El budismo Zen es una práctica religiosa, fundamentada en las enseñanzas del Buda cuyo principio es la meditación, para alcanzar el despertar o la iluminación. Tiene sus orígenes en el lejano oriente pero cada vez son más los occidentales que se interesan por esta práctica. Sigue leyendo y conoce más de este tema.
Índice de Contenido
Budismo Zen ¿Qué es?
La escuela de Budismo Zen, perteneciente al budismo Mahāyāna, tiene su origen en China, durante la dinastía Tang (llamada Chán). Con el paso del tiempo, el budismo Chán se extendió hacia otras escuelas, incluidas las japonesas, a las cuales se refiere en algunos casos el término Zen.
La palabra Zen proviene de la abreviatura de “zenna”: así se pronuncia en japonés la palabra chánnà (禪那, que deriva del sánscrito dhyana, cuyo significado es ‘meditación’. El maestro japonés Daisetsu Teitaro Suzuki equipara el dhyana con el zazen, que en chino se traduce zuòchán (坐禅), que quiere decir ‘meditación sentado’.
Zen hace énfasis la práctica disciplinada de la meditación sentada, o zazen, en Zen enfatiza la rigurosa práctica de la meditación sentada (zazen), en el estudio profundo y la comprensión de la mente y la naturaleza (見 性, en chino jiànxìng, en japonés kensho y en español percibir la verdadera naturaleza), así como en la vivencia diaria de todo ese aprendizaje, poniéndola al servicio de los demás.
En esencia, Zen da prioridad a la ‘comprensión directa’ (prajña), centrada en la práctica espiritual y el acompañamiento de un maestro integral, por encima de la simple acumulación de conocimiento intelectual. El budismo Zen se nutre de diferentes corrientes de pensamiento Mahāyāna, entre las que se pueden mencionar el Lankavatara Sutra, Yogachara, el estudio Huayan de la interpretación, Tathagatagarbha y el ideal del bodhisattva.
El carácter apofático (perteneciente a la teología negativa que niega la naturaleza de Dios para lograr su comprensión) del argumento zen, también recibe la influencia de del pensamiento Madhyamaka y de la corriente de Prajñaparamita.
El conocimiento y la práctica del budismo zen se introdujeron en China gracias a las traducciones que hicieron Kumarajiva y An Shigao sobre diversas obras o sutras de Dhyāna. Estos textos tuvieron gran influencia en la meditación y tenían como base las enseñanzas de los yogis (yogacaras) de la escuela Sarvastivada de Cachemira, entre los siglos I y IV d.C.
Muchos fueron los primeros textos que orientaron las prácticas de meditación zen, entre los que se pueden mencionar Zuochan Sanmei Jing, que es la enseñanza de dhyāna samādhi sentado, Anban Shouyi Jing, o sutra de ānāpānasmṛti, y Damoduoluo Chan Jing, que también se conoce como Dharmatrata dhyāna sutra.
Estos manuscritos, centrados en las técnicas de meditación chinas, siguen teniendo influencia en el budismo zen aun en la actualidad.
Ejemplo de ello es el maestro de Rinzai, Torei Enji, quien en el siglo XVIII comentó sobre el Damoduoluo Chan Jing, tomando como referencia Zuochan Sanmei Jing como fuente en la redacción de este comentario. Tōrei planteaba que Damoduoluo Chan Jing era una creación de Bodhidharma.
En el sentido estricto de la palabra, dhyāna refiere los estados de meditación denominados “cuatro dhyānas”. En la práctica del budismo zen chino, dhyāna abarca diferentes técnicas de meditación, así como su preparación, todo esto necesario para ejercitarse en el dhyāna. Los principales tipos de meditación en los sutras de dhyāna son los siguientes:
- Meditación paṭikūlamanasikāra (atención plena de las impurezas del cuerpo).
- La contemplación del Buda.
- Atención plena y consciente de la respiración o anapanasmrti.
- La contemplación en los doce enlaces de pratityasamutpada.
- Meditación maitri (bondad amorosa).
De acuerdo con el maestro de Chán Sheng Yen, estos tipos de meditación se denominan los “cinco métodos para calmar la mente” y son la vía para “enfocar y purificar la mente”, acompañando así el desarrollo de cada una de las etapas de dhyāna.
El maestro Sheng incorpora, además, la práctica de las «tres puertas de liberación» (sunyata, sin-significación o animitta y sin-deseo o apraṇihita) y «los cuatro fundamentos de la atención plena» (smṛtyupasthāna), con el Mahayana clásico y el budismo temprano.
Mantener el uno
De acuerdo con el estudioso de la filosofía budista John R. McRae, la primera manifestación clara de lo que sería el “sello distintivo del Chán” está directamente vinculada con la “escuela de la montaña del este”. Este método fue identificado como “mantener el uno sin vacilar”, en la que el uno es la “naturaleza de la mente”.
Según McRae, esta forma de meditación es prácticamente igual a todos los métodos que se aplican en todas las escuelas del budismo Mahāyāna», pero mantiene una diferencia única: es “sin pasos ni gradaciones. Uno se concentra, comprende y se ilumina, todo en una práctica indiferenciada”.
Por su parte, Charles Luk indica que las primeras tradiciones de la escuela Chan no poseían una técnica definida o una fórmula única para instruir sobre la meditación.
Las orientaciones que se daban en esos tiempos obedecían a simples “métodos heurísticos” que llevaban a la búsqueda de la “verdadera naturaleza de la mente”.
En sí mismo, el objetivo del budismo Zen es trascender la práctica y el despertar por encima de las doctrinas o cualquier otra forma lógica y racional de comunicación. Es, por lo tanto, una forma directa para transmitir la “esencia de la experiencia de la iluminación” hasta llegar a ver las cosas como realmente son.
Apuntando directamente a la mente
El Budismo Zen es una vertiente del Budismo Indio tardío, conocido como Mahayana. A su vez, éste posee varias ramas filosóficas, entre las que están la escuela Madyamika, que se enfoca en la naturaleza vacua de las cosas, sustentándose en la enseñanza de Shunyata.
De igual manera, el budismo Zen sostiene que “la mente o la conciencia es idéntica a lo que percibe”, postulado heredado de la escuela Mahayana llamada Yogachara, la cual asegura que para alcanzar el verdadero culmen del despertar, el practicante debe entrar en contacto directo con la naturaleza de su mente en su sentido más real e íntegro.
De esta forma, el budismo Zen plantea que la “mente es idéntica a la realidad”. Por lo tanto, si una persona desea alcanzar el pleno despertar de su conciencia, debe primero aproximarse a aquello que no le permite apreciarla: debe haber una aproximación directa a la propia mente y esto sólo se logra a través de la meditación.
Manuales de meditación Chan
El texto de Chan, titulado “Tratado sobre lo esencial para cultivar la mente, ilustra sobre los exclusivos tipos de meditación del budismo Mahāyāna como, por ejemplo, el de la escuela de la montaña del este, que data del siglo VII, que enseña una forma de visualizar un disco solar. Enseñanza similar la brinda el “Sutra de la contemplación del Buda Amitáyus”.
Tiempo después, los budistas de China elaboraron sus textos de meditación y sus propios manuales para guiarse. El patriarca de Tiantai, Zhiyi, fue uno de los autores más reconocidos. Sus escritos sirvieron de referencia para la elaboración de los primeros manuales de meditación pertenecientes a la escuela Chan. Uno de sus textos más influyentes para la época fue Principios de meditación sentada (Tso-chan-i), del siglo XI.
Formas comunes de meditación
La meditación es el símbolo representativo del budismo y su práctica por excelencia. El término original es bhavana y quiere decir “cultivo, producción, desarrollo”.
Es una tarea que requiere mucha disposición por parte de quien la ejecuta, puesto que debe situarse en la realidad, para incrementar así su sabiduría y discernimiento, fundamentales para eliminar el dukkha o sufrimiento.
De acuerdo con cada escuela y la tradición, existen múltiples técnicas y métodos para la meditación budista. Un ejemplo de ello lo representa la Theravada Visuddhimagga, que menciona 40 formas para meditar. Aunque todo ejercicio meditativo se fundamenta en dos elementos llamados Samatha, que quiere decir tranquilidad o calma mental, y Vipassana, que traduce la intuición y el conocimiento directo.
Por tradición, los métodos empleados en la meditación Samatha son los que se realizan como preparatorios para la Vipassana, pues el primero prepara al practicante para la realización de la segunda. Es importante señalar que todos los tipos de meditación son empleados para resolver alguno de los “Cinco agregados” del Budismo zen.
De acuerdo con la tradición Theravada la meditación Samatha es conocida como meditaciones de tranquilidad. Si se emplea el método Anapanasati se contrarresta la distracción y se desarrolla la concentración. Si el método que se usa es el Metta bhavana se bloquea el odio, la nostalgia y la sensiblería y se fomenta el amor.
Si la técnica que se practica es la Mudita bhavana se logra contrarrestar el rencor y la envidia mientras que se desarrolla la alegría. El método Upekkha bhavana neutraliza la indiferencia y la apatía, toda vez que aumenta la ecuanimidad.
Por otra parte, la meditación Vipassana o meditaciones interiores también desarrolla diferentes aspectos del ser humano: Si se practica la Anicca, que consiste en la “contemplación de la impermanencia”, se minimiza el deseo y se incrementa la libertad y la paz interior. El ejercicio de la Salayatana se contrarresta la vanidad y desarrolla la “claridad respecto a la naturaleza del ser”. Si se ejercita la Pratitya-samutpada se neutraliza la ignorancia y se gana sabiduría y compasión.
En este sentido, se comenta que Buda identificó estas dos cualidades mentales que el ser humano, que se pueden desarrollar a través de la meditación constante. Así, la Samatha brinda estabilidad y concentración para la mente, mientras que la Vipassanā ayuda al practicante a explorar y discernir “formaciones”.
No obstante, en las escrituras Pāli no se hace referencia alguna de Buda indicando las prácticas independientes de meditación conocidas como samatha y vipassana, pero si se refiere a éstas como “cualidades mentales” que pueden desarrollarse por medio de la meditación.
Algunas tradiciones hablan de dos tipos de meditación, meditación insight o vipassana, y la meditación tranquila o samatha.
Consideran que ambas son elementos inseparables del mismo proceso. Así, “la calma es la felicidad pacífica nacida de la meditación; La comprensión es la comprensión clara nacida de la misma meditación. La calma conduce a la comprensión y la comprensión conduce a la calma”.
Por su parte, el estudioso del budismo zen Robert Buswell Jr. explica que la forma de meditación más practicada es la que se indica en el canon Pali: primero se hace samatha hasta alcanzar el jhana y luego se emplea el jhana para llegar al vipassana. Muchos libros budistas aseguran que todos los Budas y sus discípulos emplearon este método.
Sin embargo, con el paso de los años, las tradiciones budistas del Mahayana fueron abarcando mayor territorio y desarrollando una nomenclatura propia, que fue distinguiendo a las escuelas.
En el caso del budismo zen Mahayana se pueden encontrar métodos exclusivos que se presentan como fórmulas únicas para contrarrestar el dukkha. Ejemplo de ello es el budismo Zen o Zazen, así como el budismo zen tibetano.
Partiendo de una base común, con el paso de los años cada tradición budista desarrolló técnicas propias de meditación acordes con las influencias culturales recibidas y de su particular evolución histórica. Es por ello que puede encontrarse gran variedad de técnicas meditativas, en las que pueden encontrarse, a su vez, elementos peculiares de otras.
Técnicas de meditación
La meditación budista no exige la práctica exclusiva de sentarse en el suelo o sobre un cojín para desarrollar el arte de la contemplación. Sin embargo, es costumbre antigua que se busque un lugar sereno, de ser posible cerca de la naturaleza, para ayudar al proceso meditativo. Esto lo aconsejaba el mismo Buda, al punto de que su representación más conocida es con las piernas cruzadas en posición de loto.
El objeto de esta técnica meditativa es inducir al practicante para que alcance cierta condición mental que permita alcanzar el “estado de máxima atención y tranquilidad” o samadhi, lo cual es una condición previa para lograr una alta comprensión e, incluso, el nirvana, que es considerado el “estado supremo de felicidad plena que alcanza el alma”.
La meditación sentada (flor de loto)
La meditación sentada, que se traduce zuòchán en chino, zazen en japonés y jwaseon en coreano, indica, como su nombre lo indica, que los practicantes deben sentarse como en posición de loto. Para ello pueden colocar sobre una alfombra acolcahada un cojín, redondo o cuadrado, donde sentarse.
Para nivelar la mente, los practicantes de Zen cuentan las respiraciones: pueden contar tanto las inhalaciones y exhalaciones, o solo una de ellas. Este conteo puede ser hasta diez y luego se repite hasta calmar la mente. El maestro zen Omori Soguen instruye sobre una sucesión de respiraciones, profundas y largas, como parte de la preparación para la meditación, en la que se realiza una respiración normal.
Normalmente, la atención se dirige hacia debajo del ombligo, donde se encuentra el centro de energía (en chino dantian y en japonés tanden). Los maestros estimulan la respiración diafragmática, argumentando que la mejor forma respiración es aquella que proviene de la parte baja del abdomen, el cual debe ensancharse con cada respiración.
A través del tiempo y gracias a la práctica, la respiración llegará a ser lenta, suave y profunda. Si el conteo de la respiración llega a ser un obstáculo para la relajación del samadhi (estado de conciencia durante la meditación, en el que la persona siente que se funde con el universo), los maestros recomiendan concentrarse en el ritmo normal de la respiración hasta lograr el nivel deseado.
Iluminación silenciosa y sólo sentarse
Otra forma de meditación sentada es la Iluminación silenciosa, en chino mòzháo y en japonés mokushō, promovida por la escuela Caodong y relacionada con el maestro Hongzhi Zhengjue (1901-1157), quien destinó varios de sus escritos a hablar sobre este tema. El origen de este método es la unión, o yuganaddha, de sámatha y vipasyana, de la enseñanza india del budismo.
En el ejercicio de la “meditación sin objeto no dual”, que propone el maestro Hongzhi, la persona que medita intenta ser consciente del total de los fenómenos que ocurren y no en un objeto único. Trata de que no haya interferencia alguna, tanto en el plano espiritual como el material; evita la búsqueda de objetivos y la dualidad sujeto-objeto, que se desvía de la esencia de este tipo de meditación.
En las principales escuelas japonesas de budismo Zen esta práctica es muy popular, principalmente en Soto, donde se le conoce como shikantaza, que en chino se pronuncia zhǐguǎn dǎzuò y que significa “simplemente sentarse” o “solo sentarse”.
Aunque los estilos chino y japonés son parecidos, sus enfoques son diferentes. Esto tiene una explicación fenomenológica y filosófica, profundizada en el trabajo del maestro Dogen como su Shobogenzo, en el que incluye el Fukanzazengi, conocido como Instrucciones universalmente recomendadas para Zazen, que abarca diferentes elementos ésta la práctica.
Huatou y Koans
En toda China, durante la dinastía Tang se extendió el estudio de la literatura gōng’àn, llamado kōan en japonés y cuyo significado literal es “caso público”. Se trataba de historias de referían, a modo de diálogo, las enseñanzas e intercambios de conocimiento entre los maestros zen y sus discípulos. En ellas se muestra la visión del maestro. Este tipo de literatura tiene como objetivo despertar la “visión no conceptual”, o prajña, en la que se centran las enseñanzas budistas.
Ya en la dinastía Sòng, se dio a conocer una nueva forma de meditación, cuyo principal promotor era Dahui. Fue conocida como kanhua chan, que significa “observar la frase” y que consiste en la contemplación de una frase única, llamada huatou (frase crítica), extraída de un gōng’àn.
En China y Corea, el ejercicio de “observar el huatou” es practicado con mucha frecuencia. En el Seon coreano fue enseñado por el maestro Chinul (1158-1210) y en el Chan chino por maestros modernos como Xu Yun y Sheng Yen. Esta práctica evolucionó con los años y aún se realiza en los temploz Zen.
En el caso de Japón, para la introspección de kōan, la escuela Rinzai elaboró un plan de estudio formal, que debe estudiarse y desarrollarse en secuencia. Para evaluar el avance del discípulo, el maestro usa el kōan, que es un problema que el alumno debe resolver desligándose del pensamiento lógico y que es conocido en japonés como sanzen, dokusan o daisan.
Aunque no existe una respuesta única y definitiva para un kōan, el maestro evalúa el nivel de comprensión espiritual del alumno, a través de las respuestas que éste brinde a la pregunta que se le formule. En este caso, el maestro deberá aprobar o no la respuesta, u orientar al alumno hacia la búsqueda correcta. La relación con un maestro es fundamental para el zen, aunque en algunos casos ésta práctica pueda resultar vulnerable a explotación y malos entendidos.
Los alumnos tienen diferentes caminos para realizar el escudriñamiento del kōan hasta encontrar la respuesta. Puede hacerlo durante la meditación sentada o zazen, en la meditación caminando o knihin o, incluso, durante las actividades cotidianas. El fin último de ésta práctica es “experimentar la verdadera naturaleza” (kensho), lo cual debe ir acompañado por la práctica constante hasta alcanzar un estado del ser natural, sin forzarlo, la “liberación final” y el “saber sin ningún tipo de contaminación”.
Nianfo chan
Esta práctica, conocida como Nianfo, en sánscrito buddhānusmṛti y en japonés nembutsu, quiere decir “recuerdo del Buda” y consiste en repetir el nombre del Buda, en la mayoría de las veces el nombre que se recita es el de Buda Amitabha. En el caso del budismo zen de Tierra Pura, que se practica en China, la frase que se repite es Nāmó Āmítuófó, un homenaje a Amitabha.
Con el paso del tiempo, la práctica del Nianfo fue acogida como una expresión de Chan por maestros como Zhongfen Mingben, Tianru Weize y Yongming Yanshou. Figuras como Hanshan Deqing y Yunqi Zhuhong lograron armonizar la meditación Chan con los ejercicios Tierrra Pura. Esto ocurrió a finales de la Dinastía Ming. Esta práctica es utilizada por la escuela Obaku, de Japón, donde hicieron su propia adaptación conocida como “nembutsu kōan”.
Virtudes y votos
El budismo Zen es una modalidad de budismo Mahayana, cuya esencia es el camino de la iluminación (bodhisattva) que, a su vez, se sustenta en la práctica de las “virtudes trascendente” o “perfecciones” y la obtención de los votos del bodhisattva. Este camino incluye el desarrollo de seis virtudes; entrenamiento moral, que encierra los cinco preceptos, la energía o esfuerzo, la paciencia, la generosidad, la sabiduría y la meditación.
Estas enseñanzas tienen su fundamento en el sutra Avatamsaka, el cual describe los niveles del camino del bodhisattva, conocidos como bhumi. Los pāramitās, que son las virtudes que se deben alcanzar para la purificación del karma y alcanzar la iluminación, son citadas en los primeros escritos de Chan, como el título “Las dos entradas y cuatro prácticas” del monje Bodhidharma, y otros maestros como Zongmi, el cual lo considera como parte esencial del cultivo espiritual gradual, o jianxiu.
Un elemento importante en la práctica del budismo Zen es la toma formal y consciente del ritual de refugio en las tres joyas, que son las cosas en las que el novicio se refugia si desea cumplir con las enseñanzas, hacer los votos y alcanzar el bodhisattva. Estas tres joyas son:
- Buda: su concepto como ser iluminado, iluminación o nirvana.
- Dharma: la enseñanza del budismo y su correcta comprensión.
- Sangha: la comunidad budista, como medio para alcanzar la pureza fundamental
Cuando la persona escoge este camino debe haber comprendido a cabalidad el sentido de liberación que representa esta decisión. Se comprometerá en esta y en otras vida, si las hubiera, a permanecer vinculado, por voluntad propia, a lo que se conoce como los Tres Tesoros o las Tres Joyas.
Son muchas las escuelas budistas que realizan una ceremonia, dirigida por un monje o un maestro, en la cual se le toman los preceptos a la persona, como una especie de juramento. Esto viene siendo como una expresión pública de su juramento. Esto no es obligatorio, pues la persona puede tomar refugio en una ceremonia íntima, siempre que manifiesta sinceridad y voluntad para cumplirlo.
Se toman varios conjuntos de preceptos en budismo Zen, incluidos los cinco preceptos, los «diez preceptos esenciales» y los dieciséis preceptos del bodhisattva. Esto se hace comúnmente en un ritual de iniciación (Ch. shòu jiè, Jp. jukai, Ko. sugye, «recibir los preceptos»), que también es realizado por seguidores laicos y marca a un laico como budista formal. La práctica budista china del ayuno, conocida como zhai, especialmente durante los días de uposatha, o dìas de ayuno, pueden tomarse también como elementos de la práctica Chan.
Cultivar el físico
Una de las prácticas orientales que también se ha tomado como una forma de praxis zen son las artes marciales. Esta fusión tiene su origen en el monasterio Shaolin en Henan, donde se concibió la primera forma estandarizada de gōngfu (artes marciales). En los últimos tiempos de la dinastía Ming, la práctica del Shaolin gōngfu estaba ampliamente desarrollada en China, como lo reseñan los documentos de la literatura Ming que refieren la existencia del imponente “ejército monástico de Shaolin”.
Esta derivación del Shaolin, que se desarrolló alrededor del siglo XII, fue tomada desde el principio como una forma de crecimiento interno budista, lo que hoy en día se conoce como wuchan o chan marcial. Del monasterio Shaolin también derivó la implementación de actividades físicas taoístas, conocidas como taoyin, y la práctica de técnicas de respiración y desarrollo de energía, que es el qigong.
El ejercicio de esta disciplina fue visto como una forma de terapia para mejorar la “fuerza interna” o neili, así como también para obtener salud y lograr longevidad, así como para encontrar diferentes medios que permitan la liberación espiritual.
El erudito Wang Zuyuan, dedicó parte de su vida al estudio de las prácticas taoístas, a mediados del siglo XIX. En su obra Exposición Ilustrada de Técnicas Internas de Wang explica que los ejercicios del monasterio Shaolin fueron sacados de otros métodos taoístas como los del Yi jin jing y su trabajo «Las ocho piezas de brocado», evidentemente afectado por el sincretismo religioso característico de la dinastía Ming.
De acuerdo con el maestro Shen Yen, el budismo chino ha incluido ejercicios provenientes de la tradición Shaolin cuya esencia es “armonizar el cuerpo y desarrollar la concentración en medio de la actividad”. Asegura que esta fusión obedece a que “las técnicas para armonizar la energía vital son asistentes poderosos para el cultivo del samadhi y la comprensión espiritual”. En Corea, la práctica del Seon también ha incluido formas de entrenamiento físico similares, que fueron denominadas Sunmudo.
En lo que corresponde a Japón, las artes marciales han estado entremezcladas con el Zen desde el siglo XIII, luego de que Rinzai Zen fuera adoptado por el clan Hojo. Una de las figuras que más influyó en la consolidación de esta unión fue Takuan Soho, sacerdote Rinzai que se dedicó a escribir sobre Zen y budō para los samurái, como es el caso de su libro La mente libre.
La escuela Rinzai también hizo suyas algunas de las prácticas taoístas para el cultivo y manejo de la energía. Éstas fueron incorporadas por Hakuin, quien a su vez fue instruido por un ermitaño de nombre Hakuyo mientras ayudaba a Hakuin a sanar de algunas dolencias físicas y de salud. Esta práctica en particular, llamada naikan, consiste que concentrar la mente y la energía vital (ki) en la parte baja del ombligo, punto conocido como tanden.
Artes Zen
También las artes como la poesía, la pintura, ikebana, la ceremonia del té y la caligrafía forman parte del conjunto de prácticas de budismo Zen. Algunos monjes pintores, como es el caso de Muqi Fachang y de Guanxiu, hicieron uso de las artes chinas para transmitir a sus discípulos su “comprensión espiritual”.
Uno de los artistas más reconocidos en ésta área es el maestro japonés Hakuin, quien creó un gran corpus de sumi-e, que consiste en pinturas de tinta y lavado, así como la caligrafía japonesa para poder expresar el budismo zen de una forma gráfica. Su obra, así como la de sus discípulos tienen gran influencia en el ejercicio del zen en Japón. Un ejemplo bastante interesante sobre las artes zen se encuentra en la secta Fuke del zen japonés. Desarrollaron una forma propia de “zen de soplar”, conocida como zuizen, para la que emplearon la flauta shakuhachi.
Retiros
Los practicantes de budismo zen se pueden reunir en grupos para hacer retiros de meditación ocasional en algunos templos. En Japón, esta práctica se conoce como sesshin. Aunque la rutina de los monjes exige la meditación durante varias horas en el día, en estos retiros se dedican, casi de forma exclusiva a las prácticas meditativas del zen.
En estos encuentros, los períodos de zazen, de entre 30 y 50 minutos de duración, se realizan durante todo el día, entrelazados con períodos de descanso, las comidas rituales y la realización de trabajos, los cuales deben realizarse con la misma actitud meditativa de todas las actividades. En la actualidad, los discípulos laicos de Taiwán, Japón y Occidente suele realizar este tipo de retiros, que se llevan a cabo en muchos templos zen.
Rituales y ceremonias
Casi todos los centros, templos y monasterios del budismo Zen acostumbran a realizar ceremonias y rituales, como las de iniciación o funerales, que suelen ir acompañados del canto de sutras (poemas o versos). Existen otros rituales, llamados niansong en chino y nenju en japonés, que están dedicados exclusivamente al recital de sutras.
En estas ceremonias, los practicantes recitan y cantan los más resaltantes sutras Mahayana importantes, como el capítulo 25 del Sutra del loto, que se conoce como “Sutra de Avalokiteśvara”, o el Sutra del Corazòn. En los templos Zen también pueden ser incluidos dentro de la liturgia algunos poemas y varios dharanìs, así como textos del Usnisa Vijaya dharanì sutra, del Sandokai y del Nilakantha dharanì.
El lugar donde se le hacen las ofrendas a las imágenes de los budas, familiares, bodhisattvas y antepasados se denomina butsudan y puede ser el altar de un monasterio, cualquier templo o la casa de un practicante. Las ceremonias se realizan principalmente en honor de los más relevantes budas como Acala, Manjushri, Avalokitèsvara y Ksitigarbha.
Dentro de la práctica ritual Zen también se acostumbra realizar las postraciones ritual, conocida en Japón como raihai. Asimismo, en el zen japonés se acostumbra realizar las ceremonias de Mizuko kuyō o niño del agua, las cuales están dirigidas a quienes han tenido un aborto o muerte fetal, ritual que también se practica en el budismo zen americano.
Otro ritual que se practica con frecuencia en el Chan es el llamado “Rito para liberar a los fantasmas hambrientos”. Se cree que esta ceremonia tiene su origen durante la dinastía Tang y se extendió ampliamente en las dinastías Ming y Qing, cuando el esoterismo budista arropó todo el budismo chino.
La celebración china del Festival de los Fantasmas puede ser celebrada en forma conjunta con ceremoniales semejantes, también destinados a los muertos. Este tipo de rituales ha generado gran controversia en el Chan chino de la era moderna. Maestros como Sheng Yen aseguran que esta práctica no posee referencia alguna en las enseñanzas budistas, por lo que la critica abiertamente.
Los rituales de confesión o arrepentimiento también se practican en los diferentes tipos del budismo Mahayana chino. El texto Ritual de arrepentimiento del Emperador Liang, escrito por el maestro Baozhi, es una referencia del tema en el Chan. El Shushogi, escrito por Dogen, es un tratado sobre el ritual de arrepentimiento. Otras ceremonias incluyen ritos en honor a deidades de la zona, así como la conmemoración de los días festivos budistas, entre ellos el cumpleaños de Buda.
Uno de los rituales más importantes y que representa una forma de acercamiento entre los maestros zen y los practicantes son los funerales. La escuela Sōtō publicó que del 100% de los laicos que visitan su templo, 80% lo hacen por razones vinculadas con rituales funerales y muerte; 17% lo hace por motivos espirituales y el 3% restante lo hace durante una crisis espiritual o algún problema personal.
Prácticas esotéricas
Las prácticas de esoterismo, como los mantras y dhāraṇīs, se utilizan para distintos propósitos, de acuerdo con la tradición. Estas abarcan la meditación, la invocación del poder de algunos bodhisattvas, la protección contra el mal y el apoderamiento de los rituales y ceremonias zen. En diferentes rituales es muy usado el mantra del Sutra del Corazón. El Mantra de la Luz, proveniente de la secta Shingon se usa comúnmente en Soto Zen.
La utilización de los mantras esotéricos en el Zen tiene su origen en los tiempos de la dinastía Tang. Los hallazgos de Dunhuang presentan evidencias de que los budistas Chan hicieron suyas algunas prácticas del budismo esotérico. De acuerdo con el investigador Henrik Sørensen, discípulos de Shenxiu, como Yixing y Jingxian también estudianban Mantra en la escuela Zhenyan. En la dinastía Tang se citó en la literatura de la escuela Baotang.
Además, existen documentos que indican que los monjes Shaolin hicieron uso del mantra, el dharani y otras prácticas esotéricas en el siglo VIII, las cuales tuvieron gran influencia en el budismo Seon de Corea. En el período que duró la dinastía Joseon, la escuela Seon mantenía principios universales y de inclusión como parte de su doctrina. Sørensen refiere la existencia de escritos que demuestran que algunos maestros Seon eran seguidores y practicantes del budismo esotérico.
En el budismo zen japonés se practica el kenshū zen, llamado en algunos sectores “en mixto”. Se cree que fue Keizan Jokin (1264-1325), quien introdujo estos conocimientos y prácticas a la escuela Sōtō. De igual forma, el japonés Myoan Eisai (1141–1215), quien fuera el fundador de la escuela Rinzai, era practicante del budismo esotérico y realizó varios escritos sobre el tema.
De acuerdo con el estudioso de la tradición budista William Bodiford, uno de los mantra o dhāraṇī más usados en el zen japonés es el Śūraṅgama dhāraṇī, el cual se recita o se canta constantemente en los monasterios de budismo Zen, durante los retiros de entrenamiento y en “todas las ceremonias monásticas importantes” que se realizan en el año.
Otros templos de budismo Zen, como Eigen-ji, también acostumbran a realizar ceremonias esotéricas; ejemplo de ello es el ritual homa, en el cual se le hacen ofrendas al fuego sagrado. A juicio de Bodiford, “quizás los ejemplos más notables de este fenómeno es el ritual de la puerta de la ambrosía, conocido como kanro mon, que se realiza en cada templo Sōtō Zen». Éste se relaciona con ofrecer comida a fantasmas hambrientos, conmemorar antepasados o el mismo festival de los fantasmas.
Doctrina y enseñanzas
Los principios del budismo Zen pueden ser comparados con un “dedo apuntando a la luna”: las enseñanzas apuntan hacia la verdadera esencia de las cosas, o a la talidad, que es la condición de ser tal (tathātā). Pero, también previene en contra de tomar tales enseñanzas como la única verdad, como la verdad verdadera.
Aunque se dice que la transmisión de los conocimientos del Zen se realiza fuera de las escrituras y no se basa en palabras, esta práctica si posee un basamento doctrinal, sustentado en la “tradición filosófica budista”. Zen recibió influencias del Mahāyāna en el camino hacia la iluminación.
Asimismo, otros textos relacionados con la naturaleza de Buda como Yogacara (Wéishí), Prajñaparamita, Madhyamaka (Sānlùn) y Lankavatara Sutra, aportaron elementos de gran valor para Zen. También lo hicieron Madhyamaka y Prajñaparamita, que sumaron conocimientos relacionados con la sabiduría más allá de los conceptos y que tributaron al lenguaje apofático de esta literatura.
El Chan chino fue influenciado de igual forma por la escuela Huayan y su filosofía, como por ejemplo en las enseñanzas relacionadas con la “interpenetración de los fenómenos”, desarrollada por esta escuela. Por su parte, las enseñanzas de los “cinco rangos” de Dongshan Liangjie, fundador del linaje Caodong, incluyeron elementos de la teoría Huayan del «Dharmadhatu cuádruple».
Los sutras del Zen
Aunque existen personas que piensan lo contrario, los sutras (discursos de Buda o alguno de sus discípulos más cercanos) forman parte esencial en la formación Zen. Esta práctica se fundamenta en los principios y las enseñanzas del budismo Mahāyāna. Textos de la literatura clásica del zen recopilan referencias sobre los canones budistas que se relacionan con los sutras.
Documentos sobre la literatura e historia de los primeros maestros Zen muestran que sus enseñanzas estaban sustentadas en sutras Mahayana, así como en las doctrinas Mahāyāna como Madhyamaka.
La tradición Zen recalca que Buda alcanzó la iluminación a través de la contemplación directa y no de la conceptualización y construcción de teorías. Sin embargo, sostiene que el estudio y comprensión de los textos budistas es fundamental para el bodhisattva.
Las primeras escuelas budistas en China se sustentaban en un texto o sutra específico. Luego, la tradición Zen dio a luz un Posteriormente, la tradición del budismo Zen produjo un fecundo corpus literario, que forma parte de la enseñanza de la doctrina y su práctica.
Si bien las prácticas Chan involucran el estudio y comprensión de los sutras, no lo coloca en primer lugar pues no lo considera capaz de inducir o, por lo menos estimular el despertar de la conciencia por sí solo. Éste queda supeditado al desarrollo de la atención del momento presente, del ahora, pues sólo así puede surgir la sabiduría innata del ser humano y alcanzar todo su potencial.
La tradición budista Mahayana produjo gran cantidad de sutras. Muchos de éstos se mantienen vivos hoy en día, puesto que son recitados en cada dojo zen cada mañana, luego del zazen. A continuación, algunos sutras pertenecientes a la tradición budista
Takkesa Ge
Se conoce también como Sutra del Kesa. Se canta o se recita en honor al kesa, que es la vestimenta de Buda. Está acompañado por un ritual en el que, antes de ceñirse el kesa, se coloca sobre el cuerpo y sobre la cabeza, mientras se recita tres veces el Takkesa Ge en voz baja. Durante los retiros, este sutra es cantado en coro por los practicantes, después de la meditación de la mañana.
Hannya Shingyo
Conocido como el Sutra del Corazón, pues simboliza el “corazón de la gran sabiduría”. Escrito entre los siglos I y VI de nuestra era, este sutra es recitado en todos los linajes del budismo, siendo el más conocido. En él, maestro Avalokitesvara enseña a Sariputra sobre la “vacuidad de todo ser y de toda cosa”, pues ninguno de éstos tiene en sí mismo carácter inequívoco ni sustancial. “Todo en sí es impermanente y existe en interdependencia y no por sí mismo”. El Hannya Shingyo se canta o se recita durante el ritual que prosigue al zazen.
Shigu Seigan Mon
Este sutra corto simboliza el ideal de la iluminación representa el ideal del practicante, que está conformado por cuatro votos fundamentales, en los que el primer voto – salvar a todos los seres – encierra a los otros. Se recita cada mañana para recordar la elevada misión que tiene el bodhisattva del budismo mahayana, al renovar sus votos. En todas las ceremonias, Shigu Seigan Món sigue al Hannya Shingyo.
Eko
Con este sutra se dedica el ritual a los grandes maestros citados. Los Budas o los Patriarcas no son mencionados en este recital breve, pero si los más importantes del linaje soto, tales como Buda, Keisan, Bodhidharma, Kodo, Dogen, Sawaki, Niwa Zenji y Taisen Deshimaru, a quienes se les rinde tributo de forma muy respetuosa. Este sutra se recita en la ceremonia de la mañana.
Fueko
Este sutra es practicado como una invocación universal en la que se eleva una plegaria para que todos los seres sensibles despierten a la vida del budismo y de Buda. Es un sutra breve que se recita durante el ritual de la tarde que concluye el día.
Ji ho san shi
Este sutra cierra la ceremonia. Se canta o se recita como muestra de agradecimiento hacia los Budas y los Patriarcas, se recita en señal de gratitud hacia todos los Budas y los Patriarcas. El Ji ho San Shi se acompaña generalmente por sampaï, seguido de tres prosternaciones en señal de veneración.
Fukanzazengi
Es un sutra escrito por el gran maestro Dogen, fundador del sôtô zen japonés y representa el modelo sobre el que están elaborados los diferentes métodos y técnicas de meditación Zen. El Fukanzazengi reúne la esencia de la práctica zazen que orienta al budismo.
Literatura zen
El budismo es una creencia religiosa que se fundamenta en las enseñanzas del Buda. Por ello, los dichos del Buda Shakyamuni son tomados como la principal autoridad en el Zen y los sutras, reúnen todos sus consejos sobre el bodhisattva. Sutra es una palabra en sánscrito que se refiere a los documentos sagrados que registraban las enseñanzas. Esta palabra no es de uso exclusivo del budismo.
Tras la muerte del Buda Shakyamuni, sus discípulos asumieron la tarea de transmitir sus enseñanzas de persona a persona. Sin embargo, al notar que los preceptos iban sufriendo cambios en su contenido a medida que pasaba el tiempo, decidieron reunirse en un consejo para recabar, ordenar sus enseñanzas fueron transmitidas de persona a persona por sus discípulos.
Sin embargo, estos discípulos, preocupados por los cambios paulatinos del contenido de sus enseñanzas a través del tiempo, lo cual podría alterar la esencia de la enseñanza misma, se reunieron en un consejo para recopilar, organizar y corregir la tradición oral sobre las enseñanzas del Buda.
En esta labor tuvo un rol importante el sucesor del Buda, Mahakashapa. Los sutras fueron corregidos apoyados en la memoria de Ananda, por ser este quien poseía la mejor memoria entre los discípulos del Buda.
Los preceptos se revisaron confiando en Upali, uno de los grandes discípulos del Buda que se había destacado en la práctica de los mismos. En esta recopilación participaron muchos de los discípulos del Buda, quienes corroboraron lo que estaba escrito y dieron su consentimiento para la elaboración de los sutras y los preceptos.
Por último, otros discípulos realizaron estudios y algunos comentarios sobre los preceptos y los sutras, los cuales recibieron el nombre de “sastras”. La palabra que se usa para englobar en una sola los sutras, preceptos y sastras es “Tripitaka”, o tres cestas, pues son los contenedores que almacenan estos textos.
Con el paso de los años, la literatura budista llegó a ser tan extensa que decidieron referirse a ella como “canon budista completo”. El budismo Zen recopiló una extensa tradición literaria, sustentada en el estudio e interpretación de la doctrina budista y de las enseñanzas de los maestros zen.
Entre la literatura exclusiva de la escuela de budismo Zen pueden mencionarse:
- El Tratado sobre las Dos Entradas y las Cuatro Prácticas, que se presume sea escrito por Bodhidharma;
- El Sutra de la Plataforma, escrito en el siglo VIII, presuntamente realizado por Huineng;
- La compilación realizada por Tao-yün y publicada en 1004, que incluye los registros de transmisión como La Antología del Salón Patriarcal (Zǔtángjí, 952) y Los Registros de la Transmisión de la Lámpara (Ching-te ch’uan-teng lu).
- El “Yü-lü”, que es un compendio de los proverbio o dichos grabados de los maestros y los diálogos de encuentros con practicantes. Un ejemplo de estos textos es el “Lin-ji yü-lü”, conocido como el El Registro de Linji, durante la dinastía Song.
- Las colecciones de koan, entre las que puede mencionarse el Bìyán Lù, conocido como El Registro del Acantilado Azul y Wumenguan, o “La Barrera sin puerta”.
- Distintos textos en prosa y obras filosóficas chinas, como las escrituras legadas por Guifeng Zongmi.
- Textos Zen escritos en japonés, que incluyen obras de Tōrei Enji como Shūmon mujintō ron “La lámpara eterna del zen” y el Shobogenzo de Dogen.
- Textos del budismo coreano como el Registro de Práctica Especial con notas personales» de Jinul y los “Extractos de la Colección Dharma”.
Sutras fundamentales
Los dichos o sermones del Buda fueron grabados en la memoria de sus discípulos más cercanos, quienes los fueron trasmitiendo de persona a persona hasta que decidieron recopilarlos en una serie de textos, llamados sutras, en los cuales se concentran las enseñanzas el Buda. A continuación se mencionan los sutras fundamentales.
El Tesoro del verdadero ojo del Dharma (Shobogenzo)
Es un compendio que reúne las enseñanzas de Dogen Zenji, El Shobogenzo, es una colección de las enseñanzas de Doogen Zenji, transmitidas entre agosto de 1231 y enero de 1253. Este texto abarca en su totalidad el “punto principal (ojo) del Verdadero Dharma”, el cual fue heredado por los antepasados que sucedieron al Buda Shakyamuni.
Este libro ha sido señalado como una de las más grandiosas obras sobre el pensamiento religioso japonés. La versión más conocida del Shobogenzo consta de 95 capítulos, la cual fue editada en el año 1690 por los sucesores Dharma de Dogen, puesto que en un principio se tenía la intención de que el libro contuviera 100 capítulos.
En la actualidad hay dos ediciones del Shobogenzo, ambas editadas por Dogen Zenji: una de 75 capítulos y otra de doce. Al parecer, la intención del maestro era incorporar paulatinamente otros capítulos; sin embargo, falleció sin poder culminar su proyecto. Por ello existen diferentes ediciones de esta obra, incluyendo unas de sesenta y de veintiocho capítulos.
Crónicas de la Transmisión de la Luz (Denkoroku)
El Denkoroku que reúne las enseñanzas del maestro Keizan Zenji para los monjes Daijoji, en los años 1300. Keizan impartió estos conocimientos en lugar de su maestro Gikai Zenjies, que fueron reunidas en este libro por un discípulo de Keizan.
El Buda-dharma del zazen que nació con el Buda Shakyamuni, se transmitió de generación en generación en la India, China y Japón, por 53 antecesores hasta llegar a Keizan Zenji. Las enseñanzas del Denkoroku describen la forma en la que este Dharma era transmitido de forma correcta.
En cada capítulo se habla de uno de los ancestros de este linaje, refiriendo citas de su biografía hasta desarrollar el tema de su “despertar al camino y las condiciones que le condujeron a este despertar”. Cada tema incluye comentarios de Keizan Zenji, sus consejos a los monjes y un poema para concluir.
Este libro también tiene su sustento en la doctrina enseñada por Dogen Zenji. Por el hecho de hurgar en la historia de los 53 antepasados que difundieron las enseñanzas del Soto Zen, se le considera uno de los textos más importantes de la Escuela Soto Zen, al igual que el Shobogenzo.
Sutras de uso diario
En una traducción sencilla, budismo significa despertar, por lo que para muchos, es el camino que “lleva a reconectar con nuestro espíritu”. Su práctica incluye tres fases: escuchar o leer, reflexionar y ponerlo en práctica. Por ello se dice que la práctica budista debe brindar un servicio para los demás. Para el zazen y los rituales diarios, estos son algunos de los sutras que se utilizan.
El siginificado de la práctica y la realización (Shushogi)
El Shushogi consiste en la recopilación de escritos extraídos del Shobogenzo. Durante la dinastía Meiji se acostumbraba que cada secta budista formulara sus propios principios para adecuarse a los tiempos. En lo que correspondió a la Escuela Soto Zen, se conformó una comisión para tal adecuación, en la que participaron tanto sacerdotes como creyentes.
Una de las personas claves en esta tarea fue el laico llamado Ouchi Seiran (1845 – 1918), quien trabajó en la recopilación y posterior publicación de este documento, titulado Tojo Zaike Shushogi.
La Escuela Soto Zen consideró que la obra servía como un excelente instrumento para la instrucción de los laicos, por lo que solicitó a los maestros Takiya Takushu Zenji, de Eiheiji, y a Azegami Baisen Zenji, de Sojiji, examinar su contenido. La obra final fue publicada el 1 de diciembre de 1890, bajo el título de Soto Kyokai Shushogi, texto que se conoce hoy día como el Shushogi.
La doctrina promovida por la Escuela Soto Zen, se basa en la enseñanza sustentada en el Buda-dharma transmitido de forma verdadera. Con el paso de los años, esta transmisión mente a mente se ha realizado correctamente, partiendo del Buda Shakyamuni y por medio de las generaciones posteriores de sacerdotes, de la práctica del shikan-taza (solo sentarse) y la “mente sola es el Buda”. El Shushogi indica que estos preceptos se pueden aplicar en la vida diaria hasta elevar la conciencia.
Sutra del corazón de la perfección de la gran sabiduría (Hannya Shingyo)
Esta obra recopila la esencia del extenso y grandioso Sutra de la Gran Sabiduría, que consta de 600 volúmenes. Presenta, de forma sucinta la esencia del “pensamiento profundo del budismo y los atributos de vasta compasión que son la base de la práctica religiosa”, usando para ello 262 caracteres chinos. En tierras japonesas este sutra se recita por todos los practicantes del budismo.
Su título verdadero es Maka Hannya Haramitta Shingyo. En él se describe a profundidad la esencia de la “Perfección de Gran Sabiduría”. Se desarrolla, también, la noción de “vacío”, que representa la doctrina principal del Sutra de la Gran Sabiduría.
De acuerdo con los estudiosos, existen ocho traducciones distintas de este texto. De ellas, las más conocidas son Genjo y Kumarajiva: la traducción del primero se extendió de tal manera que es la que se usa frecuentemente para recitar y, en la actualidad, es la que se refiere cuando se habla del “Sutra del Corazón de Gran Sabiduría” o el Hannya Shingyo.
Historia de Chán
El budismo Zen, conocido en China como Chán, tiene su origen hace muchísimos años en el territorio chino. En cada dinastía china prevalecía una forma distinta de Chán, de las cuales algunas permanecieron en el tiempo mientras que otras quedaron en el olvido. Diferentes eruditos han dividido la historia Chán en China en diferentes períodos, entre los que distinguen un período clásico y otro posclásico. McRae identifica cuatro etapas en la historia del Chán chino:
- Proto-Chán (c. 500–600) que abarca las dinastìas meridionales y septentrionales ( c. 420 a 589) así como la dinastìa Sui c. 589–618 CE).
- Chán temprano (c. 600–900) correspondiente a la dinastìa Tang.
- Chán Medio (c. 750–1000) que va desde la Rebelión de An Lushan hasta los tiempos de las Cinco Dinastìas y los Diez Reinos.
- Chán en la Dinastía Song (c. 950–1300).
McRae no establece períodos para el Chán luego de la dinastía Son, aunque comenta que se puede mencionar la existencia de “al menos una fase posclásica o quizás múltiples fases”. Sin embargo, el estudioso no profundizó en este tema.
Durante el período de las dinastías Ming (1368–1644) y Qing (1644–1912), la práctica de Chán formó parte de una “cultura budista sincrética”. Uno período final puede evidenciarse a partir del siglo XIX, cuando el imperio de occidente influyó considerablemente en el sudeste del continente asiático. Una de las consecuencias de esta influencia fue “la modernización de las religiones asiàticas, adaptándolas a las ideas y estrategias retóricas occidentales”.
Orígenes del budismo zen
El budismo zen llegó a China procedente de Asia Central y la India y, de inmediato, se fusionó con la cultura china. El budismo tuvo algún contacto con las filosofías taoístas y confucionistas, de hecho, el término taoísta fue empleado para referirse a las enseñanzas budistas en las traducciones primigenias de sus textos.
Los primeros practicantes budistas chinos eras taoístas, los cuales se identificaron ampliamente con las técnicas meditativas recién llegadas y las combinaron con las suyas. Los maestros del budismo temprano como Sengzhao y Tao Sheng recibieron una importante influencia de las obras de taoístas como Laozi y Zhuangzi. En este sentido, los primeros practicantes de Chán adoptaron muchos conceptos del taoísmo como la “naturalidad”.
Proto-Chán
Este período de Chán, registrado entre los años 500-600En esta fase (c. 500–600), se desarrolló en el territorio norte de China. Su principal fundamento fue la práctica de dhyana, y mantiene relación con los referentes de Bodhidharma y Huike, aunque existe poca documentación al respecto. Es en la dinastía Tang cuando se dan a conocer las leyendas más trascendentales de estas figuras.
Un sutra relevante del período Proto-Chán es el titulado Las Dos Entradas y las Cuatro Prácticas, atribuidos a Bodhidharma y encontrados en. Algunos historiadores budistas comentan que estos maestros fueron quienes transmitieron el Lankavatara Sutra, pero no existe evidencia alguna de esta aseveración en las fuentes más antiguas.
Chán temprano
Es el Chán que se desarrolló durante la primera fase de la dinastía Tang, entre los años 618-750. Aquí se funda la primera escuela Chán en la historia de China, conocida como la “Escuela de la Montaña del Este” (Dongshan famen), en la que fueron determinantes el quinto patriarca Daman Hongren (601-674) y su sucesor del dharma Yuquan Shenxiu (606-706).
El maestro Hongren transmitió la práctica de shou-hsin, que se centra en “mantener la mente, en la cual se mantiene una conciencia de la Mente Verdadera o de la naturaleza de Buda, exhortando a los practicantes a que se apliquen sin descanso a la práctica de la meditación”.
Por fu parte, Shenxiu fue el discípulo más cercano de Hongren y por su destacado comportamiento fue invitad a la Corte Imperial por la emperatriz Wu. Debido a sus “enseñanzas gradualistas”, Shenxiu recibió críticas por parte del maestro Shenhui (670-762).
Este último transmitió las “enseñanzas repentinas” de su maestro Huineng (638-713) y difundió el Sutra de la Plataforma, un clásico dentro de Chán.
El trabajo de promoción que realizó Shenhui tuvo tal efecto que llevó a la elevación de Huineng al estado de sexto Patriarca de Chán. El debate suscitado entre la doctrina del despertar repentino versus la doctrina del despertar gradual, influyó de tal manera que llegó a determinar, en gran parte, las enseñanzas del budismo Chán.
Chán Medio
El período de Chán Medio abarca desde la Rebelión de An Lushan, entre los años 755–763, hasta los tiempos de las Cinco Dinastías y los Diaz Reinos (907–960 / 979). Aquí se desarrollaron nuevas escuelas de Chán, dentro de las que se puede mencionar Hongzhou de Mazu Daoyi (709–788), la más importante de todas, de la que se derivan Huangbo, Shitou y Baizhang.
Para muchos, esta escuela se considera la “expresión arquetípica de Chán”, enfatizando la expresión individual de la comprensión y con su énfasis en la expresión personal de la comprensión y sus objeciones a los postulados positivos. También le dio mayor relevancia a las “preguntas y respuestas espontáneas y no convencionales durante un encuentro”, conocida en el budismo como linji wenda, que se suceden entre el maestro y su discípulo.
En este período se produjeron enseñanzas novedosas, como las aseveraciones de Mazu sobre que “esta mente es Buda” y que “la mente ordinaria es el camino”. Posteriormente, estas opiniones fueron criticadas por maestros como Guifeng Zongmi (780-841), puesto que no establecía diferencias entre iluminación e ignorancia.
Tras culminar la dinastía Tang, la de Hongzhou fue sustituida de forma gradual por diferentes tradiciones locales, que se conocieron en su tiempo como las Cinco Casas de Chán.
En este período destacan los maestros Shitou Xiqian (710–790), quien es considerado como el Patriarca de la escuela Cáodòng (en japonés Escuela Soto), así como Linji Yixuan, quien se reconoce como el fundador de la escuela Linji (escuela Rinzai en Japón). La influencia de estas tradiciones trascendió las fronteras de China.
Otro maestro de considerable influencia durante la dinastía Tang fue Xuefeng Yicun. Luego de este período, el ejercicio del “diálogo de encuentro” alcanzó su máximo nivel. Estos diálogos entre maestros y discípulos empleaban un lenguaje absurdo, así como formas de comunicación no verbal, como gritos y golpes.
Una práctica común era la escritura de diálogos falsos y También era común escribir diálogos de encuentros ficticios y adjudicárselos a alguno de los predecesores del Chán atribuirlos a figuras anteriores de Chán. De esta fase destaca el texto Antología del Salón Patriarcal (952), que reúnes varias “historias de encuentros”, y una relación cronológica de la escuela Chán. La Gran Persecución Anti-Budista ocurrida en el año 845 fue catastrófica para el Chán metropolitano. La escuela de Mazu logró sobrevivir a este asedio y asumió el liderazgo en el Chang posterior.
Chán de la Dinastía Song
Entre los años 950 y 1300, tiempo de la dinastìa Song, el budismo Chán adquirió su forma definitiva, implementó la utilización de los koans y estableció su propia historias, utilizando para ello las “las leyendas de la edad de oro del Tang”. Durante la dinastía Song, Chán se consolidó como la secta del budismo chino de mayor tamaño e influencia, pues mantenía estrechos lazos con el gobierno imperial. Esto conlleva a la implementación de una estructura oficial de rangos y al desarrollo de un sistema oficial de rangos y gestión de templos.
Debido al andamiaje brindado por la corte imperial y la clase oficial de eruditos, la escuela Linji era la figura dominante de Chan en esa época. Esta escuela profundizó en el estudio de los textos de gong’an, conocido como caso público, que representaba de forma peculiar los encuentros entre maestros y practicantes.
En pleno siglo XII se sucedió un enfrentamiento entre las escuelas Caodong y Linji por la protección de la clase de eruditos oficiales. Hongzhi Zhengjue (1091–1157), representante de la escuela Caodong desarrolló la “iluminación silenciosa o la reflexión serena”, que podría ser practicada por los laicos.
A la par, Dahui Zonggao (1089–1163), de la escuela Linji, se dedicó a introducir el k’an-hua chan (chán de observar la palabra principal), que incluía la meditación sobre “la frase crucial o línea de remate de un gong ‘an.
La era Song también atravesó por una fusión entre Chán y el budismo de la tierra pura, gracias al maestro Yongming Yanshou (904–975), quien tiempo después alcanzaría gran influencia. Yongming se apoyó en la obra de Zongmi para argumentar que las doctrinas confucionistas y taoístas bien pueden ser integradas al budismo.
De este período son las colecciones clásicas de koans, tales como La Barrera sin Puerta y El Registro del Acantilado Azul, las cuales evidencian la influencia de los eruditos o literatos chinos en el desarrollo del Chán. Es en esta etapa cuando Chán es llevado a Japón, donde ejerce un gran influjo en el Seón de Corea, por medio de Jinul.
Chán posclásico
La escuela Chán llegó a tener tanto dominio durante la dinastía Ming, que todos los monjes chinos participaban de la escuela Linji o la escuela Caodong. Estudiosos de la filosofía budista consideran que la etapa posclásica también fue una “era de sincretismo”. En este tiempo adquirió gran popularidad la práctica conjunta de Chán y el Budismo zen de la Tierra Pura, tal como lo demuestran los textos de Zhongfeng Mingben (1263–1323) y del maestro reformador Hanshan Deqing (1546–1623).
Este ejercicio trascendió hasta convertirse en un fenómeno casi estandarizado que, con el tiempo, contribuyó con la desaparición de las características distintivas de cada práctica, al punto de que muchos monasterios practicaban tanto la meditación Chán como el Budismo de Tierra Pura. Durante la dinastía Ming, maestros como Yunqi Zhuhong (1535-1615) y Daguan Zhenke (1543-1603), hicieron grandes esfuerzos para rescatar y reconciliar el Chan con la práctica y el estudio de los sutras.
La práctica de golpes y gritos renació al inicio de la dinastía Qing, gracias a la obra del maestro Miyun Yuamwu (1566-1642), lo que representó la reinvención del budismo Chán. Además, la publicación del texto La Transmisión estricta de las cinco escuelas Chan, por Feiyin Tongrong’s (1593-1662), quien fuera sucesor del dharma de Miyun Yuanwu.
Era moderna
Durante la dinastía Qing la actividad de Chán entró en decadencia, pero fue revivida en los siglos XIX y XX gracias al influjo de la era moderna. En esta etapa se vivió el nacimiento de lo que algunos llaman el “budismo para la vida humana” (rensheng fojiao), impulsado por figuras como Yuanying (1878-1953), Jing’an (1851-1912), Xuyun (1840-1959), Taixu (1890–1947) y Yinshun (1906–2005). Estos maestros desarrollaron el activismo social para contrarrestar la desigualdad social y la pobreza.
El budismo fue prohibido en China durante la Revolución Cultural suscitada en la década de 1960. Posteriormente, tras la reforma y apertura de los años 1970, se evidenció un resurgimiento del budismo Chán en China continental e, incluso más allá de las fronteras del continente asiático.
Zen en otras naciones
El budismo Zen y su historia tienen sus orígenes en la India. En los tiempos del Buda, la práctica del yoga estaba extendida como método para alcanzar la concentración del espíritu. Para la época, estas prácticas se limitaban al ayuno o a cumplir algunos votos como permanecer largo rato de pie o sobre una sola pierna.
El Buda se formó en la práctica del yoga por doce años, desde el mismo momento que renunció al mundo. Recorrió todos los rincones de China para visitar santos y conversar con los eruditos. Pese a su búsqueda, el Buda no consiguió responder sus dos preguntas trascendentales: ¿Qué es el hombre? ¿Cómo debe vivir el hombre?
Buda, entonces, se abandonó en el ascetismo, se sentó calmadamente, entrecruzó las piernas y comenzó a controlar su respiración. Al amanecer del octavo día de zazen, llegó a un estado de conciencia superior al observar el resplandor de una estrella. Se transformó en el Buda, el que ha despertado, el que se ha iluminado.
Thiền en Vietnam
El budismo Zen, conocido como Thiền en vietnamita, llegó a Vietnam durante la primera etapa de la ocupacional china, entre los años 111 a. C. y 939 d. C. De acuerdo con la tradición vietnamita, en el año 580, un monje Hindú de nombre Vinitaruchi, se trasladó hacia Vietnam luego de culminar sus estudios con el tercer patriarca del zen chino, Sengcan.
Durante las dinastías vientamitas Lý (1009–1225) y Tran (1225–1400), Thien obtuvo gran reconocimiento en la corte real y las élites. La escuela Trúc Lam, fundada por un monarca de Vietnam, mostró la influencia recibida del confucianismo y el taoísmo. En el siglo XVII, monjes chinos crearon la escuela Lam Te (escuela Linji, Rinzai). De esta escuela proviene la Lieu Quan, que fue fundada en el siglo XVIII y aún mantiene predominancia en el zen vietnamita de la actualidad. Hoy en día, Lam Te es la orden monástica más grande de Vietnam.
De estas prácticas resaltan las figuras del maestro Thien Thích Thanh Tú, del filósofo Thívh Thién-An y del activista social Thích Nhát Hanh. El budismo vietnamita, Thién, es “ecléctico e inclusivo”, pues incorpora diversas prácticas como la meditación, mantra, nianfo, recital de sutras, influencias de Theravada, cánticos y activismo budista comprometido.
Seon en Corea
La práctica budista Seon se introdujo en Corea de forma gradual entre los siglos VII y IX,, durante el período de Silla. Los sacerdotes coreanos viajaron a China para estudiar la novedosa tradición Chan de Mazu Daoyi. Así, se establecieron en Corea las primeras escuelas de Seon, conocidas como las “nueve escuelas de montaña”.
El maestro Jinul (1158-1210) fue el responsable de la consolidación de la escuela Seon. Creó la Orden Jogye, que hoy día continúa siendo la tradición Seon más grande de Corea. Además, fundó el templo Songgwangsa, un centro para el estudio y la práctica de Seon. Asimismo, escribió varios textos en los que implementó un método integral de pensamiento y práctica. Jinul transmitió el hwadu como forma principal de meditación en el Seon, recibido del maestro Dahui Zonggao.
Durante el tiempo que duró la dinastía confuciana de Joseon (1392-1900), el budismo fue grandemente reprimido, por lo que el número de monasterios y monjes disminuyó de forma considerable. En el tiempo de la ocupación japonesa también fueron introducidos cambios al Seon coreano.
En este período, algunos monjes adoptaron la idea modernista japonesa de casarse y tener familias. Otros, como Yongseong lucharon sin cansancio para enfrentar la ocupación japonesa. En la actualidad, la escuela Jogye, la más grande de Seon, exige el celibato; mientras que la Orden Taego, la segunda en importancia, permite que los monjes se casen.
Zen japonés
Fue hasta el siglo XII, cuando Myoan Eisai regresó de China para establecer un linaje Linji, que el budismo Zen se introdujo como una escuela separada en Japón. Años después, Nanpo Shomyo estudió la doctrina Linji en China para luego fundar la escuela japonesa Otokan, cuyo linaje es el de mayor influencia y el único que aún existe de la escuela Rinzai en Japón.
En el año 1215, Dogen, condiscípulo más joven que Eisai, también viajó hasta China, donde se transformó en alumno de Tiantong Rujing, maestro prominente de la escuela Caodong. A su regreso, fundó la escuela Soto, vertiente japonesa de Caodong. Las tres tradiciones Zen en Japón están representadas en las escuelas Soto, Rinzai y Obaku, siendo la primera la más grande.
Zen en occidente
El conocimiento real del budismo en Europa comenzó hasta el siglo XIX. Previo, sólo existían referencias hechas por algunos misioneros cristianos sobre sus viajes de peregrinación, alrededor del siglo XVI. En estos documentos se recopilan las primeras impresiones sobre la cultura china y japonesa, principalmente en cuanto a sus prácticas religiosas, incluyendo sus ceremonias.
En sus relatos, se reseñan sus primeras impresiones sobre la práctica del budismo en China y Japón, aunque éstos sólo se limitaron a la descripción de sus rituales y comportamientos, más no de sus doctrinas o del ejercicio de la meditación. Durante la inquisición, estos documentos fueron severamente controlados, pese a que las prácticas de contemplación del zen ya se hacían evidentes en figuras reconocidas del cristianismo, especialmente en los jesuitas.
Es a principios del siglo XX que la enseñanza del Zen penetra abiertamente la cultura occidental. En 1893 se llevó a cabo en Chicago el Parlamento Mundial de las Religiones, en donde el maestro budista Shaku Soyen dictó la charla titulada “La ley de causa y efecto como fue enseñada por Buda”. Esta charla fue traducida por Daisetsu Teitaro Suzuki, quien luego se daría a la tarea de difundir el Zen en el occidente, a través de escritos y ponencias alrededor del mundo.
La novedosa práctica promovida por Suzuki influyó en grandes figuras e intelectuales a nivel mundial, incluyendo a Jung, Picasso, Heidegger y hasta Einstein. El legado de Suzuki va más allá de la traducción de obras altamente complejas como el Sutra del Lankavatara, que continúa siendo referencia en el ámbito académico.
Sus obras como los Ensayos sobre el budismo zen, son leídas con frecuencia por quienes desean adentrarse en el conocimiento de las doctrinas budistas y sus prácticas. En su muerte, los principales templos budistas quemaron incienso en honor a Suzuki y su gran aporte para el budismo.
A mitad del siglo XX, comienzan a aparecer nuevas figuras en la práctica del budismo occidental, que ya ha llegado a Norteamérica. Nombres como Alan Watts, Philip Kapleau y Shunryu Suzuki, hacen sus contribuciones para el establecimiento del Zen en occidente. Desde entonces, la tradición budista continúa en la senda de la mayor difusión de su origen histórico y de su caracterización para adaptarse mejor a la cultura occidental.
Hoy en día, el Budismo es considerado como una de las prácticas religiosas con mayor sofisticación en cuanto a sus técnicas de contemplación lo que, de una u otra manera, ha contribuido con su acercamiento hacia otras religiones. De igual forma, está siendo utilizado como un método de apoyo para la terapia psicológica o de rehabilitación.
Estos avances en cuanto a la revitalización de esta antigua práctica, son recibidos de manera muy positiva por los creyentes de la religión budista, quienes ven cómo se cumple el principio del budismo de ser beneficioso para otros.
Si te gustó esta lectura y deseas conocer sobre otras prácticas religiosas, te invitamos a hacer click en los siguientes enlaces: