo por el cielo a orillas del lago de la flor de loto, desde allí podía observarse el inframundo; es allí, cuando observa a un hombre llamado Kantaka, quien había muerto unos días antes y trataba de escapar de este infernal mundo.

Este hombre había sido un ladrón corrompido por los pecados, sin embargo en su vida este hizo un gesto bueno en su vida. Este dejó vivir a una araña que estaba a punto de pisar. Entonces Buda por ese único gesto de su vida, decidió ayudarlo a escapar del inframundo, para ello desde los cielos soltó un fino hilo de plata parecido al de una araña.  Al instante el hombre lo vio, y decidió sujetarse y escalar todo para salir del inframundo.

LEYENDAS DE LA INDIA

Cuando esté más o menos estaba por la mitad del camino, decidió mirar hacia abajo y se dio cuenta que había un centenar de personas escalando, él se asustó pensando que el hilo no iba a aguantar y allí maldijo y el hilo a la altura de su mano se rompió; y todos volvieron a caer en las profundidades.

Las Pescadoras

Unas mujeres pescadoras cuando ya habían culminado su actividad del día, partieron regreso a sus hogares sin embargo un fuerte aguacero las atrapó por sorpresa en el camino. Buscando un lugar donde resguardarse, consiguen la casa de una mujer que se dedicaba al cultivo y producción de flores. Esta amablemente les presta ayuda, y les ofrece una habitación llena de flores a donde pasarían la noche.

Cuando las mujeres se fueron a dormir, el olor de las flores perturbó la conciliación del sueño. Ellas se quejaban del horrible olor, y a una de ellas se le ocurrió la idea de usar la cesta llena de pescados como almohadas para apaciguar el olor. Por esta solución las mujeres lograron conciliar su sueño felizmente.

Como el sol, la luna y el viento del oeste salieron a cenar

Un día, el sol, la luna y el viento del oeste acordaron salir a comer de noche con sus tíos truenos y relámpagos. Su madre una estrella en lo más alto del cielo se encontraba solitaria por la llegada de sus hijos.  Tanto el sol como el viento eran codiciosos y avaros nunca pensaron en guardar nada para su madre, que los estaba esperando, pero la amable luna no la olvidó. De cada plato de comida deliciosa que aparecía, mantenía una pequeña porción debajo de sus hermosas uñas.

Cuando regresaron, su madre todavía estaba despierta esperándolos, y ella dijo: «Bueno, hijos míos, ¿qué me trajeron?» El sol hijo mayor dijo: «No traje nada, solo pensaba en disfrutar” y el viento dijo:» yo tampoco traje nada para ti madre”. sin embargo, su hija la luna le dijo: “madre, he traído toda esta comida deliciosa para ti”.

Ante todo esto, una estrella se acercó al sol y le dijo:

“solo saliste a divertirse y celebrar con tus amigos, pero te olvidaste de tu madre quien te esperaba en casa; por ello una maldición llegara a ti. De ahora en adelante tus rayos arderán siempre por lo tanto quemarás todo lo que toques, los hombres te odiarán y cubrirán sus cabezas apenas aparezcas”.

Luego la estrella le refutó al viento y le dijo:

“tú también te olvidaste de tu madre por tu egoísmo; es por ello que durante los momentos calurosos, soplarás viento cálido y seco a todo lo que toques, y los hombres igualmente te odiaran y te evitarán apenas aparezcas”.

A la luna le dijo:

“cómo pensaste en tu madre, su llegada siempre será agradable, inspiran tranquilidad a través de brillantes rayos de luz tenue; los hombres siempre te bendecirán”.

El tigre que balaba

Después que atacó a una manada, una tigresa dio a luz y murió poco después. La cría  creció entre las ovejas y se formó como uno de ellos, y como oveja llegó a ser considerado y tratado por la manada. Era extremadamente gentil, paciente y amable e ignoraba por completo su verdadera naturaleza; así pasaron unos años.

Un día, un tigre llegó a la manada y lo atacó. Sorprendió este cuando descubrió que entre las ovejas había un tigre que se comportaba como una más de ellas. Por ello, no pudo evitar decir: ¿por qué te comportas como una oveja si eres un tigre?, pero el tigre berreo de miedo.

Luego, el tigre lo llevó a un lago y le mostró su reflejo, pero la oveja tigre todavía se creía en una oveja, hasta el punto que cuando el tigre recién llegado le dio un pedazo de carne, ni siquiera quería probarla, «pruébalo», ordenó el tigre. Al probar la carne, esta cruda liberó en él sus propensiones de tigre y de repente sintió su propia naturaleza.

LEYENDAS DE LA INDIA

La Niña Acróbata

Esta era una niña que tenía su belleza en sus ojos grande como la luna y con la suave sonrisa del amanecer. Una niña huérfana de acuerdo a su memoria, ella se había puesto de acuerdo con un acróbata con el que viajaba a pueblos nobles de la India. Como equipo realizaban un número de circo, que consistía en que la niña trepaba a un largo poste sostenido por el hombre sobre los hombros; la prueba estaba lejos de ser libre de riesgos.

Por lo tanto, el hombre le indicó a la niña: “Amiga, para evadir que nos suceda un eventualidad lamentable, será mejor que  mientras realizamos nuestro número, yo me encargo de lo que haces y de tu de lo que hago yo. De esa manera, no estaremos en riesgo.

Pero la niña con mirada agudo, respondió:

“No, Babu, eso no es lo correcto. Cuidaré de mí y usted cuidará de usted, y por lo tanto, cada uno es muy consciente de lo que hacemos, así evitaremos accidentes.

La Advertencia

El gurú y el discípulo hablaron sobre temas misteriosos. Donde el gurú terminó la entrevista diciendo: “Todo eso es Dios”. El discípulo no comprendió las palabras de su maestro. Al partir de lugar de reunión y comenzó a transitar por un callejón, vio de repente frente a él un elefante que venía en la dirección opuesta y ocupó toda la calle. El joven que conducía al animal gritó advirtiendo:»Hey, hazte a un lado. Pero el discípulo inmutable se dijo a sí mismo: «Yo soy Dios y el elefante es Dios, entonces, ¿cómo puede Dios temer a sí mismo?»

Motivado de esta manera, evitó alejarse; por lo que el elefante se le acercó, lo agarró con su trompa y lo arrojó al techo de una casa, causándole fracturas a varios de sus huesos.

Semanas después, recuperándose de sus heridas, el discípulo fue al gurú donde se afligió por lo que había sucedido. El gurú respondió: Bueno, eres Dios y el elefante es Dios. Pero Dios, en la forma del niño que dirigió el elefante, te advirtió que despejes el camino. ¿Por qué no obedeciste al aviso de Dios?

Un ermitaño en la corte

Se realizó un festín en una corte real. Todo se había organizado de tal manera que cada persona se sentaba a la mesa de acuerdo a su rango. El monarca aún no se había hecho presente al festín, cuando de repente se hizo presente un ermitaño muy mal vestido y todos lo tomaron por un mendigo.

Sin ningún complejo este entró y entonces tomó el lugar más importante; este proceder inusual saco de sus casillas al gobernante, quien le preguntó duramente: ¿Eres visir?, a lo que el ermitaño respondió: «Mi rango es más alto que el visir». ¿Eres gobernante? Mi rango es más alto que el de un gobernante.

Enfurecido, el gobernante preguntó: ¿Eres el mismo rey? A lo que el ermitaño respondió: Mi rango es más alto que el del rey. ¿Eres dios? preguntó el gobernante sarcásticamente. Mi clase es más alta que el de Dios. Fuera de sí mismo, el gobernante gritó: ¡Nada es supremo a Dios! y el ermitaño dijo con mucha calma. Ahora sabes mi identidad. Que nada soy yo.

Una lección para un rey

Cuando Brahmadatta gobernaba en Benarés, Bura reencarnó en su hijo y heredero al trono al que dieron por nombre Brama-datta. Desde muy joven este fue a Takkasila donde aprendió todas las artes. Este ascendió al trono después del fallecimiento de su padre, incorporó reglas y normas justas de integridad y eficacia, por la justicia que había en su reino ya no había ni odio, tosquedad, ni  perturbación. Era tanta la rectitud y la repartición de justicia, las cortes estaban vacías.

LEYENDAS DE LA INDIA

Buda ante esto decidió buscar por qué no había problemas que solucionar, pero en todo su territorio recibía era halagos y alabanzas ante su gestión; lo mismo ocurría en Kosala donde su rey Mallika se cuestionaba lo mismo. Un día estos dos reyes coincidieron en una carretera de un solo tramo, y entre los conductores de los carros de los reyes hubo un leve enfrentamiento para ver quien cedía el paso primero. Entonces los conductores decidieron hacerlo de la manera más justa preguntándose: ¿Quién de los dos reyes era el más ecuánime?

Los del reino de Kosala recitaron las siguientes bondades de su rey pronunciando esto poema: “Al fuerte se le derrota con poder, el bien se vence con bondad, y con amabilidad se derrota al bondadoso, así como al malvado con maldad”; esa es nuestro rey. El conductor de Buda, le objeta al conductor del otro rey que esas virtudes parecen más sentencias propias del rey que justicia. A lo que los otros le dijeron, podrían ser sentencias pero hay que ver lo que dicen ustedes de su rey.

A lo que el conductor enseguida contestó: “él vence la ira con calma, y con bondad el mal; la agilidad la conquista con regalos, y a los mentirosos con la verdad”; este es nuestro rey ¡Apártense del camino!. Cuando los otros escucharon estas palabras, inmediatamente se apartaron del camino dando espacio para que el carro del Benarés pasará.

El puchero roto

Hace algún tiempo existió un Brahman llamado Svabhavak_ri_pa_n_a, que significa «Avaro». Él estuvó recogiendo mucho arroz a costa de solicitar monedas, y después de cenar con la comida recogida, llenó un pote con todo lo que quedaba.

Colgó el pote en un gancho en la pared y colocó su sofá debajo, desde donde pasó toda la noche observándola, pensando: «Ah, este  pote está lleno hasta desbordarse. Si fuera una hambruna, obtendría cientos de rupias con este arroz, con ellos adquiriría un par de chivas; y las chivas tendrían un bebé cada seis meses y así, obtendrían un gran rebaño de chivos.

LEYENDAS DE LA INDIA

Entonces con la manada compraré vacas y tan pronto como se embaracen, vendo los terneros; y con lo que gano con los terneros, compraré búfalo, con búfalo, yeguas, y con ellas tendré potros y muchos caballos; Y cuando vendo los caballos obtendré mucho oro; con ese oro compraré una casa.

Después, otro Brahman vendrá a mi casa y me dará a su preciosa hija con un gran regalo; ella tendrá un hijo, y lo llamaré Somasarman. Cuando tenga la edad suficiente para bailar en mis rodillas, me sentaré con un libro en la parte de atrás del establo, y cuando lea el libro, el niño verá que estoy allí, saltará del regazo de su madre y correrá hacia mí, para jugar. Se acercará mucho a las patas del caballo, y muy enojado, llamaré a mi esposa y le diré: «¡Toma al niño, tómalo!» Pero ella, distraída con sus tareas domésticas, no me escuchará.

Luego me presento y le doy una gran patada para distraerme. «Mientras pensaba en esto, pateó furiosamente y rompió el pote. Todo el arroz que se derramó en el suelo, y el Brahman estaba blanco y paralizado cuando vio lo que había hecho. Por eso, digo:» Quien haga planes absurdos para el futuro, a veces quedará vacío y paralizado cuando se dé cuenta de lo absurdo de muchos de ellos. Al igual que el padre de Somasarman «.

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